Funcionarios de emergencia del condado de San Mateo se comprometieron a abordar rápidamente las lagunas en los procedimientos de alerta y respuesta ante tsunamis y a realizar simulacros de forma rutinaria.
Definir claramente términos como “terreno elevado” y marcar rutas de evacuación son algunas de las tareas del Departamento de Gestión de Emergencias del Condado de San Mateo tras la advertencia de tsunami del 5 de diciembre emitida por el Servicio Meteorológico Nacional.
Los funcionarios también se comprometieron a lanzar una campaña de educación pública sobre los riesgos de tsunami que incluya cómo crear un plan básico de seguridad familiar.
“Estas son las cosas en las que trabajaremos en los próximos meses”, dijo la doctora Shruti Dhapodkar, directora del Departamento de Gestión de Emergencias del condado, a unos 75 residentes en un foro en Half Moon Bay sobre la respuesta local al tsunami. “Todos los años tenemos que practicar”.
“Lo único que quiero dejarles saber desde el principio”, dijo el supervisor del condado de San Mateo, Ray Mueller al inaugurar la reunión, “es que el equipo que ven reunido aquí frente a ustedes ha estado trabajando incansablemente desde ese día… tratando de descubrir cómo podemos seguir adelante y prepararnos para ese próximo evento”.
Varios miembros de la audiencia dijeron que estaban confundidos y alarmados la mañana del 5 de diciembre cuando los teléfonos celulares sonaron en todo el norte de California con la alerta de tsunami del Servicio Meteorológico Nacional. La alerta, provocada por un terremoto de magnitud 7.0 en la costa del condado de Humbolt, fue cancelada después de aproximadamente una hora.
Asimismo, los funcionarios brindaron una mirada detrás de escena a los momentos clave después del terremoto registrado a las 10:44 horas, incluida la decisión de no activar una serie de sirenas de tsunami desde Pacifica hasta Pescadero.
Minutos después del terremoto, el Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de Alaska informó que olas potencialmente dañinas podrían golpear la costa del condado de San Mateo poco después del mediodía.
Ante ello, la policía y los bomberos alertaron rápidamente a la gente en las playas costeras y áreas bajas para que se trasladaran a terrenos más altos.
En el Centro de Operaciones de Emergencia del Condado en Redwood City, el equipo de Dhapodkar estudió mapas de movimientos sísmicos y monitoreó una serie de boyas en alta mar en busca de señales de tsunami. Se comunicaron con sus homólogos en otros condados costeros y con la Oficina de Servicios de Emergencia de California, señaló el Ayuntamiento en un comunicado.
“Sabíamos que, a medida que recibíamos más datos, las cosas iban mejorando cada vez más gracias al Servicio Meteorológico Nacional y al Centro de Tsunamis”, dijo Dhapodkar. “También estábamos hablando con los condados al norte de nosotros: Humboldt, Mendocino, Napa, Sonoma, Marin. Las sirenas de tsunami no sonaron porque no las activamos nosotros”. “Esa fue la decisión correcta”.
“Queríamos evitar que se activaran las sirenas de tsunami para prevenir atascos, pánico, accidentes de tráfico y otras posibles lesiones a las personas en la costa”, agregó.
Los funcionarios de emergencia dijeron que sus objetivos inmediatos son: mejorar la información y el acceso a las zonas de peligro mediante la actualización de la señalización de tsunami, definir claramente las zonas de peligro y crear un mapa digital para uso del público.
Asimismo, mejorar la concienciación y la educación sobre los tsunamis, y fortalecer la preparación y la respuesta al crear y ejecutar simulacros anuales de tsunami.
Según el Servicio Geológico de California, desde 1800, más de 150 tsunamis han azotado las costas del estado. Muchos de ellos apenas fueron perceptibles, pero unos pocos han causado víctimas mortales o daños importantes; el más reciente fue un tsunami de 2011 provocado por un devastador terremoto de magnitud 9.0 en la costa de Japón que causó daños por valor de 100 millones de dólares a los puertos y bahías de California.
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