
A un año de haber asumido la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum registra un índice histórico de aprobación del 80 por ciento, de acuerdo con un estudio publicado por El País. La cifra no solo supera los estándares de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, sino que la coloca como una de las mandatarias mejor evaluadas en la historia reciente del país.
El análisis atribuye este respaldo a varios factores: la continuidad del proyecto político que la llevó al poder, pero con la incorporación de un estilo personal; la simpatía que despierta incluso en sectores opositores; la fortaleza de su gabinete; y el peso simbólico de su papel como la primera mujer en la presidencia de México.
El País destacó que Sheinbaum no solo ganó la elección de 2024 con la votación más alta de la historia, sino que hoy registra cinco puntos más de aprobación que López Obrador al mismo periodo de su mandato. Además, lo hace con un efecto adicional: ha reducido la polarización y fortalecido a Morena, que pasó de tener una afinidad partidista del 25 por ciento en 2018 a 45 por ciento en 2025, con una opinión positiva del 62 por ciento de la ciudadanía.
“Sheinbaum es una presidenta aprobada hasta por la oposición”, afirmó el medio, recordando que en 2024 no ganó únicamente con el voto duro de Morena, sino que se impuso en todos los estados, con el respaldo de sectores opositores que hoy también aprueban su gestión.
En cuanto al modelo de continuidad, el estudio señaló que la presidenta optó por mantener lo que funcionaba en la administración anterior: los programas sociales, las conferencias matutinas y la bandera de la austeridad republicana. Sin embargo, ha marcado diferencias en temas clave como la estrategia de seguridad, el abasto de medicamentos y la agenda de género.
El factor de género se considera esencial en esta aprobación histórica: a diferencia de López Obrador, cuya mejor evaluación provenía de los hombres, Sheinbaum ha logrado revertir ese patrón.
Según El País, ocho de cada diez ciudadanos reconocen avances en los derechos de las mujeres bajo su gobierno, lo que refuerza su legitimidad en un terreno históricamente adverso.
La evaluación positiva también se extiende a su equipo de gobierno, pues el gabinete federal cuenta con perfiles que han alcanzado índices inéditos de reconocimiento ciudadano. Destacan el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, con una opinión positiva del 77 por ciento y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, con 67 por ciento.
En comparación con López Obrador, Sheinbaum mantiene niveles altos tanto en aprobación personal como gubernamental.
El 78 por ciento de la ciudadanía aprueba sus acciones para fortalecer la democracia y la participación ciudadana, mientras que el 77 por ciento avala los avances en reducción de pobreza y desigualdad.
Además, el 76 por ciento reconoce el crecimiento económico, el 68 por ciento aprueba el combate a la corrupción, el 64 por ciento respalda las medidas en seguridad y el 63 por ciento califica positivamente su estrategia contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Incluso en política exterior, un ámbito complejo para México, Sheinbaum ha logrado ganar respeto. El País subraya que, hasta el presidente de Estados Unidos, Donald Trump —poco dado a elogiar mandatarios y menos a mujeres—, ha mostrado deferencia hacia ella, lo que refuerza la percepción de estabilidad en la relación bilateral.
Con un respaldo que combina continuidad, cambios estratégicos y una legitimidad inédita, Claudia Sheinbaum arranca el segundo año de su gobierno con niveles de aprobación históricos y con el reto de sostener ese apoyo en medio de los desafíos nacionales.
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