Por Kiley Russell. Bay City News.
Apenas unos días después de que una importante diócesis católica del Área de la Bahía se declarara en bancarrota frente a cientos de posibles demandas por abuso sexual, la Diócesis de Oakland anunció que está considerando seriamente hacer lo mismo.
En una carta a los feligreses que también se envió a los medios de comunicación este jueves, el obispo Michael Barber dijo que «está considerando seriamente la posibilidad de declararse en bancarrota del Capítulo 11».
La carta de Barber llega solo tres días después de que la Diócesis de Santa Rosa se declarara en bancarrota del Capítulo 11 ante más de 200 posibles demandas por abuso sexual.
En ambos casos, los líderes de la iglesia citan una ley estatal que abrió una ventana de tres años que permite que las demandas por abuso sexual infantil avancen a pesar de las normas de prescripción que habían impedido demandas anteriores.
«Desde el cierre de la ventana de presentación el 31 de diciembre de 2022, se nos ha informado que puede haber aproximadamente 330 demandas presentadas contra nuestra diócesis», señaló Barber.
«Después de mucha oración y consejos bien pensados, creo que la bancarrota puede proporcionar una forma de apoyar a todos los sobrevivientes en su viaje hacia la curación de una manera equitativa e integral», destacó Barber. «También permitirá a la diócesis reorganizar nuestros asuntos financieros para que podamos continuar cumpliendo la sagrada misión que Cristo y la Iglesia nos han encomendado».
En una sección de preguntas frecuentes en el sitio web de la diócesis, los líderes de la iglesia dijeron que la posible decisión de declararse en bancarrota no tiene la intención de minimizar sus responsabilidades con los sobrevivientes de abuso sexual.
El proceso del Capítulo 11 es transparente y «permite a todos los reclamantes un acceso equitativo y una participación equitativa en los activos disponibles para pagar las reclamaciones», al mismo tiempo que permite que la iglesia continúe con su «misión como Iglesia Católica en los condados de Alameda y Contra Costa», según el sitio web.
La iglesia tiene «reservas de efectivo limitadas», pero el seguro y la posible venta de activos infrautilizados también podrían ayudar a pagar algunos de los reclamos, según el sitio web.
Un abogado de una firma que representa a casi 100 personas con reclamos de abuso sexual contra la Diócesis de Oakland dijo que la posible declaración de bancarrota es una estrategia para eludir la total transparencia y responsabilidad.
«Desafortunadamente, es otra puñalada para ocultar información sobre los perpetradores y los crímenes cometidos por y a través de la iglesia, así como sus bienes e información financiera, en beneficio de la iglesia a expensas de aquellos que han sido gravemente dañados cuando eran niños», subrayó Jennifer Stein de Jeff Anderson and Associates.
Stein dijo que es una táctica que han utilizado más de 20 diócesis en todo el país porque, en parte, cambia el enfoque legal lejos de los hechos de los casos y lo pone en la capacidad de la iglesia para mantenerse a flote financieramente.
Stein dijo que espera ver más declaraciones de quiebra de este tipo en un futuro próximo.
«Estas son instituciones que han agraviado a los niños durante décadas y han puesto sus propios intereses y sus propias finanzas por encima de la seguridad de los niños una y otra vez», dijo.
Un portavoz de la diócesis dijo que aún no hay un cronograma sobre cuándo se tomará una decisión sobre la declaración de bancarrota.
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