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Sergio Contreras no pensó en bajar las manos para ayudar a niños en situación de pobreza tras la pandemia por COVID. Se puso el mandil y decidió vender tacos para generar recursos que, a través de la fundación Baseball Without Borders (Béisbol Sin Fronteras), permitiera acercar al “rey de los deportes” a pequeños de todo el mundo.
“Estamos aquí trabajando para, como te digo, colectar para juntar fondos para los niños de todo el mundo”, contó Sergio a Península 360 Press.
Desde South San Francisco para el mundo. Esta organización sin fines de lucro ha demostrado que “el diamante” va más allá del campo y coloca sonrisas a niños en diversas latitudes con cascos, pelotas, bates, y hasta uniformes, para impulsarles a continuar adelante con el deporte como un medio para avanzar.
La pandemia por COVID-19 puso en la banca a los que hacen posible que la utilería llegue a los niños en pobreza, pues no se podían realizar actividades para recolectar fondos. Sin embargo, eso no fue suficiente para “ponchar” a Sergio, quien, con taquizas a domicilio apoya la causa.
El oriundo de Colima, México, radica en California desde hace 40 años, de los cuales 25 ha dedicado a ayudar a niños en situación de pobreza en diversas partes del mundo.
“Tengo 40 años acá en Estados Unidos, 25 años trabajando para los niños de todo el mundo, mandando utilaje para el estado de Colima, a un pueblito chiquito que se llama Coquimatlán, enviamos pelotas, catchers, guantes, uniformes, de todo mandamos para México”, destacó.
Cabe resaltar que Sergio no trabaja como taquero diariamente, solo lo hace para recaudar fondos para los niños, pues él se desenvuelve haciendo bóvedas de concreto.
“Esto es aparte, para colectar dinero para los niños pobres de todo el mundo. Nosotros hemos ido a Italia, 10 veces fuimos en Nicaragua. Nicaragua es muy pobre, pero juega de corazón, México también, (he ido) a Mérida, Cancún, y muchas partes de México por el béisbol”.
Sergio también trabaja en una tienda en South San Francisco llamada “La Tapatía”, ahí aprendió a hacer tacos, y una cosa llevó a la otra.
“Ahí yo me enseñé a hacer tacos y todo, y allí empezó eso, y me gusta me gusta trabajar. Después de mi trabajo me vine a hacer esto para los niños. Es que nosotros somos de una organización de Béisbol Sin Fronteras y ahorita lo hemos hecho, después de la pandemia (no había) nada de eventos y no teníamos para colectar dinero, entonces yo dije: voy a hacer esto para colectar dinero, y es lo que estoy haciendo”.
El “rey de los deportes” ha marcado a su familia, e incluso sus hijos han jugado béisbol, y es que sus cuñados son de Sinaloa, México, una población que ama el deporte de la pelota y el bat, por lo que “lo traen en la sangre”.
Su hijo, Sergio junior, jugó tres años como pitcher en la Universidad de Hawái, donde también estudió.
Los interesados en conocer más sobre la organización pueden buscarla en Facebook como Baseball Without Borders o llamar al 650-952-4058; la organización acepta donaciones.
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