
La Proposición 50, que será votada el 4 de noviembre de 2025 en una elección especial en California, podría tener amplias repercusiones en materia de salud pública, seguridad económica e inmigración a nivel nacional.
La medida, que propone redibujar los distritos electorales del estado para las elecciones de 2026, 2028 y 2030, también podría alterar el equilibrio político del Congreso de Estados Unidos, otorgando hasta cinco nuevos escaños al Partido Demócrata y definiendo el rumbo de futuras políticas federales.
Actualmente, los republicanos mantienen una estrecha mayoría de 219 a 214 escaños, con dos vacantes. Si la medida se aprueba, los demócratas californianos podrían pasar de 43 a 48 representantes en la Cámara Baja, lo que —según analistas— bastaría para revertir el control del Congreso.
El impulso a la Proposición 50 surge luego de que, bajo la dirección de Donald Trump, los republicanos en Texas redibujaran sus distritos para obtener hasta cinco nuevos escaños conservadores. En contraste, California es el único estado que someterá el rediseño de distritos a la decisión directa de los votantes, otorgándoles la última palabra sobre los nuevos mapas.
El resultado de esta votación influirá inmediatamente en las elecciones legislativas intermedias de 2026, pues determinará qué candidatos podrán competir y en qué distritos. Si la medida se aprueba, cinco congresistas republicanos —Doug LaMalfa (CD-1), Kevin Kiley (CD-3), David Valadao (CD-22), Ken Calvert (CD-41) y Darrell Issa (CD-48)— se enfrentarán a distritos más competitivos con mayor registro demócrata.
El debate sobre la Proposición 50 también está ligado al rumbo de la política federal. En julio, el Congreso, con mayoría republicana, aprobó el proyecto de reconciliación H.R.1 (One Big Beautiful Bill Act), que establece prioridades presupuestales para la próxima década e incluye recortes históricos a programas de salud, seguridad alimentaria y asistencia familiar.
La legislación republicana contempla más de un billón de dólares en recortes a Medicaid y al mercado del Affordable Care Act (ACA), lo que podría dejar sin cobertura a 3.4 millones de californianos en los próximos diez años, según datos de la Kaiser Family Foundation. Más del 40 % de los residentes del estado depende de Medi-Cal y Covered California.
Los demócratas en el Congreso impulsan el Protecting Health Care and Lowering Costs Act of 2025, que revertiría esos recortes y extendería los subsidios fiscales del ACA. Ningún legislador republicano ha apoyado públicamente la iniciativa.
Además, el plan republicano impone una prohibición de financiamiento por un año a clínicas que ofrecen abortos, como Planned Parenthood, lo que ya provocó el cierre de cinco centros en el norte de California. El fiscal general Rob Bonta y otros 22 fiscales estatales demandaron al gobierno federal, argumentando que la medida viola los derechos constitucionales de estas organizaciones.
El mismo proyecto recorta en 20 por ciento el presupuesto del programa SNAP (CalFresh en California), afectando a más de 5 millones de beneficiarios y a la economía agrícola del estado. Los demócratas proponen revertir los recortes con las iniciativas Closing the Meal Gap Act y Restoring Food Security for American Families and Farmers Act.
También se reduce la elegibilidad para el Crédito Fiscal por Hijos —de 2 mil dólares por niño—, lo que excluiría a unos 910 mil menores californianos cuyos padres no tienen número de Seguro Social.
El proyecto republicano asigna 170 mil millones de dólares adicionales para control migratorio, incluidos 45 mil millones para nuevos centros de detención y 30 mil millones para ampliar el presupuesto del ICE, que se triplicaría hasta superar el de la mayoría de los ejércitos del mundo.
Por su parte, legisladores demócratas abogan por mayor supervisión del ICE y por políticas que incluyan rutas hacia la ciudadanía y protección para los Dreamers.
Finalmente, el proyecto republicano otorga 890 mil millones de dólares en recortes fiscales a millonarios durante la próxima década. Los demócratas han respondido con el Billionaires Income Tax Act, que busca gravar las ganancias de capital no realizadas de las grandes fortunas.
La Proposición 50 será decidida por los votantes el 4 de noviembre de 2025. Todos los electores registrados recibirán una boleta por correo y podrán entregarla en centros de votación o puntos oficiales antes del cierre de urnas.
Los resultados de esta elección determinarán no solo los distritos electorales de California, sino el futuro del Congreso estadounidense y las políticas nacionales sobre salud, economía y derechos civiles.
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