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sábado, diciembre 21, 2024
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La comprensión, no el miedo, debe motivar el cambio

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Donald Trump ha sido condenado en un tribunal de justicia. A pesar de esta condena histórica, sigue habiendo una probabilidad abrumadora de que esté en la papeleta electoral para que los votantes lo elijan en noviembre de 2024. 

A mí, como a muchos otros votantes, no me entusiasma especialmente la idea de volver a votar a Biden como presidente. Pero aun así votaré, y votaré a Biden. 

Es cierto que Biden es un político establecido que ha formado parte del sistema durante años. Todavía hay muchos problemas que afectan al país. Es razonable tener dudas sobre la eficacia y la capacidad de Biden para invocar el cambio.

Sin embargo, un cambio a escala rápida puede tener a menudo consecuencias imprevistas que pueden dejar las cosas peor de lo que estaban antes. El cambio también requiere esfuerzos locales y comunitarios. Por mucho que se culpe a Biden de no arreglarlo todo ahora mismo, la realidad es que no es tan sencillo. 

Pero independientemente de nuestras reservas sobre Biden o de nuestro deseo de un cambio más rápido, una cosa está clara. Votar a Donald Trump será un paso atrás.

Trump ha atacado el sistema, y aunque es cierto que el sistema no es perfecto, es lo mejor que tenemos. Destrozar la legitimidad del sistema no es una solución. Nuestro sistema actual ha mejorado abordando y mejorando a partir de sus defectos, no derribándolo.

La principal estrategia de Trump es establecer una narrativa de miedo: miedo sobre la economía, sobre las drogas, sobre la gente, sobre el propio gobierno. La historia nos ha demostrado que se trata de una estrategia de demagogos -buscadores de poder político que desean asustar a la gente para que se les elija en lugar de intentar hacer mejoras y abordar los problemas.

Puede que le preocupe la economía, o la delincuencia, o el medio ambiente. Pero lo más importante es estar informado, tomar decisiones basadas en hechos y no en el miedo, y votar en función de ellas. 

Puede que no esté de acuerdo con ninguno de los candidatos. Pero en nuestra democracia, su voz cuenta. Uno de estos candidatos será nuestro próximo presidente.

La responsabilidad de votar es una consecuencia de vivir en esta sociedad, donde se producirán los efectos de la elección. La oportunidad de votar es la oportunidad de hacer oír su voz.

Más del autor: Su voto importa, ahora y después

Isaac Braunstein
Isaac Braunstein
Es de Belmont, California, y estudia Ciencias Políticas en la UC Davis. Le apasiona adquirir nuevas perspectivas sobre cuestiones sociales. A menudo se le puede encontrar paseando en bicicleta por la ciudad o recogiendo ingredientes para su último proyecto culinario.
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