El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, y los republicanos de la Cámara de Representantes alcanzaron un acuerdo para elevar el techo de deuda hasta enero de 2025 a cambio de límites en el gasto durante los próximos dos años. Sin embargo, la medida podría no ser suficiente para garantizar una economía estable, consecuencias que tendrían que pagar los estadounidenses.
Así lo señalaron especialistas durante una conferencia de prensa organizada por Ethnic Media Services, en la cual realizaron un análisis sobre el tema y explicaron de qué manera la economía del país se ve afectada o beneficiada.
El acuerdo llega en un momento importante para la figura política del presidente. Al lograr unir fuerzas entre los partidos, Biden busca sumar puntos para el ala demócrata y dejar una buena impresión ante las próximas elecciones que se llevarán a cabo en 2024, donde busca la reelección. Sin embargo, el tema debe ir mucho más allá de la política y centrarse en las personas.
El techo de deuda es establecido por el Congreso y es la cantidad máxima que se puede pedir prestada para financiar las obligaciones del gobierno que ya fueron autorizadas, y que al registrar un déficit presupuestario o al considerar que los ingresos recaudados no son suficientes, se busca elevarlo para no caer en impago.
Rachel Snyderman, directora adjunta de política empresarial y económica del Centro de Política Bipartidista, mostró su preocupación en la negociación del acuerdo debido a la lista de prioridades y las reducciones que se aplicarán principalmente en los programas sociales, por lo que recomendó buscar nuevos generadores de ingresos que no afecten a los ciudadanos.
«El proyecto de ley también falló en ver nuevas formas de generar ingresos, tenemos un déficit muy grande y el proyecto de ley no está haciendo nada para ver esa parte. Es hora de que los legisladores hagan algo para generar ingresos sin considerar los impuestos y entonces enfocarse sólo en el gasto discrecional que es una pequeña parte del presupuesto», subrayó la economista.
Para Snyderman, el aumento del techo de deuda no es suficiente, pues se ha solicitado muchas veces y al final los afectados son los ciudadanos. Por eso, propuso buscar otras vías de recaudación como facilitar los trámites para las empresas y así lograr atraer inversión que genere más empleos, o considerar la inmigración para obtener nuevos ingresos.
Para los estadounidenses, tener una deuda es preocupante. Los costos de los intereses pasan a ser problema del gobierno y se deja de financiar programas sociales de los cuales dependen millones de familias.
Por su parte, Shannon Buckingham mencionó que entre las cosas que están en juego en este tema están los efectos negativos amplios en la economía, situación que los ciudadanos conocen bien pues saben que serán afectados y sus beneficios se pueden ver retrasados.
«Este acuerdo recorta parte del presupuesto que cubre la educación, entrenamiento laboral, vivienda, seguridad alimentaria y muchas áreas de financiamiento que son inversiones necesarias para las personas, principalmente para las comunidades menos favorecidas», puntualizó.
Por su parte Lindsay Owens, directora ejecutiva de Groundwork Collaborative, explicó que la decisión del aumento del techo de deuda es un acto necesario para mantener la economía del país y evitar entrar en el impago, lo que generaría más problemas económicos.
Sin embargo, coincidió en que se debe considerar que la inflación afectará el financiamiento de los recursos y seguirá existiendo una pérdida económica para los estadounidenses.
«El aumento se verá reflejado en recortes por la inflación, aunque congelen el financiamiento. En un mundo donde la inflación es de 4 a 5 por ciento, la inflación se come esa parte primero y entonces hay 4 o 5 por ciento menos recursos disponibles. Son 5 por ciento menos en viviendas, veremos menos recursos para ayuda en asistencia, en los programas para niños y adultos mayores. Es importante entender eso, que ese financiamiento extra no va a cubrir los efectos de la inflación», puntualizó.
La medida aprobada este viernes ha generado muchas opiniones políticas, sin embargo, el tema de la economía del país involucra los bolsillos de todos los ciudadanos, por lo que no se debe politizar el techo de deuda entre partidos y personajes.
Los expertos concluyeron que es necesario ver y analizar las medidas tomadas, y cómo, desde que se creó el techo de deuda, hace más de un siglo, no se ha recaudado dinero de otra manera, manteniendo las afectaciones en los más vulnerables.
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