Por Helen Montoya/Centro de Estudios para la Democracia (Cespad)
A menos de 40 días para que se lleven a cabo las elecciones generales, la depuración del censo electoral y la entrega y definición de si los hondureños ejercerán el sufragio con uno o ambos documentos de identificación, siguen generando incertidumbre debido a que esas dos situaciones, en procesos electorales pasados, han contribuido a generar corrupción y falta de transparencia en los resultados finales de las votaciones.
Los dos aspectos son cruciales y preocupan de gran manera a la ciudadanía, debido a que son una especie de “talón de Aquiles” en los procesos electorales en Honduras.
Los retrasos con el DNI
El proceso de enrolamiento de los hondureños y la entrega del nuevo Documento de Identificación Nacional (DNI), han tenido algunos retrasos en el cumplimiento previsto en el calendario electoral, debido a los obstáculos generados desde el Congreso Nacional con el fin, dicen algunas personas consultadas, de boicotear las elecciones del 28 de noviembre del 2021.
Según el Registro Nacional de las Personas (RNP), más de 5.3 millones de hondureños se enrolaron antes del 23 de septiembre. Ese número representa un 99% del total de enrolamientos en todo el país, según el RNP y de estas personas 2,817,697 son mujeres y 2,581,145 son hombres.
Los datos oficiales establecen que se han entregado más de 4 millones del nuevo DNI, faltando la entrega de unas 900,000 nuevas identidades, una cifra confirmada por el RNP el pasado 16 de octubre. Sin embargo, de esa cantidad tendrán que ser depurados del censo algunos sectores que no pueden ejercer el sufragio: los policías, militares y los privados de libertad.
La presencia de fallecidos y migrantes en el censo nacional electoral, ha alimentado, tradicionalmente, suspicacias sobre el riesgo de suplantación de voto tal como sucedió en las elecciones de 2017. En esas elecciones, el RNP estima que se tuvo hasta un 30% del total del censo con esos problemas. Pero, para las elecciones del 2021, este ente indicó que hay alrededor de casi 700,000 electores menos, después de actualizar los datos y dejar por fuera a personas fallecidas y migrantes.
Amplían vigencia del DNI actual: ¿es posible el voto con dos identidades?
Pero en este escenario, la cantidad del nuevo documento de identificación que aún falta por entregarse, es un número visto con suspicacia y nerviosismo debido al poco tiempo que queda para que se lleven a cabo las elecciones generales.
La prórroga de la vigencia de la identidad actual, hasta el 15 de noviembre, genera mucha preocupación porque se considera la apertura a la probabilidad de que se vote con los dos documentos de identificación, el 28 de noviembre.
La prorroga para el uso de la identidad actual será para trámite comerciales y no para ejercer el voto en las elecciones, dijo Tomás Zambrano, secretario del CN, a los medios de comunicación, de tal forma que se mantiene, al menos hasta ahora, la idea de que no se estará votando con dos identidades. Asimismo, el CN decidió ampliar por 180 días la vigencia de la actual tarjeta de identidad para los hondureños en el extranjero.
Pero otras voces políticas han denunciado que, a menos de un mes de las elecciones, la nueva prórroga del uso de la identidad actual, que se extiende hasta 13 días antes del sufragio, genera incertidumbre porque existe un plan preconcebido por el partido de gobierno para que se vote con los documentos de identidades, el próximo 28 de noviembre.
El sociólogo Eugenio Sosa, en un reciente análisis para el CESPAD, presagia que es probable que el Congreso Nacional, en su cruzada anti elecciones, llegue a “aprobar que los hondureños puedan votar con cualquiera de los dos documentos de identificación, lo que recargará el problema de la transparencia del proceso electoral y sus resultados”.
Pese a lo anterior, el presidente del CNE, Kelvin Aguirre, ha expresado en los medios de comunicación que “no puede haber dos DNI; eso lo rechazamos. Se tiene que ir al proceso de elecciones solo con un documento”.
En ese mismo sentido, el miembro del Comité Consultivo del CNE, Carlos Ortiz, indicó que “la persona que no fue enrolada no aparecerá en el nuevo Censo Nacional Electoral y en consecuencia no votará”, al no tener el nuevo DNI, por lo que no tendrán esa oportunidad de realizar el voto con la actual identificación
Vaticinio
Luis Redondo, diputado del Partido Innovación y Unidad-Social Demócrata (PINU-SD), sostiene que el proceso de depuración del censo electoral sigue incompleto y esa situación podría propiciar situaciones o características parecidas a las ocurridas en las elecciones primarias, llevadas a cabo en el mes de marzo del 2021.
Pero el congresista vas más allá y presagia que lo ocurrido en las elecciones primarias se planea en las elecciones generales porque está convencido que no existe depuración del censo electoral y no está completa la entrega total de los DNI. «Hubo hondureños que votaron en las primarias de este año con la copia de solicitud del nuevo DNI, con recibos de luz, y, además, en mesas que no les correspondían«.
Para este congresista, es evidente que el Partido Nacional ha puesto obstáculos al proceso electoral a través de los atrasos en la aprobación de la nueva Ley Electoral, el desembolso del presupuesto al Consejo Nacional Electoral (CNE) y RNP; el control presupuestario a esas entidades e incluso, al no aprobarse la Ley de Justicia Electoral. Pero también afirma que otros partidos políticos han hecho un “co-gobierno”, y han ayudado a que el panorama electoral sea dudoso y poco creíble.
Coloca en la mesa de discusión otro problema que, afirma, podría empañar el resultado de las elecciones: el sufragio de los jóvenes que votarán por primera vez. “No están registrados, por lo que no tienen las Juntas Receptoras de Votos asignada”. Esto indica, acota, que la depuración del censo está incompleta y no hay previsibilidad de los datos registrales por el hecho que tanto “el RNP y el CNE, están liderados por los tres partidos políticos…”, en referencia al Partido Nacional, Partido Liberal y Libertad y Refundación (Libre).
El RNP no está trabajando con su máxima capacidad y, según Redondo, ha recibido denuncias que indican que las oficinas de atención cierran a las 12 del mediodía, y otros casos en los cuales las personas no encuentran sus identificaciones en los lugares indicados».
¡Todo marcha bien!
Las declaraciones de Redondo contrastan con la versión de Rolando Kattan, Comisionado del (RNP), quién aseguró en una entrevista al CESPAD que las elecciones de 2021 no contendrán los mismos errores que en 2017.
“Es importante que confíen en el proceso electoral”, comentó el comisionado, ampliando que ya hay un “99% de hondureños con el enrolamiento” y que tendrán el DNI nuevo. Además, añadió que no tienen “a ciencia cierta” la cifra total de cuántas personas hay en el territorio, es decir, cuantos habitantes tiene honduras. Pero insiste en afirmar que han cumplido los objetivos pese a los problemas generados por la pandemia, los huracanes Eta y Iota, y el atraso en la entrega del presupuesto para el óptimo desarrollo del proceso electoral.
Asimismo, invitó a todos los hondureños para que obtengan el DNI ya que un día después de que se venza el decreto legislativo «la identificación anterior dejará de tener validez y los hondureños no podrán utilizarla para cualquier transacción bancaria o diligencias administrativas».
Algunos costos relacionados con el DNI
A través del denominado proyecto Identifícate, el RNP estaría trabajando con el Programa de las Naciones Unidas (PNUD), con préstamos del BCIE y fondos nacionales en el proceso de dotar del nuevo documento de identificación a 5,5 millones de hondureños que están en edad de votar durante las elecciones de noviembre del año en curso.
El costo total de este proceso es de 63 millones de dólares, más 9 millones de dólares debido al desfase de tiempo en el enrolamiento y la entrega de las DNI. Mientras, el costo de cada tarjeta de identidad es de $ 1.88 (alrededor de 47 lempiras).
Otros costos, siempre en el proceso de enrolamiento, incluyen, según Kattan, la movilización de 400 personas, 300 vehículos, 1500 kits. Asimismo, los gastos por el tema del Covid-19 y los protocolos de bioseguridad, mascarillas, alcohol, termómetros, cloro y demás para el proceso de enrolamiento.
El comisionado del RNP, Roberto Brevé, indicó que están pendientes al menos 300 mil tarjetas de identificación, que vendrán al país en dos lotes procedentes de la fábrica en Polonia en el mes de octubre.
Las inconsistencias
Según el comisionado consultado, hasta el momento se ha logrado depurar el censo electoral en un 99%. Sobre ese porcentaje, el mismo RNP informó que conocieron 400, 000 inconsistencias relacionadas con la validación de datos de los hondureños enrolados. Asimismo, verifican más de 80 mil casos de fallas en las tarjetas de identidad, con la finalidad de validar datos para poder imprimir de manera correcta los nuevos DNI.
Esas inconsistencias han sido otro retraso para el cumplimiento de la fecha estipulada para la entrega total de los 5.3 millones de tarjetas de identidad.
El representante del PNUD, Richard Barathe, descartó que el nuevo documento de identificación genere algún tipo de falencia en el proceso electoral porque asegura que es una identidad “ultra segura” porque la base registral creada es de altísima calidad.
“El que no llegó no se enroló y el que no se enroló no tiene DNI. Los muertos que no se fueron a enrolar y los extranjeros que no se enrolaron no están en esa base registral, por ende, no van a llegar a los centros de votación a poner su huella», aseguró, añadiendo que es un avance para lograr elecciones limpias y transparentes.
Voto extranjero
Otro tema que representa un problema es la falta de entrega del DNI, a la comunidad migrante hondureña residente en Estados Unidos, Canadá y Centroamérica. Y es que, de acuerdo con el RNP, se triplicó el número de hondureños que viven en el extranjero y que estarían participando con sus votos en las elecciones. Las autoridades afirman que se han enrolado 16,000 ciudadanos que viven fuera del país.
Sin embargo, se estima que hay, al menos, un millón de hondureños que viven en otros países que, según los líderes de la comunidad migrante, están quedando “doblemente indocumentados por falta de acción del gobierno”, ya que sin el DNI no podrán votar, ni realizar trámites o diligencias personales.
Según el Comisionado de RNP, Óscar Rivera, la demora en la entrega del nuevo DNI a los hondureños en el exterior es responsabilidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores, ya que les han consultado sobre el tema, por medio de unas “seis notas” y, sin embargo, no han obtenido respuesta. Rivera sostiene que “ya están impresas las identidades de los hondureños que se enrolaron, pero no hay un cronograma de trabajo conjunto para enviarlos a través de los consulados”.
El fraude de 2017
Desde el CNE, Rixi Moncada, en su condición de consejera, dice que hay un avance importante hacia el cumplimiento de un proceso electoral limpio y satisfactorio, con depuración de fallecidos y de ciudadanos que han migrado. «En 2017 se hizo una depuración de palabra, requisito de ley. Ahora en el 2021, fue registro de ciudadanos en campo, una constatación física que brinda mayor seguridad», afirma, al ser consultada por el CESPAD.
Se denunció diversas formas de fraude, explica Moncada, entre ellas a través del censo nacional electoral, la compraventa de votos, los escrutinios especiales amañados, la transmisión de resultados preliminares y sus más de 600 caídas.
La consejera confía en que, para las generales de 2021, la base electoral no tenga fallecidos, ni migrantes, ya que el proceso de identificación se hizo en campo, y con esa base se estará elaborando el censo definitivo, luego de revisar, evaluar y calificar los registros que el RNP enviará al CNE.
«El proceso de entrega del DNI por parte del RNP, tiene suficiente tiempo para la entrega masiva y de esa forma alcanzará el resultado que se traduciría en que todos los hondureños tengan su identificación “en libertad para el ejercicio de su derecho al sufragio”, comentó con optimismo.
Sin embargo, dice que, si no logran entregarse todas las tarjetas, la situación se convertirá en un problema que pasa por la vulneración del derecho de los ciudadanos a portar su documento de identificación, el único válido para votar. Pese a los aciertos y atrasos, Moncada coincide con que no se deben realizar las elecciones generales con dos identidades, por “la seguridad y limpieza del proceso”.
Las reformas electorales
Debido a las serias denuncias e irregularidades con las que se llevaron a cabo las elecciones 2017, la sociedad civil organizada, la oposición política, algunas organizaciones internacionales y otros países, pidieron un cambio urgente en la legislación electoral en su totalidad. Fue así que las reformas y propuestas de mejora, iniciaron a escucharse y conocerse, con el objetivo de no volverse a repetir los errores de ese año.
Una de las principales reformas solicitada, en aquel entonces, fue precisamente la forma de depurar el censo nacional electoral, e incluso la necesidad de entregar una nueva tarjeta de identidad como forma de purificación del padrón electoral y de contarse con datos más precisos sobre la cantidad verdadera de habitantes en el territorio.
Así, a escasas semanas para que se lleven a cabo las elecciones del 28 de noviembre, es esencial que se complete la entrega del documento de identidad a las personas enroladas y se asegure que las y los hondureños asistirán a unas elecciones generales con un padrón depurado, para alejar, en gran medida, las posibilidades de otro posible fraude electoral.
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