
By Brandon Pho. San Jose Spotlight. Peninsula 360 Press.
Los productores del sur del condado están caminando por la cuerda floja entre confiar en que la administración Trump los apoyará y al mismo tiempo esperar que sus trabajadores no sean atrapados en las redadas de ICE.
Las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en el este de San José han generado preocupación sobre si los trabajadores agrícolas inmigrantes se sentirán lo suficientemente seguros para trabajar durante la próxima temporada de cosecha, especialmente en las franjas de tierra cultivable del sur del condado.
Hasta que la cosecha de verano esté en pleno apogeo, aún se desconoce el impacto de las redadas del ICE en los trabajadores, los agricultores y la comunidad.
Los funcionarios de la División de Agricultura del Condado de Santa Clara, quienes ayudan a combatir las especies invasoras y a hacer cumplir las regulaciones sobre la precisión de los precios de los productos agrícolas, afirmaron que aún no han observado ningún impacto debido a que la temporada de cosecha de verano aún está en sus inicios.
La Comisionada Agrícola Adjunta, Helena Roberts, indicó que su oficina debería tener una idea más clara para septiembre u octubre, cuando los productos agrícolas estén en su punto máximo de recolección.
“Los cultivos siguen creciendo, pero podríamos empezar a ver escasez de mano de obra o retrasos en las cosechas y prácticas agrícolas críticas”, declaró Roberts a San José Spotlight. “Podríamos ver un aumento en el costo de la mano de obra debido a que la mano de obra disponible podría disminuir, lo que podría generar precios más altos. Si la situación se agrava y tenemos menos trabajadores disponibles en los campos, podríamos tener casos extremos de agricultores que no puedan cosechar sus cultivos”.
El valor bruto de la producción agrícola del condado de Santa Clara en 2023 superó los 371 millones de dólares, lo que representa un aumento del 3.5 por ciento con respecto a 2022, cuando fue de casi 359 millones de dólares, según el Informe de Cultivos del Condado de Santa Clara de 2023. Un informe de 2021 mostró que hay aproximadamente 8000 trabajadores agrícolas en el condado.
“Estados Unidos depende de la mano de obra inmigrante, y cuando se elimina esa mano de obra, afectará a todos los niveles de la sociedad”, declaró Darlene Tenes, defensora de los trabajadores agrícolas inmigrantes, a San José Spotlight. “A algunas personas simplemente no les importará hasta que les afecte: cuando suba el precio de los alimentos, cuando no haya nadie que cuide a sus hijos, cuando sea imposible construir”.
Mientras tanto, los productores están equilibrando su optimismo acerca de las políticas del presidente Donald Trump de priorizar a los agricultores con los temores sobre cómo las políticas de inmigración podrían afectar a su fuerza laboral.
Bill Christopher, socio gerente del famoso Rancho Christopher en Gilroy, a menudo considerado el mayor productor de ajo del país, afirmó que los trabajadores siguen acudiendo a las miles de hectáreas del rancho. La empresa cuenta con unos 500 empleados a tiempo completo y cerca de 2000 personas en los campos durante el verano.
“Hay algo de nerviosismo. Es lo que también he escuchado en la zona: nadie está sin trabajar”, dijo Christopher a San José Spotlight. “Creo que todos lo tienen presente y no están muy seguros de qué va a pasar. Y nosotros tampoco”.
Lo mismo ocurre con Chiala Farms, que se especializa en pimientos y ajo en Morgan Hill.
Tim Chiala, hijo del fundador George Chiala, dijo que él tampoco ha sentido ningún efecto todavía. Sin embargo, afirmó que las medidas represivas de ICE están en la mente de todos.
“Mis empleados están nerviosos en general. Lo que está sucediendo en este momento es más psicológico para ellos”, dijo Tim Chiala a San José Spotlight.
Agregó que su granja depende especialmente de la mano de obra humana porque sus cultivos son más especializados.
“Aún no hay cosecha mecánica para muchos de nuestros productos, así que dependemos mucho de la mano de obra para que venga a cosechar”, dijo. “Y si se pierden las oportunidades, un día a mitad de temporada, nunca se recupera. Siempre lo tenemos presente”.
Chiala es funcionario de la Oficina Agrícola del Condado de Santa Clara, una red de aproximadamente 300 agricultores que defienden los intereses agrícolas a nivel de condado, estatal y nacional. A su vez, comentó que aún no ha visto a ningún agricultor contactar a la oficina en busca de ayuda con sus problemas laborales.
Dijo que sus trabajadores agrícolas, así como los de otras granjas de prestigio, suelen provenir del programa federal H-2A, que permite a los empleadores estadounidenses traer a personas de México a Estados Unidos para ocupar empleos agrícolas temporales. Estos trabajadores se consideran más seguros o más protegidos de las autoridades migratorias, aunque siguen sin protección en otros aspectos.
“Muchos de nosotros recurrimos al H-2A porque hubo una época en que la mano de obra era escasa y no queríamos arriesgarnos a quedarnos sin personal”, señaló Tim Chiala. “Pero no puedo hablar por todos. Es más caro y frustrante”.
Christopher dijo que le gustaría que Trump cumpliera con sus recientes declaraciones de proteger a los trabajadores agrícolas. Trump reconoció a principios de este mes que las operaciones de ICE se llevaron a “trabajadores muy buenos y veteranos”.
Según se informa, Trump indicó que la administración pausaría las redadas en granjas, hoteles y otros negocios de ocio, pero las industrias no han visto un plan formal del presidente.
“Algo tendrá que pasar. No sé si implementarán algún tipo de amnistía o programa de trabajo si ya tienes empleo, una vía para obtener la tarjeta de residencia permanente”, destacó Christopher. “Trump acaba de anunciar que han suspendido todas las redadas contra la actividad de los trabajadores agrícolas. Eso es bueno. Especialmente durante la temporada de cosecha. Estoy seguro de que el gobierno logrará algo que no perjudique a los agricultores. Trump ha sido un gran defensor de las granjas y de un suministro seguro de alimentos en Estados Unidos”.
Chiala detalló que su oficina agrícola confía en que pueden dialogar con la administración Trump.
“La mayoría de los agricultores creen que pueden trabajar con alguien como Trump porque es un hombre de negocios. Pero quién sabe qué puede pasar”, dijo. “Gran parte de la razón por la que algunos lo apoyamos fue para sacar al gobierno de nuestras vidas, para que no formara parte de ellas cada segundo”.
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la mayoría de los trabajadores agrícolas nacidos en el extranjero son extranjeros y la mayoría de ellos no están autorizados. Con frecuencia, reciben salarios inferiores a los de los trabajadores de la minería, la tala, la manufactura, la construcción y los servicios.
Roberts, cuya oficina organiza capacitaciones periódicas para trabajadores de campo, dijo que se siente alentada por la sesión “que tuvo buena asistencia” del mes pasado.
“Eso significa que la gente se siente segura al venir con nosotros”, refirió. “Veo que en otros lugares la participación ha sido muy baja. Creo que depende de cómo te conectes con ellos y de si confían en ti. Ahora mismo, la gente tiene miedo”.
Roberts insta a los empleadores de trabajadores agrícolas a que preparen a su personal con recursos e información sobre sus derechos, como las directrices estatales sobre qué deben hacer los empleadores si un agente de inmigración intenta ingresar a su lugar de trabajo. El condado de Santa Clara también ofrece recursos en línea, como información sobre la Red de Respuesta Rápida local para encuentros con ICE.
Tenes dijo que las medidas represivas están afectando a las personas que “sólo quieren trabajar”.
“Por mucho que la gente se queje de los inmigrantes, los necesitamos”, declaró a San José Spotlight. “Nuestra industria agrícola se beneficia de la mano de obra indocumentada”.
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