Es de suponerse que quien esté al frente de uno de los pilares de un país, la educación, sea una persona integra, intachable y con un amplio conocimiento en el sector educativo. Para Donald Trump, Linda McMahon es la candidata ideal, ex CEO de la WWE y acusada de permitir conscientemente la explotación sexual de niños. ¿Qué podría salir mal?
McMahon fundó junto a su esposo la empresa World Wrestling Entertainment, mejor conocida como la WWE, una compañía de medios y entretenimiento, integrada principalmente por el área de la lucha libre profesional, pero que también abarca, entre otros rubros, cine y fútbol americano.
La magnate y política republicana de 76 años de edad, ha sido recientemente acusada de permitir conscientemente la explotación sexual de niños por parte de un empleado de la WWE desde la década de 1980. McMahon lo niega todo.
Esta nominación plantea la pregunta: ¿Cuál será el futuro de la educación de Estados Unidos de la mano de McMahon, justo cuando el sector enfrenta grandes desafíos tras la pandemia de COVID-19?
La demanda que enfrenta Linda McMahon, su esposo, WWE y TKO Group Holdings, la empresa matriz de la liga, alega que permitieron conscientemente que el empleado Melvin Phillips Jr. usara su posición como anunciador en el ring para explotar sexualmente a niños, de acuerdo con CNN.
Esta presentación judicial, destaca la cadena de noticias, señala que Phillips reclutaba a niños para trabajar como “ring boys” (chicos del ring), ayudándolo a montar y desmontar los rings de lucha en los eventos de WWE.
Sin embargo, precisa, el trabajo era una fachada para explotar sexualmente a los niños, lo cual Phillips hacía incluso frente a luchadores y ejecutivos en el área de vestuarios. También solía filmar su abuso sexual, de acuerdo con la presentación.
CNN detalla que la demanda fue presentada en octubre en el condado de Baltimore, Maryland, en nombre de cinco víctimas anónimas, quienes dicen que tenían entre 13 y 15 años cuando Phillips los conoció y reclutó para trabajar como “ring boys”.
Esta demanda se suma a otra más que arrastra en materia de abuso y tráfico sexual.
“Gracias, señor presidente, por confiar en mí para desempeñarme como secretaria de Educación. Tengo la esperanza de recibir la confirmación del Senado. Me siento profundamente honrada y agradecida por esta oportunidad y me comprometo a trabajar incansablemente para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad”, dijo McMahon en su cuenta de X tras la nominación de Trump.
A su vez, agregó que ha sido testigo del poder transformador de la educación, tanto en el aula como en los programas de aprendizaje. “Todos los estudiantes deberían estar equipados con las habilidades necesarias para prepararse para un futuro exitoso”.
“Espero trabajar en colaboración con estudiantes, educadores, padres y comunidades para fortalecer nuestro sistema educativo; asegurando que cada niño, independientemente de su demografía, esté preparado para un futuro brillante”.
Por su parte, Donald Trump señaló en su nominación: “Es para mí un gran honor anunciar que Linda McMahon, antigua Administradora de la Administración de Pequeñas Empresas, será la Secretaria de Educación de Estados Unidos”.
El próximo mandatario de Estados Unidos, precisó que, durante los últimos cuatro años como presidenta del Consejo del Instituto de Política America First (AFPI), Linda “ha sido una feroz defensora de los Derechos de los Padres, trabajando duro tanto en AFPI como en America First Works (AFW) para lograr la Elección Escolar Universal en 12 Estados, dando a los niños la oportunidad de recibir una Educación excelente, independientemente del código postal o de los ingresos”
En ese sentido, Trump apuntó que, como secretaria de Educación, Linda “luchará incansablemente para ampliar la ‘Elección’ a todos los Estados de América, y capacitar a los padres para que tomen las mejores decisiones en materia de Educación para sus familias”.
Linda formó parte durante dos años del Consejo de Educación de Connecticut, donde era uno de los quince miembros que supervisaban toda la Educación Pública del Estado, incluido su sistema de Secundaria Técnica.
También fue miembro del Consejo de Administración de la Universidad del Sagrado Corazón de Fairfield, Connecticut, durante dos periodos que sumaron más de 16 años.
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