Donald Trump ha anunciado el nombramiento de Tom Homan, como el ”zar de la frontera” quien será responsable de la política fronteriza de Estados Unidos.
“Tom Homan estará a cargo de todas las deportaciones de extranjeros ilegales a su país de origen”, afirmó el presidente electo, Donald Trump.
Homan fue director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) durante el primer mandato de Trump, tema que ha preocupado a muchos pues es el responsable de la política de “tolerancia cero”, que separó a niñas y niños de sus familias durante el primer mandato del presidente republicano.
Esta asignación no requiere confirmación del Senado, lo que pone a Homan al frente de la supervisión de la política de inmigración y la seguridad fronteriza de Estados Unidos, dejando con jurisdicción sobre las fronteras del norte y sur del país, integrando la seguridad marítima y aérea, lo que preocupa a migrantes tras los discursos de las deportaciones masivas.
Thomas Douglas Homan, nació el 28 de noviembre de 1961 en West Carthage, Nueva York, obtuvo un título en justicia criminal del Jefferson Community College y una licenciatura del State University of New York Polytechnic Institute, fue policía y oficial de inmigración.
Trabajó como investigador y agente fronterizo antes de ser nombrado director ejecutivo Adjunto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en 2013 por Barack Obama, posteriormente se incorporó por primera vez al ICE en 2017 como director en funciones, fue conocido por sus duras medidas, como la política de separación de familias, lo cual fue criticado duramente por medios de comunicación.
Esta política migratoria tan severa tuvo consecuencias físicas y psicológicas en muchas familias, pero más en los niños que eran separados de sus seres queridos, este conjunto de medidas fue llamada como “tolerancia cero”, ejecutada durante la presidencia de Donald Trump.
Durante su periodo al frente del ICE, se registró un número récord de niños bajo custodia estadounidense, lo que causó una preocupación grande en los grupos de defensa de los derechos humanos de los migrantes que comenzaron a cuestionar sus medidas.
Para esta nueva etapa, Homan tomará un nuevo enfoque “selectivo” en las operaciones de deportación, pues ha expresado que se centrarán en identificar a las personas que tienen condenas penales previas, también ha mencionado que ejecutará medidas para controlar y sancionar las prácticas de contratación ilegal.
Se dará prioridad a las deportaciones de quienes sean considerados como “una amenaza” para la seguridad pública del país, lo que ha sembrado desconfianza entre las comunidades.
Homan ha expresado que es esencial la cooperación entre las fuerzas del orden locales y federales de inmigración para lograr los objetivos que ha establecido Trump.
Si bien, su cargo no le da todo el control sobre el ICE, Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras u otras agencias relacionadas, cuenta con la confianza que le ha expresado Trump para ejercer su voluntad.
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