Cristian Carlos. Península 360 Press [P360P].
Telegram Messenger –un servicio de mensajería privado– da un paso adelante y está cerrando «canales», grupos de chat públicos con una facción ultraderechista donde se fomenta el neonacismo y la creencia en QAnon. Con ello, se impide, principalmente, la organización de grupos en EE. UU. en contra de la transición presidencial de Joe Biden.
Además, recientemente, se dio a conocer que WhatsApp Messenger –competencia de Facebook frente a Telegram– añadió nuevos términos y condiciones donde la información de los usuarios se encuentra comprometida. Lo que ha obligado a muchos usuarios a descargar Telegram Messenger como alternativa a WhatsApp para quienes no pueden utilizar un protocolo de mensajería instantánea más robusto como iMessage, de Apple.
En los últimos días, se reportó que Telegram Messenger había sumado, de manera repentina, 25 millones de usuarios nuevos.
Esta acción se da a conocer luego de que la red social Twitter suspendiera 70 mil cuentas la noche de este lunes de forma definitiva por temor a la dispersión o incitación a la violencia ocasionados en las creencias de teorías de la conspiración como QAnon.
Y es que, desde la semana pasada, directivos de las distintas redes sociales han respondido en contra de la violencia, con excepción de Parler –red social similar a Twitter sin filtros de seguridad–, la cual se vio obligada a cerrar debido a su ineficiente labor para filtrar mensajes de odio.
Telegram, entonces, se une a plataformas de difusión en masa como Twitter, YouTube, Facebook e Instagram para evitar futuros actos de violencia como los que se vivieron el pasado miércoles, 6 de enero, cuando el presidente saliente de los EE. UU., Donald Trump, dirigió un mensaje que reunió multitudes para irrumpir en el Capitolio.
Cabe señalar que la mayoría de las redes sociales han dado la espalda al actual mandatario estadounidense, la última de ellas en suspender su cuenta oficial fue Snapchat.
En los últimos días, los EE. UU. ha enfrentado un debate intenso ante el día de la investidura –toma de posesión– del presidente electo, Joe Biden, por lo que se teme que las redes sociales funjan como cultivo de grupos de odio que fomenten la discriminación, el racismo y, con ello, aumente la probabilidad de una protesta armada y violenta en el marco del 20 de enero, día en que se prevé la transición de poder.