Cargill Salt, empresa privada con sede en Minnesota, dio conocer su decisión esta semana, dando por concluida una disputa federal de casi 12 años.
Pamela Cruz. Península 360 Press [P360P].
Tras años de peleas en tribunales, diversos grupos ecologistas que han buscado proteger los estanques de sal de Redwood City, al fin pueden cantar victoria, pues la empresa Cargill Salt anunció que no apelará la decisión de un juez, quien le prohibió construir un gigantesco desarrollo inmobiliario en el área, la cual, desde marzo, está sujeta a la Ley Federal de Agua Limpia.
La empresa privada con sede en Minnesota dio conocer su decisión esta semana, dando por concluida una disputa federal de casi 12 años.
Y es que, la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. –EPA, por sus siglas en inglés–retiró en marzo de este año una apelación realizada durante la administración de Donald Trump para la posible ampliación y desarrollo de la propiedad de Cargill, la cual le habría significado un negocio de miles de millones de dólares, a costa de la pérdida ecológica en el lugar.
Así, el terreno, al estar sujeto a la Ley de Agua Limpia de 1972, limita drásticamente lo que se puede construir en el área, sentencia que los ambientalistas aplaudieron ampliamente, pues durante años señalaron que la tierra, que se encuentra al nivel del mar y una vez fue parte de la bahía de San Francisco antes de que fuera dique en 1902, debería restaurarse como humedales de marea para peces, vida silvestre y recreación.
En su momento, los grupos también argumentaron que cualquier intento de desarrollar la tierra frente a la bahía no es práctico debido al aumento del nivel del mar.
«Nos complace que Cargill viera la luz y haya retirado su recurso», dijo Megan Fluke, directora ejecutiva de Green Foothills, a Mercury News.
La activista, también hizo un llamado a la empresa a vender los estanques de sal de Redwood City para su conservación. «Ante la crisis climática, hay que proteger cada acre de humedales que aún tienen restauración».
El anuncio de retiro de Cargill Salt podría significar una sentencia de la EPA alineada al tribunal federal de que los estanques de sal son parte de las aguas estadounidenses, lo que significaría estar protegidas por la Ley de Aguas Limpias.
De este modo, los estanques salinos -que se encuentran a nivel del mar y que formaban parte de la bahía antes de que ésta fuera cercada con un dique en 1902- podrían convertirse en humedales de marea y volver a su estado natural.
De acuerdo con Mercury News, el portavoz de Cargill, David Smith, dijo en una declaración escrita que las operaciones de recolección de sal en el lugar continuarán mientras la empresa determina los próximos pasos a seguir, toda vez que actualmente evapora el agua de la propiedad de mil 365 acres en «lechos de cristalización» para fabricar sal para usos industriales.
Smith aseguró que la retirada es parte de los objetivos de la empresa, los cuales, dijo, «siguen siendo proteger los recursos medioambientales y trabajar con nuestros vecinos de la zona de la bahía para estudiar los futuros usos del emplazamiento de las salinas».
Una de las opciones que tiene la salinera, es vender dichos terrenos al gobierno federal o estatal para su restauración, sin embargo, habrá que esperar el siguiente paso de la filial perteneciente a Cargill, la mayor corporación estadounidense que sigue sin cotizar en la Bolsa.
Cabe destacar que, en 2003, Cargill vendió al público 16 mil 500 acres de sus estanques de sal en el sur de la bahía por 100 millones de dólares, poniendo en marcha uno de los mayores esfuerzos de restauración de humedales jamás intentados en EE. UU.