Comunidades de color de Arizona denunciaron la falta de inclusión en las audiencias realizadas por la Comisión Independiente de Redistribución de Distritos (IRC, por sus siglas en inglés) entre julio y agosto, como parte del proceso de redistritación en el estado.
Cabe señalar que la Comisión volverá a trazar los límites de los distritos de acuerdo con los cambios demográficos del censo 2020, lo cual podría traer importantes consecuencias políticas a un estado en donde los Republicanos han perdido escaños a lo largo de la última década.
Durante una sesión informativa organizada por Ethnic Media Services, Victoria Grijalva Ochoa, gerente del Programa de Redistribución de Distritos de One Arizona, destacó que dicho estado ha tenido un aumento poblacional de casi 12 por ciento desde 2010, impulsado en gran medida por las comunidades de color. Actualmente, la población total se ubica en poco más de siete millones,
En ese sentido, añadió que la comunidad afroamericana ha crecido 30 por ciento en la última década, mientras que los latinos representan más del 30 por ciento de la población, y la comunidad asiático americana también ha aumentado de manera importante, por lo que es necesario participar en este proceso, que tendrá un gran impacto para los próximos 10 años.
Sin embargo, comentó que no están recibiendo apoyo por parte de la Comisión para llegar a todas las comunidades; por ejemplo, para la primera ronda de audiencias les avisaron con solo dos semanas de anticipación y además hubo un problema de aforo que no permitió que todos expresaran su opinión.
A pesar de que han dejado muy claro cuáles son sus necesidades, especialmente en lo que respecta a la organización de estas audiencias entre comunidades de color, no han visto una mejora real, pues para la segunda ronda tuvieron aún menos tiempo de aviso.
«Tuvimos sólo una semana para coordinar el cuidado de los niños, también se necesita transporte, permisos para estar fuera del trabajo y una semana realmente no es suficiente para ajustar estos horarios».
Victoria Grijalva destacó que tampoco hubo un acercamiento con medios de comunicación multilingües para asegurarse de que todas las comunidades están siendo escuchadas e incluidas en este proceso de redistritación en Arizona, pues muchas personas lo desconocen.
«Estamos viendo que varios de estos problemas surgen una y otra vez. Sabemos que la Comisión tuvo la oportunidad de mejorar todo esto desde la última vez, sin embargo, en realidad no lo ha hecho, e incluso han empeorado algunas cosas».
Abundó que gran parte de las decisiones como el acceso a fondos, a programas de salud y en materia educativa, se basan en la redistribución, por lo que al no tener este acercamiento con las comunidades no están pensando realmente en cómo eso afectará a las comunidades de color a largo plazo.
Reuniones virtuales harían de la redistritación un proceso más equitativo en Arizona
Reginald Bolding, director de la Coalición de Arizona para el Cambio, comentó que una de las fallas que ellos han percibido es una falta real de inversión estatal para asegurar que están siendo tomados en cuenta, porque de ello dependen nuestro futuro inmediato.
“Hemos trabajado con organizaciones comunitarias desde 2020. Comenzamos nuestro propio proceso para asegurarnos de que la gente de la comunidad afroamericana supiera cómo participar en el censo, para que pudieran estar seguros de que fueron contados”.
Añadió que la Coalición está tratando de llenar los vacíos del IRC —aunque ese no debería ser el papel de los grupos comunitarios—, a través de reuniones educativas quincenales sobre la redistribución dirigidos a la comunidad afroamericana.
Por otra parte, comentó que ante la pandemia de COVID-19, la cual ha afectado particularmente a esta comunidad, la Comisión no ha brindado oportunidades para que se escuchen todas las voces a través de escenarios virtuales.
“Vamos a estar al tanto de que se escuchen nuestras voces en el proceso de redistribución de distritos, que tendrá implicaciones durante una década. Así que somos extremadamente vigilantes y seguiremos asegurándonos de que se escuchen las voces de las comunidades de color”.
Educación y redistritación, crucial para comunidad asiático americana
Jennifer Chau, de la organización Asiático Americanos, Hawaianos y de Islas del Pacífico en Arizona para la Equidad (AZ AANHPI For Equity) recordó que cuando asistió a una audiencia en Tucson había alrededor de 200 personas, en su mayoría caucásicas (95%) y muy pocas de las comunidades de color.
De tal forma, la AZ AANHPI For Equity ha realizado entrenamientos de unas tres horas, cuya finalidad es educar a la comunidad en cuanto a la redistribución de distritos, y de acuerdo con encuestas de rendimiento han comprobado que las personas realmente están interesadas y aprendiendo sobre este proceso.
Por ejemplo, al preguntarles cuál era su conocimiento sobre la redistribución de distritos antes y después de estos entrenamientos, la mayoría mencionaba que tenía un nivel de 0.8 —en una escala del 1 al 5—, y al finalizar las capacitaciones se consideraban en nivel 4.
Cabe señalar que en estos entrenamientos también les enseñan a usar las herramientas de mapeo de la comunidad, así como a brindar testimonios públicos, por lo que consideró que este tipo de capacitación es muy útil.
De igual forma, expresó que para la gente de esta comunidad un factor importante es la educación. Muchos padres se conducen hasta 40 minutos porque en su distrito simplemente no se sienten cómodos con la educación o no se alinean con sus valores, y de ahí la importancia de que más personas participen en la redistribución de distritos.
Discriminación en proceso de redistritación en Arizona
Jaynie Parrish, líder de los Demócratas en el condado Navajo, denunció que también ellos han observado las lagunas y desafíos en el proceso de redistritación en Arizona, como la falta de comunicación y poca o nula educación sobre el proceso en general.
«Así lo asumimos nosotros mismos durante esa primera fase como grupo. Primero intentar capacitarnos, ya que muchos de nosotros no llevábamos mucho tiempo haciendo este trabajo. Entonces tenemos que educarnos a nosotros mismos».
Tuvieron que salir con sus propios mensajes y desarrollar sus propios materiales de comunicación, por lo que realmente han dependido de organizadores locales para hacer correr la voz.
Otro problema, dijo, el más grande de esta comunidad, es el acceso a Internet. La mayoría de los votantes nativos son mayores, no tienen teléfono, no están acostumbrados al correo electrónico o no pueden conectarse para ingresar a sitios web.
A ello se suman las largas distancias que deben recorrer para las audiencias, y cuando llegan perciben acoso y discriminación.
«Tenemos imágenes en video de nuestros adultos mayores siendo buscados y cacheados por jóvenes blancos que dijeron que fueron contratados por el IRC. Algunas personas de nuestra comunidad ni siquiera querían entrar, son este tipo de cosas a las que nos hemos enfrentado».
Latinos y comunidades rurales también son excluidos
Andrea Varela, representante Rural Arizona Engagement (RAZE), comentó que los arizonenses rurales se sienten olvidados y abandonados, además de que existe un vacío notable en lo que respecta a los programas de participación cívica y registro de votantes.
«RAZE llena este vacío creando comunidades de votantes educados, empoderados y comprometidos. La educación y la promoción con respecto a la redistritación en arizona es parte de ese proceso. Una línea podría significar la diferencia entre un distrito controlado o el que realmente representa a su comunidad».
Y es que cuando se trata de participación cívica, el enfoque está en las áreas urbanas, mientras que las comunidades rurales tienden a ser olvidadas, lo cual puede deberse a la falta de acceso al voto, ausencia de candidatos calificados dispuestos a postularse a un cargo, la falta de educación.
Esto tiene como consecuencia la falta de recursos, de votos, de participación, a pesar que las áreas rurales contribuyen en gran medida al crecimiento, la prosperidad y el desarrollo del estado, y deberían estar representadas de manera equitativa y proporcional.
Finalmente, Sandy Ochoa, de la organización Mi Familia Vota, apuntó que la redistribución de distritos es la próxima batalla para proteger la democracia. Se están impulsando proyectos de ley de supresión de votantes que intentan manipular los mapas a su favor, para hacer de la redistribución de distritos un proceso desigual.
«Quieren asegurar mayorías en la Cámara de Representantes durante la próxima década, independientemente de lo que realmente quieren los votantes, lo cual limita el poder político de nuestras comunidades, como los latinos que viven en Arizona».
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