Algunos ya le llaman el Trump tropical y no les faltan razones. Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil y candidato a la reelección parece seguir un minucioso manual del exmandatario norteamericano… alguien quizá debería decirle que eso no acabó tan bien como esperaban.
Brasil se alista para las elecciones generales de octubre y en la contienda figuran el actual mandatario y ultraderechista, Jair Bolsonaro, y del otro lado el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien pasó 20 meses detenido acusado de corrupción… y aún así, va liderando la carrera.
Aunque en la carrera también están Ciro Gómes, el candidato de centro-izquierda que apenas suma el del 7% de intención de voto y la liberal Simone Tebet, que tiene el 4%, la verdadera disputa está entre Bolsonaro y Lula.
Según la firma encuestadora Datafolha, entre estos dos la diferencia es de entre 3 y 15 puntos… que Lula cuenta con el 48% de la aprobación, mientras que el rechazo del actual mandatario va en aumento.
La firma revela que más de la mitad de los brasileños dice que de ninguna manera votaría por él.
And it is that his aggressive, threatening and provocative speech is very 2018.
Or very Trump to put it nicely.
Incluso tras el fin de mandato del republicano en Estados Unidos, la ofensiva ultraconservadora volcó sus fichas a Bolsonaro, porque las similitudes son muchas.
En primer lugar, igual que el presidente Estados Unidos, el brasileño ha defendido con violenta narrativa la protección de las fronteras nacionales y ven la migración como una amenaza. Incluso, cuando Trump era presidente Bolsonario reiteró su apoyo a los planes para construir el muro en la frontera con México argumentando que “la gran mayoría de los potenciales inmigrantes no tiene buenas intenciones”.
Igual que Trump, Bolsonaro retiró a Brasil del Pacto Global de Migración de la Organización de las Naciones Unidas bajo el argumento de ser “incompatible” con su política migratoria.
Otra similitud entre el líder ultraderechista y el republicano es su postura en materia de armas y hasta su lema de campaña estuvo alineado a su homólogo estadounidense.
“Brasil por encima de todo, Dios por encima de todo” muy “America First”.
Pero quizá en lo que más se parecen estos dos políticos es sus discursos que incitan a la violencia y en que no tienen miedo a usar cualquier recurso para lograr sus fines. En Estados Unidos, Trump no tuvo empacho en valerse de las fake news para provocar a sus fieles seguidores. En Brasil, Bolsonaro sigue la misma fórmula.
Apenas hace poco, el primogénito del presidente, Flavio Bolsonaro, armó toda una campaña para asegura que, si Lula llega a su tercer mandato cerrará todas las iglesias de Brasil, montará una estrategia educativa en favor de los derechos de las minorías sexuales y por supuesto, eso convertirá a las infancias en gays.
Por si fuera poco, ya desde ahora para las próximas elecciones está dando vuelta el fantasma de que Bolsonaro no reconocería el resultado en caso de ser derrotado.
Así que entre nacionalismos radicales, discursos de odio y fake news, la versión 2.0 de Trump sigue en la pelea… falta ver si los brasileños quieren ver esa película en idioma local.

Carolina Hernandez SolisFor more than 20 years I have worked as a journalist in Mexico.
I started as a sports reporter at Grupo Reforma.
Afterwards, I covered local, political and community news in Sinaloa and Tamaulipas, states with high levels of drug trafficking activity.
I saw colleagues die just for exercising their profession.
I later worked as Editor-in-Chief at Reporte Indigo and as Editorial Manager at Código Magenta, in Nuevo León.
Just two years ago I left the traditional work structure to start my own business as an independent journalist. I produced the video column Yo qué voy a saber (What am I going to know) with which I always sought to open a dialogue on topics that we generally don't like to talk about and to bring them down to earth without so much fuss.
I currently have a podcast called Sin Esdrújulas and I participate with a video column in Latinus and another in Ruido en la Red.
I teach journalism classes at the University of the Gulf of California.
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