En una reciente sesi de las Naciones Unidas, Estados Unidos utilizsu derecho de veto para bloquear una resoluci que ped un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza, medida apoyada por la mayor de los miembros del Consejo. El resultado final de la votaci fue de 13 votos a favor, una abstenci del Reino Unido y un voto en contra de Estados Unidos.
La decisi suscitduras cr icas de otros miembros del Consejo, que la calificaron de lamentable. Se exprespreocupaci por la escalada de v timas civiles y destrucci en Gaza, consecuencia del bombardeo sostenido de Israel durante m de dos meses.
El embajador adjunto de Estados Unidos, Robert A. Wood, impulsor del voto negativo, justificla decisi por considerar la resoluci “desequilibrada”. Wood acusal Consejo de no condenar el ataque del 7 de octubre de Ham contra Israel, que se cobrunas 1.200 vidas, en su mayor civiles. Adem, subrayel descuido del Consejo al reconocer el derecho de Israel a defenderse. Wood argumentque detener la acci militar facultar a Ham para mantener el control en Gaza, afirmando que “so plantar las semillas para la prima guerra”.
Wood expressu escepticismo sobre el compromiso de Ham con una paz duradera y una soluci de dos Estados en el debate previo a la votaci. Afirmque, aunque Estados Unidos apoya una paz duradera para israel s y palestinos, no respalda los llamamientos a un alto el fuego inmediato.
Reconociendo el trico ataque del 7 de octubre de Ham contra civiles israel s, es crucial selar que la resoluci de la ONU se centraba en detener los bombardeos contra civiles en Gaza. La caracterizaci de la resoluci como desequilibrada por parte del embajador Wood plantea interrogantes, especialmente en relaci con la actual crisis humanitaria en Gaza.
A diferencia de los tricos acontecimientos del 7 de octubre, en los dos meses siguientes se produjeron m de 17.000 muertes en Gaza, principalmente entre mujeres y nis que no ten n ninguna relaci con Ham. M allde la p dida de vidas, los bombardeos han devastado recursos esenciales en Gaza, como el agua potable, la electricidad y numerosos hospitales.
La abundancia de las redes sociales ha puesto en primer plano imenes desgarradoras: nis heridos que intentan rescatar a sus padres de entre los escombros e historias desgarradoras de profesionales sanitarios obligados a abandonar a reci nacidos tras los bombardeos de hospitales.
Abogar por un alto el fuego y el fin de los ataques contra civiles no niega la b