“No estamos sometidos al destino, controlamos nuestra carrera”.
– Oscar Tanat.
“Recuerdo cuando solicité un lugar en la Ciudad de México y el dueño del venue me dijo: ‘no chavo, no metes ni a cien personas’”, contó Oscar Tanat, vocalista y productor de La bande-son imaginaire en entrevista para Mexican Press Agency (MxPA), una banda de darkwave mexicano que tiene bien presente lo difícil que fue convencer a la industria musical nacional que su proyecto tenía alas para volar alto.
Este fue el momento en el que los músicos decidieron dejar de perseguir un camino lleno de peajes y bloqueos para empezar a forjar el suyo a base de esfuerzo y constancia.

La propuesta de estos talentosos mexicanos trasciende lo que se puede considerar un concierto para desdibujar las líneas entre teatro y show musical, mismo que ha conseguido encantar a audiencias desde Costa Rica hasta Holanda. Así, los sueños de un Macario con sintetizador han cautivado a españoles, belgas y parisinos por igual.

La bande-son imaginaire conjuga elementos de la cultura tradicional mexicana con una expresión gótica para dar vida a algo nuevo, algo fresco, pero familiar. Compuesta por Óscar Tanat (vocalista y productor), Heri Tanat (Tecladista) y Bram Hernández (violinista) esta banda de origen oaxaqueño ha visitado ya varios países alrededor del mundo.
Para quien no ha escuchado alguna de las canciones de la agrupación, les sorprenderá saber que Oscar canta en español y en francés. Esta mezcla de la cultura europea reinterpretada es una de las características principales de su obra.
“Planteamos la idea de un híbrido que dialoga tanto como con la música europea y la música mexicana, pero no es un cliché mexicano”, dijo el vocalista de la agrupacióna MxPA.
Los músicos también lamentaron la idealización de la herencia indígena mexicana como un fantasma del pasado cuando en muchos lugares del país, incluyendo la Ciudad de México, estos pueblos siguen existiendo y hablando lenguas ancestrales que vieron transformarse a esta nación en la cual muchas veces son invisibilizados.
No es el mexica del museo de antropología lo que inspira a los artistas de la La bande-son imaginaire, es la herencia viva de la cultura de nuestro país, ese México profundo que no responde a modas ni está buscando convertirse en mercancía.
“La Bande toma elementos que parecían incompatibles y les pasamos un filtro ya muy personal, que aunque radica en la esencia mexicana, es el filtro de la Bande”, comentó Bram.
También comentaron a MxPA el rechazo que sienten a la industria musical mexicana que (salvo a unas excepciones) se esfuerza poco o nada en impulsar un arte nacional novedoso. Según los artistas, es la ceguera de esta industria lo que les impide ver más allá de un puñado de propuestas musicales para poder descubrir nuevos horizontes.
Es esta crítica lo que bastó para encender el motor que ahora los impulsa a aceptar la responsabilidad que sus fans les han otorgado de ser, en palabras de Bram, “nuestros tres guerreros mexicanos que van a hacer un cambio en el extranjero”.
¿Cómo llevar lo mexicano a escenarios europeos?
Para La bande-son imaginaire existía una preocupación especial por conectar con el público en Bélgica dada la diferencia en idioma y cultura entre ambos países. Estos artistas mexicanos que retoman el francés en sus letras no son ajenos al viejo mundo, pero la idea de tocar lejos de naciones de lengua romance les presentaba un desafío.

“(Teníamos) la preocupación de que no los llenáramos, de que no les provocáramos lo que nosotros les queríamos causar”, recordó Heri.
“Era preocupante cómo transmitir ideas que son meramente mexicanas. Cómo poder comunicar con otro tipo de visión cultural, artística, social, de comportamiento”, complementó Bram al respecto de tratar de establecer una conexión con estos países distantes a nuestra realidad latinoamericana.
El reto de compartir lo mexicano con las audiencias internacionales “No solo es el lenguaje como código, también es la transmisión de la cultura. Cómo llegas con un proyecto que tiene muchos elementos mexicanos y que esos elementos no necesariamente significan algo para el que los ve”, dijo Oscar, que también como antropólogo está siempre consciente de la barrera que se tiene que romper para transmitir el sentimiento y esencia de su obra.
El resultado del esfuerzo y de la sensibilidad de los músicos para conectar con audiencias europeas está documentado en los tantos videos en vivo de la banda. Lo que empezó con dudas, terminó en un gozo de lo oscuro para todos los involucrados.
¿Qué falta a los artistas para proyectarse a nivel internacional?
La agrupación ahora experimentada en toures fuera del país contestó contundentemente: Tener visión empresarial y no esperar a que alguien resuelva su camino.

“Hay muchos artistas que tienen un gran producto pero ahí se quedan porque no tienen visión empresarial, creen que el hecho de cobrar está peleado con el crear”, reflexionó Oscar durante la entrevista. Para el vocalista oaxaqueño, no falta talento en nuestra tierra, lo que no se tiene es la iniciativa de llevarlo al siguiente nivel.
Las bandas mexicanas carecen en este sentido de una estrategia de márketing, de difusión y de autoorganización que les permita romper las cadenas que representa la industria musical tradicional.
Esta iniciativa les ha servido también en el extranjero pues comentan que en París, un promotor les dijo que no creía que el proyecto convocara mucha gente y se iba a rentar un lugar pequeño para cobrar ocho euros por persona. Los músicos mexicanos no se quedaron contentos con esta respuesta y decidieron organizar personalmente un show en la ciudad francesa.
Con la ayuda de la esposa de Oscar, navegaron la burocracia europea y se informaron de todo lo necesario para organizar su propio evento. Este experimento terminó siendo un éxito, el concierto se llenó y los artistas lograron recuperar toda su inversión. Aprendieron del proceso de organizar eventos en el viejo mundo y deleitaron a los parisinos con una ola de Sintetizador oscuro traído directamente de México.
Los hermanos Tanat reconocieron que esto no fue fácil, “que no nacieron” con la visión empresarial, la desarrollaron como única opción ante una serie de puertas cerradas.
El reconocimiento que estos artistas han logrado es el fruto de tomar con sus manos su propio destino para conjurar sobre el mundo notas oscuras que no existían antes. Es el resultado de no esperar sentados a que nos vengan a rescatar del extranjero, sino trabajar para exportarse a ellos mismos allá donde Baudelaire a la mexicana haga falta ser escuchado.
La bande-son imaginaire se estará presentando en el Teatro Metropólitan en la Ciudad de México este 5 de septiembre y prometen traer un espectáculo lleno de sorpresas pues en palabras de Heri, tecladista de la banda “(vamos a estar) en un teatro y el teatro es nuestro fuerte también desde hace mucho tiempo”.
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