Península 360 Press
Los agricultores se encuentran entre los trabajadores más esenciales del estado de California, ya que gracias a sus incansables esfuerzos, los habitantes pueden disfrutar de sus comidas diarias, sin embargo, ante los bajos salarios que reciben, podrían estar pagando con su vida, pues no pueden pagar tratamientos contra el Covid-19.
Debido a la naturaleza de su trabajo los agricultores, que en su mayoría (entre 60% y 80%) son indocumentados, a menudo laboran sin ningún equipo de protección personal, lo cual provoca su exposición al coronavirus.
Así lo señaló el director del Centro para el Estudio de la Salud y Cultura Latina de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA por sus siglas en inglés), David E. Hayes-Bautista, quien destacó que a estos trabajadores esenciales se les paga muy poco y rara vez tienen seguro médico.
Durante la videoconferencia “Costos para la atención médica por Covid-19”, realizada por Ethnic Media Services, el también profesor de medicina en dicha casa de estudios precisó que aquellos que se infectan con Covid-19, a menudo tienen que pagar los gastos médicos de su propio bolsillo.
Y es que, dijo, si un trabajador agrícola se infecta con Covid-19, el costo del tratamiento mensual con Remdesivir puede alcanzar los $3,120, lo que equivale a más de dos meses completos de ingresos, pues su salario mensual promedio es de $1,500.
“Debido a que rara vez tienen seguro médico para poder pagar este tratamiento, un trabajador agrícola de California tendría que pasar por completo sin comida, vivienda y transporte durante dos meses. De lo contrario, se vería sometido a una gran carga financiera debido a esta deuda médica y podría dejar a su familia en la pobreza”, apuntó.
De acuerdo al estudio “Covid-19: ¿Quién puede pagar el costo de la atención?”, el cual encabezó el doctor Hayes-Bautista, la mayoría de esta gente podría morir de hambre después de 40 días sin comer.
Agregó que el ingreso familiar mensual promedio de los latinos en EE.UU. es de $5,441, por lo que el costo de desembolso personal de un tratamiento de Remdesivir equivaldría a un poco más de la mitad (57%) de esa cantidad.
En ese sentido, apuntó que aproximadamente 95% de los hogares blancos no hispanos tienen seguro médico que podría cubrir la mayor parte o la totalidad del costo de un tratamiento, pues su ingreso mensual promedio es de $7,090, por lo que el gasto en ese mismo tratamiento sería menos de la mitad (44%) de sus ingresos mensuales.
Y si el tratamiento para Covid-19 con Remdesivir es para muchos incosteable, el acceso a una futura vacuna lo será aún más, pues la distribución primaria, dijo, priorizará a ciudadanos y personas con un estatus migratorio legal.
Por lo anterior, refirió que se necesita proteger a los trabajadores agrícolas, “la columna vertebral desconocida de la economía de California, cuyos esfuerzos nos alimentan a todos y cada uno de nosotros”.
Asimismo, destacó que estos trabajadores necesitan tener acceso a equipo adecuado de protección, pruebas y educación de salud pública, así como a servicios de atención médica asequibles, independientemente de su estatus migratorio.
Hayes-Bautista destacó que la comunidad latina presenta las más altas tasas de contagio de Covid-19 en todo el país, y cuando acuden a un servicio médico llegan con síntomas graves, por lo que su recuperación requiere de más tratamiento, y por ende de un mayor desembolso de dinero.
El experto expuso que el tratamiento al cual tuvo acceso el presidente Donald Trump, luego de dar positivo al virus y presentar síntomas fuertes, se encuentra fuera del alcance de la mayoría de las personas de comunidades latinas y afrodescendientes.
En tanto que la politización del uso de mascarillas provocó que muchos dejaran de usar protección y exista un repunte de casos de Covid-19 en muchas partes de la unión americana.
Finalmente, destacó que está por dar inicio la temporada de fiestas, y la comunidad latina tiende a reunirse para celebrarlas, por lo que llamó a mantener sana distancia, usar mascarillas, mantener la higiene personal, lavarse las manos constantemente, y preferentemente llevar a cabo sus reuniones en lugares abiertos o bien ventilados para que pueda haber una buena circulación de aire.
Por otra parte, durante el encuentro virtual, Denise Octavia Smith, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Trabajadores Comunitarios de la Salud, señaló la importancia de apoyar a este tipo de trabajadores pues hacen una gran labor a nivel local para apoyar, sobre todo, a comunidades marginadas que necesitan acceso a servicios médicos.
Y es que en todo el país, tan solo los estados de Massachusetts y California pagan a estos trabajadores comunitarios, que en su mayoría son mujeres de color de las comunidades latinas, afrodescendientes, asiáticas de islas del Pacífico, que en muchas ocasiones son sobrevivientes que tienen experiencia en el frente del campo médico.
Durante la pandemia por Covid-19, dijo, los trabajadores comunitarios de la salud han trabajado con recursos limitado e incluso con poca protección, pues no reciben fondos que ayuden a la compra de los materiales.