Es difícil creer que un joven calmo y apacible, como se le ha visto en al menos un par de entrevistas, haya hecho temblar a grandes empresarios de Silicon Valley, tal como lo hizo Alexandr Wang, quien a sus 21 años la revista Forbes lo calificó como uno de los nuevos multimillonarios más jóvenes del mundo.
De origen chino, padres científicos y hermanos académicos, pasó su infancia en la Base Militar de Nuevo México, la misma que vio nacer la primera bomba atómica.
A diferencia de otros emprendedores, Wang llegó desde cero y logró entrar a una de las universidades más prestigiosas en el ámbito tecnológico en toda la unión americana.
En 2016, rodeado de un ambiente científico por su propio contexto familiar y, al poco tiempo de despedirse de su etapa de adolescente, Alexandr, de entonces 19 años, creó en su dormitorio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) una de las más recientes y, presumiblemente, la última de las start-ups “unicornio”, una compañía cuyo valor alcanza los más de mil millones de dólares sin presencia en la bolsa de valores.
“Scale Al”, la compañía que creo Alexandr Wang y que se encuentra a la altura de las hazañas desarrolladas por Jeff Bezos y Elon Musk, está dedicada al etiquetado masivo de datos que con ayuda de inteligencia artificial logran que las empresas obtengan respuestas esclarecedoras al momento de tomar decisiones.
En pocas palabras, el material generado de las empresas como transcripciones de audio, imágenes y documentos, entre otros, es recopilado por el software de Scale AI traduciendo esos datos en respuestas esclarecedoras para corporaciones de todos los sectores.
Es por ello que la empresa del rebelde más joven de Sillicon Valley, cuya sede se encuentra en California, ayuda alrededor de 300 clientes, entre los destacan General Motors, Uber, PayPal, Airbnb, Toyota e incluso el ejército estadounidense.
Si bien el joven empresario se codea con los más poderosos empresarios, las enseñanzas familiares de las que presume en entrevistas como la llevada a cabo por Index Ventures, son las típicas recibidas que un hijo recibe de se bondadoso padre.
Y es que, Wang, como fanático del ajedrez, desde muy pequeña edad, aprendió de la mano de su padre, la dureza y la fortaleza mental que implica dicho juego para aplicarlo en todos los escenarios de la vida, incluido el de la inteligencia artificial (AI, por siglas en inglés).
La idea original de Scale AI, menciona Alexandr Wang, «vino porque con la inteligencia artifical se puede hacer absolutamente todo y entre ellas el recolectar los datos que las empresas generan».
Dicha revelación tan atómica como sus orígenes, lo llevó a decidir renunciar a sus estudios durante su primer año en el MIT de Massachusetts, en donde curiosamente ensayaba sus ideas tratando de descubrir quién de sus compañeros de habitación robaba sus alimentos, así como el calcular cada cuánto debía de hacer las compras.
Entre sus primeros experimentos, Wang colocó una pequeña cámara dentro del refrigerador el cual generó una cantidad enorme de imágenes que dio origen a su apuesta por el desarrollo de la inteligencia artificial así como la creación de una empresa que lograra catalogar todo el material almacenado.
Ese mismo verano, en el que Wang trataba de descubrir quién de sus compañeros de cuarto robaba sus alimentos, fundó Scale AI.
El desarrollo de la empresa Scale AI tuvo su despegue gracias a que “Y Combinator”, la empresa que propulsó a Dropbox, Twitch y Airbnb, invirtió en el proyecto del joven con aspiraciones de detective, convirtiéndolo en uno de los menores de 30 más ricos del mundo, ya que se estima posee un 15 por ciento de Scale, valorada por los inversores en 7 mil 300 millones de dólares en 2021.
Además de poseer uno de los sitios más anhelados por los empresarios de Silicon Valley y del mundo, Alenxandr Wang quien comparte nombre con uno de los diseñadores de ropa más emblemáticos de la generación millenial, se da tiempo de tener un blog personal en donde difunde sus aprendizajes sobre el construir empresas con un mensaje en primera persona «Things I’ve learned building a company» – Cosas que aprendí construyendo una compañía” para el cual es necesario subscribirse.
Por si fuera poco, el joven empresario alimenta sus redes sociales con imágenes de sus viajes alrededor del mundo como lo hace en Instagram (@alexanddeer) y en Twitter (@alexandr_wang) en donde tiene 22.4 millones de seguidores y comparte sus más recientes éxitos.
Con información de El País, Forbes y Fortune.
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