
Con un amplio respaldo ciudadano, California giró una página histórica al aprobar la Propuesta 50, una medida que rediseña los distritos electorales del Congreso y refuerza la influencia demócrata en el estado más poblado del país.
Según datos oficiales de la Secretaría de Estado de California y la agencia Associated Press, el “sí” obtuvo 64.5 por ciento de los votos (4,216,069 sufragios), frente al 35.5 por ciento del “no” (2,318,717 votos), con 36.7 por ciento de los precintos reportados. Con ello, el mapa electoral del “Estado Dorado” experimentará una transformación profunda que entrará en vigor a partir de 2026.
La nueva legislación suspende los mapas creados por la Comisión Ciudadana de Redistritación, vigente desde 2008, y transfiere el poder de trazar los distritos a la Legislatura estatal, dominada por el Partido Demócrata.
Actualmente, los demócratas ocupan 43 de los 52 escaños federales en California. Con los nuevos límites, aspiran a llegar a 48 curules, un avance que podría resultar decisivo para recuperar el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de 2026.
“Esta reforma garantiza una representación más justa y moderna de nuestras comunidades”, celebró el gobernador Gavin Newsom, impulsor de la medida, poco después de conocerse los resultados.
La Propuesta 50 modifica la composición de zonas clave del estado. En el norte, distritos rurales de mayoría conservadora se conectan ahora con áreas urbanas y costeras de fuerte tendencia progresista, como Marin County o el Área de la Bahía, lo que consolida el dominio azul en regiones donde antes competían ambos partidos.
Analistas de FiveThirtyEight estiman que el nuevo mapa podría sumar hasta cinco escaños adicionales al bloque demócrata. “California se convierte en la joya de la corona en la batalla por el Congreso”, escribió el medio especializado.
Esta decisión llega en medio de una guerra nacional por la redistribución de distritos, donde estados republicanos como Texas, Misuri, Carolina del Norte y Ohio han rediseñado sus mapas para fortalecer a su partido.
Los demócratas han respondido con estrategias similares en Illinois, Maryland, Nueva York y ahora California, buscando equilibrar la balanza.
Por su parte, el presidente Donald Trump se mantuvo al margen de la contienda hasta la víspera de las elecciones, cuando publicó en su red social Truth Social un mensaje cuestionando la integridad del proceso electoral.
“No confíen en el voto por correo. ¡Hagan que su voz se escuche en persona!”, escribió, contradiciendo la estrategia de su propio partido en el estado.
Sus declaraciones añadieron tensión a una votación que ya era considerada un referéndum sobre el poder político de California y su papel en el futuro del Congreso estadounidense.
La aprobación de la Propuesta 50 es atípica en el panorama político estadounidense, ya que las redistribuciones de distritos suelen realizarse tras cada censo decenal. Sin embargo, la Legislatura justificó la medida como una “actualización intermedia” para reflejar los recientes cambios demográficos y garantizar una “representación más equitativa” de las comunidades urbanas, rurales e indígenas.
Con este resultado, California se consolida como el bastión demócrata más influyente del país, capaz de inclinar la balanza en la Cámara de Representantes. Los nuevos distritos regirán las elecciones de 2026, 2028 y 2030, años clave para la política nacional.
La medida también podría servir de modelo para otros estados donde se discuten reformas similares, incluidos Colorado, Nueva York y Virginia, mientras el debate sobre la representatividad política sigue polarizando al país.
Con su aprobación, la Propuesta 50 no solo redibuja los mapas, sino también el futuro político de California. En el estado que marca la pauta del cambio cultural y social en Estados Unidos, el nuevo diseño electoral refuerza un mensaje claro: el poder político californiano seguirá pintándose de azul.
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