Redwood City. Un reporte indica que muy pocas personas utilizan el sistema de alertas SMC Alert, que es proporcionada por la Oficina de Servicios de Emergencia del condado (OSE) de San Mateo.
Mientras continúa la pandemia de COVID-19 junto con los incendios forestales, las alertas de emergencia y sistemas similares pueden salvar vidas.
Una de las sugerencias que se han hecho para mejorar la cobertura de esta alarma, es cambiar su naturaleza opcional. En vez de que los residentes se registren voluntariamente, el sistema funcionará mejor si son registrados automáticamente, y dejar a discreción de los usuarios si es que quieres recibir el servicio, o darse de baja.
El jurado del condado también señaló la barrera del idioma en el listado de las razones del bajo registro. Aunque aproximadamente 9 por ciento del condado habla chino, y un 6.5 por ciento habla tagalog, las alertas solo están disponibles en inglés y en español.
Daly City es un gran ejemplo del impacto que la barrera del lenguaje puede tener en el registro. En esta Ciudad, el 66.4 por ciento de los residentes de la ciudad hablan otra lengua que no es el inglés cuando están en casa. Daly City, es la ciudad más grande del condado, sin embargo, tiene un 2.6 por ciento de subscripción, la segunda más baja del condado. Es por eso que el reporte recomienda que la OSE traduzca todos los materiales de inscripción y alertas antes del 31 de marzo de 2021.
El reporte tiene tres recomendaciones para la OSE: Obtener registros de teléfonos fijos de E-911; Acceder al registro de información pública para obtener datos sobre los pagos con factura; y continuar con las negociaciones con las compañías celulares quienes se han mostrado renuentes a cooperar en el pasado.
El promedio de suscripción de 10.6 por ciento del condado de San Mateo, es similar a otros condados de la zona de la bahía. Santa Clara, tiene un 8.1 por ciento, y el condado de Sonoma, 12 por ciento.
Puedes ingresar al sitio web de registro para la SMC Alert en este link;
A través de un comunicado por varios medios de comunicación de masas, los habitantes del área de la Bahía de San Francisco han recibido una notificación sobre la realización de nuevas pruebas para la detección de la Covid-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2.
A través del anuncio público, se indicó que las pruebas para la detección de la Covid-19 deberán programarse mediante citas en alguna de las sedes, que cambiarán dependiendo la respuesta la de la gente.
Este martes, se anunció que una de las sedes tiene lugar en el Cupertino Senior Center, ubicado en el 21251 del bulevar Stevens Creek, en Cupertino.
Además, el mensaje termina invitando a la población a mantenerse en contacto para más información al teléfono (408) 808-7863 o enviando un correo electrónico a pio@eoc.sccgov.org.
La policía del distrito dijo este martes que han surgido más amenazas de bomba dirigidas al Distrito Escolar Unificado de Fremont (DEUF).
Las más recientes amenazas fueron dadas a conocer la mañana de este martes y se suman a las otras 13 escuelas que fueron amenazadas de bomba la semana pasada.
La mañana de este martes, 10 escuelas fueron objetivo de inverosímiles amenazas de bomba, señaló la policía en conjunto con autoridades escolares.
CJ Cammack, superintendente de Distrito, emitió un comunicado la dirigido a la comunidad escolar donde señaló que las amenazas de la mañana de este martes comparten similitudes a las hechas la semana pasada. Las amenazas de bomba contra las escuelas fueron hechas vía correo electrónico.
Mientras tanto, los estudiantes mantienen educación a distancia, por lo que los recintos educativos permanecen vacíos, comunicó la policía. Cammack dijo que, a diferencia de la semana pasada, este martes la situación continúa sin interrupciones.
La policía ha cateado los recintos escolares en cuestión la mañana de este martes. El listado de las escuelas por amenaza de bomba puede encontrarse dando clic aquí.
REDWOOD CITY, CA – Isabel Pérez y su esposo perdieron los dos trabajos que cada uno tenía en restaurantes de San Francisco debido a la pandemia por Covid-19. Deben tres meses de alquiler y, si la moratoria de desalojos que termina el 30 de agosto en el condado de San Mateo no se extiende, se quedarán en la calle junto con su hijo de diez años.
Alrededor de 6 mil 900 personas en el acaudalado asentamiento de la Península de San Francisco están en peligro de perder sus casas a finales de este mes. El 21 de agosto, aproximadamente 100 personas, entre inquilinos y activistas, se manifestaron en el patio del Centro del Condado de San Mateo, situado en Redwood City, para pedir a los supervisores del condado de San Mateo una prórroga de la moratoria de los desalojos.
Nazanin Salehi, abogada del Programa de Vivienda de Servicios Legales Comunitarios en East Palo Alto, dijo que la gente de color se enfrenta desproporcionadamente al desalojo en el Condado de San Mateo. Más de 4.100 hogares con niños padecen el desalojo, dijo, añadiendo que los niños también perderán sus escuelas una vez desalojados ya que las escuelas del condado de San Mateo se dedican principalmente a la enseñanza a distancia durante la pandemia.
El alquiler promedio de un apartamento de una habitación en el condado es de 2 mil 700 dólares. «La gente se enfrenta a una deuda de entre 10 y 20.000 dólares en concepto de alquiler», señaló.
Salehi y los activistas locales por la justicia en la vivienda están abogando por un modelo en el que el Condado de San Mateo pague hasta el 75 por ciento de la deuda del inquilino directamente al propietario, para evitar el desalojo. El 4 de agosto, en su última reunión oficial, los supervisores del condado de San Mateo negaron una extensión de la actual moratoria de desalojos que comenzó el 25 de marzo y termina el 30 de agosto de este año.
«Nuestros supervisores han decidido que es más importante que los propietarios continúen ganando dinero y desalojen a los trabajadores de sus casas que las familias permanezcan en hogares seguros», dijo Jason Tarricone, director del programa de vivienda de los Servicios Legales Comunitarios de East Palo Alto, uno de los organizadores de la protesta.
En todo el estado de California, aproximadamente 4 millones de personas pudieran estar en peligro de perder sus hogares el 2 de septiembre, cuando se levante una moratoria estatal, emitida por el Concejo Judicial de California el 6 de abril. El Concejo Judicial declaró a principios de este mes que no extenderá la moratoria, y espera que la Legislatura del estado tome medidas.
Pero el plazo de acción es corto: la Legislatura levanta la sesión el 31 de agosto.
La ley AB 1436, que se ha abierto camino en la Asamblea estatal, ofrecería un subsidio de desalojo a los inquilinos del estado. Según las disposiciones del proyecto de ley, los propietarios pueden usar varios métodos para extraer el alquiler adeudado a sus inquilinos, pero no pueden desalojarlos.
El AB 1436 alienta a los propietarios e inquilinos a elaborar un sistema para los alquileres atrasados, sin cargos por pagos atrasados. También ordena la eliminar las consecuencias negativas, como la notificación de desalojo que aparece en el informe de crédito del inquilino.
Nisha Vyas, abogada principal del Western Center on Law and Poverty, dijo que es crucial que la Legislatura del estado apruebe el proyecto de ley antes de que la sesión termine el 31 de agosto. «La crisis de la vivienda en California estaba en curso mucho antes de la pandemia».
«Nos enfrentamos a un cambio social trascendental. Tenemos que frenar esto ahora», dijo.
Jennifer Kwart, directora de comunicación del asambleísta David Chiu, principal promotor de la ley AB 1436, dijo que el proyecto está atascado en el Comité de Reglas del Senado, un espacio en el que los partidarios de los inquilinos y los propietarios exponen sus puntos de vista para una mejor versión del proyecto.
“Los propietarios se oponen con vehemencia al proyecto de ley. A los inquilinos les gustaría que fuera más lejos,” dijo Kwart, expresando su optimismo de que una versión del proyecto sea aprobada antes de que la Legislatura levante la sesión.
Está bastante claro que hay que hacer algo. Le dijimos a la gente que se quedara en casa, y a los negocios que cerraran. Millones de personas perdieron sus trabajos y no pueden pagar el alquiler no por culpa suya”.
“La consecuencia de desalojar a tantas personas tendrá un profundo impacto”, dijo Kwart, citando un alarmante aumento en el número de personas sin hogar, el aumento de la propagación de COVID, y una disminución general de la economía de California.
“Esto podría ser catastrófico para nuestro estado”, añadió.
“Lo que estamos experimentando es grave, muy injusto y preocupante”, dijo Adriana Guzmán, una activista del condado de San Mateo, en una entrevista con EMS.
Según Guzmán, la negativa de los supervisores a extender la moratoria está causando que algunos propietarios presionen a los inquilinos. “Ayer recibí una llamada de una anciana desesperada porque su arrendador la hostiga tanto que le dijo que le pagara ahora o que se fuera, pero el propietario está actuando de forma inapropiada porque la moratoria sigue vigente”.
Guzmán cuenta que mientras estaba al teléfono con la mujer que había sido hostigada por su casero, ésta se sintiómal por el alto nivel de estrés que estaba sintiendo, y su esposo tuvo que llevarla al médico de emergencia.
“Muchas personas como esta familia están pasando por un estrés innecesario. Los más afectados por la próxima crisis de desalojo son los ancianos y los niños, ya que son los más vulnerables. Por eso pedimos a los supervisores considerar que el apoyar a las familias es lo mejor para todo el condado”.
“Los supervisores tienen el poder de detener estos desalojos y salvar los hogares de las personas”, dijo Gabriel Manrique, miembro de El Comité y Luna. “Deben extender la moratoria hasta el final del estado de emergencia, aprobar una política para hacer que la deuda de los inquilinos durante la pandemia de COVID -19 no sea causa de desalojo, y asignar más fondos a la ayuda para el alquiler de los inquilinos y el subsidio hipotecario para los pequeños propietarios”.
Con el reporte adicional de Sunita Sohrabji/EMS Editor Contribuyente
Logró obtener de inversionistas 900 millones de dólares para echar a andar su proyecto y su empresa se valoró en 9 mil millones de dólares
Rober Diaz / Península 360 Press
SILICON VALLEY— Elizabeth Holmes es una mujer particular, se atrevió a estafar a los puntillosos inversionistas de Silicon Valley. Ella era una intensa seguidora de Steve Jobs, hasta se vestía como él usando cuellos de tortuga altos, ropa oscura y adoptó el trato que el otrora CEO de Apple tenía con sus empleados; incluso se dice que tenía la misma mirada que Steve usaba para convencer a sus interlocutores y cerrar tratos.
Holmes abandonó tempranamente la carrera de Ingeniera Química de Stanford para fundar su propia empresa —¿les suena familiar a alguna historia sobre éxito empresarial en Silicon Valley?—; también decía que había perdido a un tío por causa del cáncer y que había sido la falta de un diagnóstico temprano, el motivo de su muerte; con esta motivación fundó la empresa «Theranos», un juego de palabras entre terapia y diagnóstico. Se llevó a trabajar a un profesor de su universidad y lanza un producto que te permitía un diagnóstico medico con solo una gota de sangre.
Hasta ahí todo bien, sin embargo el producto que presentó y por lo que la comunidad científica sostiene, es imposible de hacer pues con esa sola gota de sangre también prometía que te podía hacer hasta cien exámenes en padecimientos distintos, desde una enfermedad básica como el colesterol alto hasta enfermedades tan complicadas como el cáncer. Los resultados podrían ser entregados en la farmacia de la esquina donde encontrarías una máquina llamada Edison que también fabricaría «Theranos» con la que obtendrías los resultados en tres horas.
Logró obtener de inversionistas 900 millones de dólares para echar a andar su proyecto y su empresa se valoró en 9 mil millones de dólares. Pasó de tener un solo empleado (el profesor que se fue con ella) a 500 empleados desarrollando Edison, la idea que aún no era una realidad y que le había servido para obtener el financiamiento.
En muy poco tiempo la prensa la empezó a comparar con Steve Jobs. La revista Forbes la declaró la mujer más rica de Estados Unidos. Pero «Theranos» en realidad no había producido aún nada. Ella al interior de la empresa era autoritaria y cuando alguno de los empleados ponía en tela de juicio sus mandatos, lo despedía y buscaba a alguien más que pudiera realizarlos.
Otro tema para analizarse era su voz, pues Elizabeth cuando hablaba en público fingía una voz más gutural que la que usaba comúnmente, ¿raro no? Pues, aunado al terrible carácter de Holmes y esencialmente a que le estaba pidiendo a su equipo algo prácticamente imposible, todo comenzó a venirse abajo.
Elizabeth demandó a un excompañero de la universidad por apropiarse de su trabajo. En los dimes y diretes legales fue llamado a declarar Ian Gibbons, el encargado de que Edison funcionara. Gibbons tenía dos opciones: aceptar que todo era un fraude o mentir y esperar a que todo cayera por su propio peso. No eligió ninguna de las anteriores y se suicidó. La esposa del investigador fue amenazada por Holmes y el asunto quedó ahí hasta que el reportero Jhon Carreyrou del Wall Street Journal, descubrió la farsa.
La investigación que publicó Carreyrou fue parte de un best seller llamado «Bad Blood. Secret and Lies in Silicon Valley Startup», donde se destapó la verdadera podredumbre, pues en la investigación se confirmaba que muchas personas habían usado Edison y que sus resultados provocaron —por ser espantosamente erróneos— secuelas perniciosas en los consumidores de ésta y que todos los resultados mostrados como avances de la investigación eran mentira.
Durante el juicio donde Elizabeth quedaría sin un peso y donde «Theratos» sería destruida, ella llegaba contenta y saludaba a todo el mundo como si nada hubiera pasado, asegurando que todos mentían.
Fue inhabilitada para poder crear o dirigir una empresa —cualquiera— por diez años. Por cierto, el tío del que hablamos en un principio y que ella aseguraba le había dado la inspiración para crear «Theratos», jamás existió.
Adriana Guzman, activista en el condado de San Mateo, durante la proptesta en el patio del Centro del Condado de Santa Clara, situado en Redwood City, para pedir a los supervisores del Condado de San Mateo una prórroga de la moratoria de los desalojos. “Lo que estamos experimentando es grave, muy injusto y preocupante”.