
*Viviendas para devolver la dignidad a trabajadores que se recuperan de una tragedia
Un arroyo separa el recuerdo de la tragedia oscura y la esperanza de un futuro de colores. Los colores son “llamativos, de buen gusto”, dice Joaquín Jiménez, ex alcalde y ex concejal de Half Moon Bay: “verde, blanco, ladrillo”, y son los que tienen las 11 viviendas prefabricadas que ya están en sus parcelas en la comunidad de la calle Stone Pine, destinadas a trabajadores del campo de la ciudad costera.
La tragedia oscura fue el tiroteo, en enero de 2023, en una plantación de hongos a tiro de piedra del lugar donde el próximo verano jugarán hijas y nietos de campesinos en un parque de niños; donde los residentes podrán cultivar alimentos en una huerta comunitaria; donde soñarán y dormirán tranquilos, contando con los servicios normales para cualquier domicilio como el correo, el agua potable, las cloacas. Y con la seguridad de tener un techo sin goteras.
Es que, como refiere Joaquín Jiménez, “todo el país y todo el mundo vieron, a razón de la tragedia, en qué condiciones vivía la gente” que trabaja en las hongueras y otros establecimientos agrícolas de la zona: algunos de los afectados vivían en contenedores de metal, de los que se usan para enviar mercaderías por barco.
Una de las maneras de comenzar a sanar la herida y de devolverle dignidad a los campesinos (de más está decir que, en un alto porcentaje, son latinos) era buscar dónde y cómo construir viviendas por parte de la ciudad. Aunque Jiménez, como concejal, venía proponiendo la construcción de casas para trabajadores de bajos recursos desde 2021, tuvo que producirse un tiroteo mortal para que comenzaran a moverse los engranajes de la burocracia.
“Yo había propuesto que las viviendas se construyeran en propiedades que la ciudad ya tenía, como este predio. Porque lo más caro es [el terreno]. Pero había un pushback, una resistencia por parte de alguna gente y de los vecinos. Después se pudo cambiar la categoría del lote: pasó de zona agrícola a zona residencial”.
La idea original, después de sortear obstáculos y oposición, era construir cien departamentos en los casi cinco acres – o dos hectáreas- que conforman el predio de 888 Stone Pine, un cul-de-sac al que se llega atravesando complejos de casas tipo townhomes. Las futuras casas de campesinos están a unas cuatro cuadras de un centro comercial con cafés, gimnasios y restaurantes, rodeadas de árboles maduros y colinas bajas típicas de la costa. Del otro lado, se oyen a lo lejos los vehículos que entran y salen de la ciudad utilizando la ruta 92.
Después de ocurrido el tiroteo en la honguera, la ciudad de Half Moon Bay solicitó que se aprobara un pedido de construcción de casas para habitantes de bajos recursos en carácter de emergencia.
“Y se hizo la petición a la Comisión Costera del estado de California, y se aprobó. Algunos pensaban que no iba a suceder, pero sucedió”, dijo Joaquín Jiménez.
A mediados de abril de 2025 ya hay una decena de casas semi-instaladas y conectadas, pero en total serán 47. Cada día están llegando unas tres viviendas en promedio desde la zona en que se arman, al norte del estado.
“Aquí había una nursery, un vivero. La ciudad compró el terreno con el plan de hacer un parque, luego perdió una demanda y debió entregarlo, pero más tarde volvió a adquirirlo”, informó Jiménez a Peninsula 360 Press, a quien entrevistamos este Viernes Santo por la tarde, cuando ya terminaba la actividad de los constructores en el predio. Ese día, trabajadores de una empresa de pavimentación estaban nivelando partes del terreno.
“Optamos por cuarenta y siete casas. Podrían haber sido cincuenta pero quisimos dejar lugar al jardín comunitario, un parque de niños y un estacionamiento”.
Son prefabricadas de tres, dos y una recámara, “para que tengan la misma oportunidad familias grandes, medianas y también parejas”.
Se dio prioridad a diecinueve familias afectadas por el tiroteo, aunque cualquier familia de bajos recursos que reuniera las condiciones de salario podía solicitar ser incluída. Según Jiménez, el ejemplo es una familia con cuatro personas (los padres con dos hijos) que gane menos de 117 mil dólares anuales.
Para las 47 casas, ya había cien solicitudes hacia el final de Semana Santa. Según el tamaño de la vivienda, Jiménez anticipa que los nuevos dueños de su casa propia pagarán al mes entre 750 y mil 500 dólares.
La inauguración de la comunidad de campesinos de 888 Stone Pine Road se prevé para el mes de junio, en el comienzo del verano. Y Jiménez visualiza una gran fiesta, con autoridades y con la presencia del gobernador: “Que venga Gavin Newson, que nos regañó porque no construíamos viviendas. Que venga a ver lo que se puede lograr”.
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