Ya sea para evitar a las parejas que se roban las sábanas y dan vueltas toda la noche, o aquellas que sacuden constantemente la habitación con fuertes ronquidos, muchos estadounidenses están optando por un «divorcio del sueño» para ayudar a mejorar su sueño nocturno.
Según una reciente encuesta de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño ‒American Academy of Sleep Medicine, AASM‒, más de un tercio de las personas dicen que ocasional o constantemente duermen en otra habitación para complacer al compañero de cama.
De acuerdo con los resultados de la investigación que involucró a 2005 adultos en EE. UU., los hombres son más propensos a dormir en el sofá o en la habitación de invitados, y casi la mitad ‒45 por ciento‒ informan que ocasional o constantemente duermen en otra habitación, en comparación con solo una cuarta parte ‒25 por ciento‒ de las mujeres.
«Sabemos que la falta de sueño puede empeorar su estado de ánimo, y es más probable que las personas que no duermen bien discutan con sus parejas. Puede haber cierto resentimiento hacia la persona que causa la interrupción del sueño, lo que puede afectar negativamente las relaciones», señaló la doctora Seema Khosla, neumóloga y vocera de la AASM.
En ese sentido, la experta destacó que «dormir bien por la noche es importante tanto para la salud como para la felicidad, por lo que no sorprende que algunas parejas elijan dormir separadas por su bienestar general».
La AASM precisó que obtener la cantidad correcta de sueño saludable es importante para las relaciones, pues estudios han demostrado que aquellos en las que constantemente experimentan problemas de sueño, son más propensos a entrar en conflicto con sus parejas.
Además, refirió que la pérdida de sueño disminuye los niveles de precisión empática, lo que significa que aquellos que no duermen lo suficiente pueden ser menos capaces de entender o interpretar los sentimientos de sus parejas.
Cuestión generacional
Si bien el «divorcio de sueño» se da en diferentes edades, casi la mitad ‒43 por ciento‒ de los millennials duermen ocasional o constantemente en otra habitación para complacer a un compañero de cama, seguidos por un tercio ‒33 por ciento‒ de los de la Generación X, 28 por ciento de los de la Generación Z y 22 por ciento de los Baby Boomers.
«Aunque el término “divorcio del sueño” parece duro, en realidad solo significa que las personas dan prioridad al sueño y se mudan a una habitación separada por la noche cuando es necesario», puntualizó Khosla.
«Sin embargo, si son los fuertes ronquidos de uno de los miembros de la pareja los que provocan la separación de los espacios para dormir, entonces debe alentar a ese miembro de la pareja a que hable con un médico acerca de la apnea obstructiva del sueño. Esto se aplica tanto a hombres como a mujeres que pueden roncar», sugirió.
Y es que, los ronquidos fuertes y frecuentes no son solo una molestia; es un síntoma común de la apnea del sueño. Si bien no todas las personas que roncan tienen esta enfermedad del sueño, si son una señal de advertencia que debe tomarse en serio. Cuando los ronquidos se combinan con asfixia, jadeo o pausas silenciosas en la respiración durante el sueño, es un fuerte indicador de apnea del sueño.
Otros síntomas comunes de la apnea del sueño incluyen fatiga o somnolencia diurna, sueño no reparador, insomnio, dolores de cabeza matutinos, nicturia ‒despertarse durante la noche para ir al baño‒, dificultad para concentrarse, pérdida de memoria, disminución del deseo sexual, irritabilidad y dificultad para permanecer despierto mientras duerme viendo la televisión o conduciendo. El exceso de peso corporal es un factor de riesgo clave para la apnea del sueño.
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