El gobernador Gavin Newsom y la West Coast Health Alliance (WCHA) denunciaron la decisión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de eliminar la recomendación de vacunar universalmente contra la hepatitis B a todos los recién nacidos al nacer, medida que por más de tres décadas ha sido clave para reducir en 99% las infecciones pediátricas por este virus en Estados Unidos.
La nueva postura del ACIP, que también sugiere que los padres consulten a sus médicos sobre análisis de sangre después de cada dosis, fue aprobada sin presentar evidencia creíble que justificara modificar una política considerada una de las más exitosas en la prevención de enfermedades infantiles graves.
“La vacunación universal contra la hepatitis B al nacer salva vidas, e ignorar esta ciencia es una imprudencia”, expresó Newsom ante la decisión que calificó como una amenaza directa a la salud pública.
“Las políticas ideológicas de la administración Trump siguen generando costos cada vez más altos para los padres, los recién nacidos y todo nuestro sistema de salud pública”, destacó.
La West Coast Health Alliance —integrada por California, Oregón, Washington y Hawái— respaldó con firmeza mantener la vacunación inmediata al nacer para todos los bebés que pesen al menos 2 mil gramos (2 kilográmos), seguida del esquema completo recomendado.
La coalición subrayó que esta práctica coincide con las recomendaciones de organizaciones médicas de amplio prestigio como la Academia Estadounidense de Pediatría, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y la Sociedad Estadounidense de Enfermedades Infecciosas.
La WCHA advirtió que retrasar la primera dosis o supeditar el esquema a análisis adicionales incrementará los casos de enfermedad hepática crónica y cáncer de hígado, padecimientos que la vacuna ha demostrado prevenir con eficacia durante décadas.
“No existe evidencia que indique un beneficio de seguridad en estos cambios; sí hay evidencia de que aumentarán el daño”, señaló la coalición.
La hepatitis B es un virus altamente contagioso que puede causar enfermedad hepática crónica, insuficiencia hepática, cáncer y muerte. Puede sobrevivir hasta siete días en superficies y, antes de la adopción de la vacunación universal en 1991, miles de bebés y niños se infectaban cada año.
La vulnerabilidad es crítica, detallaron, pues hasta 90% de los bebés infectados al nacer desarrollan una infección crónica, y un cuarto de ellos muere prematuramente por complicaciones relacionadas.
“La vacuna contra la hepatitis B es eficaz, segura y fundamental”, reiteró la WCHA. “Debe seguir ofreciéndose a todos los padres dentro de las primeras 24 horas posteriores al nacimiento”.
La West Coast Health Alliance fue creada recientemente para fortalecer la cooperación interestatal y garantizar que las recomendaciones de salud pública se basen en evidencia científica, transparencia y acceso equitativo.
A través de esta asociación, los estados participantes coordinarán directrices sanitarias que se alineen con organismos médicos de confianza, con el objetivo de ofrecer recomendaciones consistentes incluso frente a cambios en las políticas federales.
Finalmente, la coalición afirmó que continuará defendiendo lineamientos basados en ciencia sólida y trabajando para que las familias mantengan acceso a medidas preventivas que han protegido durante décadas la salud de generaciones de niños.
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