El cáncer de mama es el segundo más común entre mujeres, y de acuerdo con estimaciones del gobierno de Estados Unidos, 1 de cada 8 mujeres desarrollará esta enfermedad a lo largo de su vida, mientras que 281 mil 550 serán diagnosticadas en EE.UU. durante 2021.
En el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, de acuerdo con la Sociedad Americana contra el Cáncer, éste es el más común entre las mujeres estadounidenses.
Actualmente, el riesgo promedio de una mujer en EE. UU. de padecer cáncer de seno en algún momento de su vida es de aproximadamente el 13 por ciento. Esto significa que hay una probabilidad de 1 en 8 de padecerlo.
Se prevé que este año sean diagnosticados alrededor de 49 mil 290 nuevos casos de carcinoma ductal infiltrante (el más común entre los cánceres de seno) mientras que alrededor de 42 mil 170 mujeres morirán por esta enfermedad.
En los últimos años, las tasas de incidencia han aumentado en un 0.5 por ciento por año.
Actualmente, el cáncer de seno es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres, solo detrás del cáncer de pulmón. La probabilidad de que una mujer muera por esta causa es de aproximadamente de 1 en 39 ‒alrededor de 2.6 por ciento.
Desde 2007, las tasas de mortalidad por cáncer de seno se han mantenido estables en las mujeres menores de 50 años, y han continuado disminuyendo en las de mayor edad.
Actualmente, existen más de 3.8 millones de sobrevivientes del cáncer de seno en los Estados Unidos. Este número incluye a las mujeres que aún están en tratamiento y a aquellas que lo han completado.
Se cree que estos descensos se deben a las pruebas de detección, a un mejor acceso a la información y a mejores tratamientos.
Pero, ¿qué es el cáncer de mama?
El cáncer de seno se origina cuando las células mamarias comienzan a crecer sin control.
Las células cancerosas del seno normalmente forman un tumor que a menudo se puede observar en una radiografía o se puede palpar como una masa o bulto. Ocurre casi exclusivamente en las mujeres, pero los hombres también lo pueden padecer.
Es importante saber que la mayoría de los bultos en los senos son benignos es decir no malignos o cancerosos. Los no cancerosos o benignos son crecimientos anormales, pero no se propagan fuera de los senos. Estos tumores no representan peligro para la vida, aunque algunos tipos de bultos benignos pueden aumentar el riesgo de malignidad.
Cualquier bulto o cambio en el seno debe ser examinado por un médico.
¿En dónde se origina el cáncer de seno?
Los cánceres pueden originarse en diferentes partes del seno. La mayoría comienza en los conductos que llevan la leche hacia el pezón ‒cánceres ductales‒, algunos se originan en las glándulas que producen leche ‒cánceres lobulillares‒, y también hay otros tipos que son menos comunes como el tumor filodes y el angiosarcoma.
Un pequeño número de cánceres comienza en otros tejidos del seno. A éstos se les llama sarcomas y linfomas, y en realidad no se les consideran malignos.
¿Cómo se propaga?
El cáncer de seno se puede propagar cuando las células cancerosas alcanzan la sangre o el sistema linfático y llegan a otras partes del cuerpo.
El sistema linfático es una red de vasos linfáticos en todo el cuerpo que conecta a los ganglios linfáticos ‒pequeñas agrupaciones, con forma de fríjol, de células del sistema inmunitario.
El líquido transparente dentro de los vasos linfáticos, llamado linfa, contiene productos derivados de los tejidos y material de desecho, así como células del sistema inmunitario. Los vasos linfáticos transportan líquido linfático fuera de los senos. En el caso del cáncer de seno, las células cancerosas pueden ingresar en los vasos linfáticos y comenzar a crecer en los ganglios linfáticos.
La mayoría de los vasos linfáticos del seno drenan hacia:
- Los ganglios linfáticos localizados debajo del brazo (ganglios axilares)
- Los ganglios linfáticos que rodean la clavícula (ganglios linfáticos supraclaviculares [encima de la clavícula) e infraclaviculares (debajo de la clavícula)
- Los ganglios linfáticos que se encuentran en el interior del tórax y cerca del esternón (ganglios linfáticos mamarios internos).
Si las células cancerosas se han propagado a sus ganglios linfáticos hay una mayor probabilidad de que las células se hayan desplazado por el sistema linfático y se hayan propagado ‒metástasis‒ a otras partes del organismo.
Mientras más ganglios linfáticos haya con células cancerosas del seno, mayor es la probabilidad de encontrar cáncer en otros órganos. Debido a esto, encontrar cáncer en uno o más ganglios linfáticos a menudo afecta el plan de tratamiento. Generalmente, se necesita cirugía para extirpar uno o más ganglios linfáticos para saber si el cáncer se ha propagado.
Sin embargo, no todas las mujeres con células cancerosas en sus ganglios linfáticos presentan metástasis, y es posible que algunas de ellas sin células cancerosas en ganglios linfáticos desarrollen metástasis más adelante.
Riesgos y prevención del cáncer de mama
Si bien es cierto que no hay un método para prevenir el cáncer de seno de manera absoluta, sí hay medidas que se pueden tomar para disminuir el riesgo.
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de padecer una enfermedad.. No obstante, aun cuando se tenga uno, o hasta muchos factores de riesgo, no significa que necesariamente se padecerá la enfermedad.
El consumo de bebidas con alcohol está claramente relacionado con un aumento en el riesgo de padecer cáncer de seno, y aumenta con la cantidad consumida. En comparación con las mujeres que no beben alcohol, aquellas que toman 1 bebida alcohólica al día tienen un pequeño aumento ‒alrededor del 7 al 10 por ciento‒, mientras que las mujeres que beben de 2 a 3 tragos al día tienen aproximadamente un 20 por ciento más de riesgo que las que no beben alcohol.
El sobrepeso o la obesidad después de la menopausia es otro factor de riesgo. Antes de la menopausia, los ovarios producen la mayor cantidad de estrógeno, y el tejido adiposo solamente una pequeña parte de la cantidad total. Después de la menopausia (cuando los ovarios dejan de producir estrógeno), la mayor parte del estrógeno de una mujer proviene del tejido adiposo. Un exceso de tejido adiposo después de la menopausia puede elevar los niveles de estrógeno y aumentar la probabilidad de padecer cáncer de seno.
La evidencia que vincula la actividad física con la reducción en el riesgo de cáncer de seno, especialmente en las mujeres que han pasado por la menopausia, está aumentando. Sólo falta determinar cuánta actividad es necesaria. Algunos estudios han encontrado que incluso solo un par de horas a la semana podría ser beneficioso, aunque más actividad parece ser mejor.
Las mujeres que no han tenido hijos o aquellas que tuvieron su primer hijo después de los 30 años tienen en general un riesgo ligeramente mayor.
La mayoría de los estudios sugieren que la lactancia podría disminuir ligeramente el riesgo de cáncer de seno, especialmente si se prolonga por 1 año o más. Pero esto ha sido algo muy difícil de estudiar, especialmente en lugares como Estados Unidos, en donde la lactancia por un periodo tan prolongado no es común.
Si usted es mujer con mayor riesgo de padecer cáncer de seno ‒por ejemplo, debido a un antecedente familiar significativo, una mutación genética conocida que aumenta el riesgo de cáncer de seno, como en el gen BRCA1 o el BRCA2, o si ha tenido carcinoma ductal in situ o carcinoma lobulillar in situ‒ hay algunas medidas útiles para reducir la probabilidades de padecerlo o ayudar a descubrirlo a tiempo:
- Asesoramiento y pruebas genéticas para el riesgo de cáncer de seno
- Observación minuciosa para buscar signos tempranos
- Medicamentos para reducir el riesgo
- Cirugía preventiva (profiláctica)
Su médico puede ayudar a determinar su riesgo de cáncer de seno, y le puede indicar si alguna de estas opciones puede ser adecuada.
Este año está enmarcado por el 30 aniversario del Programa Nacional de Detección Temprana del Cáncer de Mama y Cervical, el cual ofrece exámenes gratuitos de estos tipos de cáncer a mujeres de bajos ingresos, sin seguro o con seguro insuficiente en todos los estados, así como en muchas organizaciones y territorios.
Para encontrar información sobre cómo hacerse la prueba de detección a través de este programa, se puede visitar el sitio https://www.cdc.gov/cancer/nbccedp/screenings.htm. Para obtener más información sobre el cáncer de mama se puede visitar www.cancer.gov/breast. Los especialistas en información del Instituto Nacional del Cáncer también están disponibles para ayudar a responder preguntas relacionadas con la enfermedad en inglés y español al teléfono 1-800-422-6237.
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