A medida que la comunidad AAPI ‒Asiático-Americana y de las Islas del Pacífico‒ crece, se ha hecho cada vez más evidente la segregación que estas sufren, incluso en temas de salud.
La comunidad AAPI abarca actualmente más de 25 por ciento de las personas nacidas en el extranjero en Estados Unidos y expertos estiman que para el 2050 alcancen los 50 millones.
«Somos asiáticos y somos tratados como un gran grupo, pero somos un monolito», declaró Bryant Lin, físico, educador e investigador, durante una rueda de prensa organizada por Ethnic Media Services en la que expertos se reunieron para discutir sobre la importancia de considerar a todos los miembros de la comunidad AAPI en temas de salud.
Y es que, como lo declaró Lin, a la comunidad AAPI se le ha restado importancia, tratándola como un solo grupo de personas asiáticas, aunque dentro de esta existen subgrupos de comunidades chinas, vietnamitas, coreanas, japonesas, filipinas y sur asiáticas que tienen condiciones físicas, económicas, culturales y de salud distintas.
Un hombre de 74 años con «gota» –una enfermedad que se caracteriza por ser un tipo de artritis que causa dolor, enrojecimiento e inflamación en las articulaciones en quienes la padecen– fue afectado por esta generalización de las comunidades, pues le prescribieron Alopurinol para prevenir la enfermedad, sin embargo tuvo una reacción desfavorecedora y fue internado en un hospital debido a que la información del producto en Estados Unidos no indicaba el riesgo que sufren las personas de ascendencia china.
«Necesitamos mejores datos sobre las personas de ascendencia asiática», puntualizó Lin, pues a pesar de que son considerados, las variables de los subgrupos no son consideradas, lo que pone en riesgo la salud de estos.
Por su parte, Winston Wong, becario residente en el Centro Kaiser Permanente para la Equidad Sanitaria de la UCLA, señaló que la falta de datos de la comunidad AAPI tiene grandes impactos en la salud de estas y puntualizó que durante la pandemia por COVID-19, los miembros de esta comunidad fueron de los grupos con tasas más altas de hospitalización, sin embargo no se hizo evidente en medios de comunicación.
«Lo que puede hacer el periodismo es identificar “otro” como una categoría que refleja los déficits en nuestro sistema de salud», puntualizó Wong y señaló además la importancia de que se consideren todos los factores que pueden afectar la salud de los subgrupos de la comunidad AAPI.
Diferencias culturales afectan la participación de la comunidad AAPI en estudios clínicos
A pesar de los esfuerzos de asociaciones y centros de investigación, las barreras culturales, informativas y de idioma minan la participación de la comunidad AAPI en estudios clínicos, pues entre 1992 y 2018, la toma en cuenta de esta comunidad en estudios fue de menos de 1 por ciento.
Además, solo el 2.7 por ciento de 45 mil 923 personas participantes en los estudios clínicos de Alzheimer y otros problemas de salud mental eran miembros de la comunidad AAPI.
A raíz de esto, Van Ta Park, profesora de la Universidad de California en San Francisco, señaló que asociaciones crearon Care Registry, en el que miembros de la comunidad AAPI, mayores de 18 años, que hablan o leen inglés, chino, hindi, coreano, vietnamita o samoano que estén interesados en participar en estudios clínicos, se pueden registrar.
Finalmente, los expertos llamaron a los medios de comunicación y proveedores de salud a desagregar los datos de los miembros de la comunidad AAPI, para evitar la generalización y evitar los daños en la salud de esta.
Te puede interesar: Colaboración entre medios de comunicación y autoridades puede ayudar a detener delitos de odio