
La ciudad de Nueva York se prepara para elegir el próximo martes 4 de noviembre de 2025 a su nuevo alcalde, en una elección que trasciende los límites locales y se perfila como un barómetro político nacional. El relevo del actual alcalde Eric Adams pondrá a prueba la fuerza del ala progresista del Partido Demócrata y su capacidad para enfrentar el discurso conservador del presidente Donald Trump, en un contexto de creciente polarización en Estados Unidos.
De acuerdo con la encuesta de la Universidad de Quinnipiac publicada el 28 de octubre, el candidato demócrata Zohran Mamdani encabeza las preferencias con 43 por ciento de apoyo, seguido por Andrew Cuomo (33 por ciento) y el republicano Curtis Sliwa (14 por ciento).
El sondeo confirma una tendencia ascendente para el joven político de Queens, quien se ha convertido en el rostro más visible del progresismo urbano estadounidense.
A sus 34 años, Mamdani representa una nueva generación dentro del Partido Demócrata. Nacido en Kampala, Uganda, e hijo de la cineasta Mira Nair y del académico Mahmood Mamdani, llegó a Nueva York siendo niño y creció en Astoria, Queens. Su formación en Estudios Africanos por Bowdoin College y su trabajo comunitario como consejero en prevención de ejecuciones hipotecarias lo llevaron a involucrarse en la defensa de los derechos de las familias trabajadoras.
En 2020, fue electo asambleísta estatal y se convirtió en una de las figuras más influyentes del ala progresista del partido, junto con Alexandria Ocasio-Cortez y Jamaal Bowman. Militante de los Democratic Socialists of America (DSA), Mamdani ha impulsado una agenda centrada en la justicia económica, la vivienda asequible y el transporte público gratuito.
Sus propuestas incluyen congelar los alquileres en viviendas con renta estabilizada, hacer gratuito el transporte en autobuses, crear tiendas de abasto municipales para combatir la inflación alimentaria y elevar el salario mínimo a 30 dólares por hora para 2030.
La elección neoyorquina tiene un peso político considerable: Nueva York no solo es la ciudad más grande y diversa del país, sino también uno de los bastiones demócratas más simbólicos. Un triunfo de Mamdani sería interpretado como una validación del giro progresista dentro del partido, en contraste con el sector moderado representado por figuras como Adams y Cuomo.
Además, su victoria tendría repercusiones directas en el tablero nacional rumbo a las elecciones presidenciales de 2028, ya que consolidaría a Nueva York como epicentro del movimiento progresista urbano y podría inspirar candidaturas similares en otras grandes ciudades como Chicago, Los Ángeles y Filadelfia.
Analistas como Errol Louis (CNN) y Ross Barkan (The Guardian US) señalan que una eventual administración Mamdani pondría a prueba la capacidad del progresismo para convertir sus ideales en políticas públicas viables, especialmente en temas de financiamiento urbano, seguridad y gestión económica.
El presidente Donald Trump ha convertido la elección de Nueva York en un símbolo ideológico. Durante un mitin en Pensilvania el 26 de octubre, llamó a Mamdani “mi pequeño comunista” y advirtió que “Nueva York pagará las consecuencias si elige un alcalde socialista”.
La declaración fue interpretada como una muestra del temor republicano ante el avance de líderes progresistas en las grandes urbes, especialmente entre jóvenes y minorías.
Para el Partido Demócrata, el resultado de esta elección podría marcar un punto de inflexión estratégico: si Mamdani gana, se fortalecerá el discurso que busca conectar con las clases trabajadoras urbanas y con las comunidades migrantes que ven en él un portavoz de inclusión y equidad. Si pierde, se reforzarán las voces moderadas que piden volver a una línea centrista para frenar a Trump en el ámbito nacional.
A pesar de la popularidad de Mamdani, algunos sectores empresariales y analistas económicos han expresado reservas sobre el alto costo fiscal de sus propuestas.
No obstante, su campaña se ha centrado en la idea de que “una ciudad justa no es un lujo, es una necesidad”, apelando a la desigualdad creciente que afecta a más del 46 por ciento de los inquilinos en Nueva York, según datos del Censo de Estados Unidos (ACS 2023).
En los próximos días, el electorado neoyorquino decidirá entre la continuidad pragmática del modelo actual y la visión transformadora que promete Zohran Mamdani. Pero más allá de las fronteras de la Gran Manzana, la elección de 2025 será una prueba del pulso ideológico del Partido Demócrata y de su capacidad para disputar el discurso económico y cultural al trumpismo.
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