La organización El/La Para TransLatinas con sede en San Francisco, lleva desde 1993 abogando por los derechos humanos de las diversas comunidades que representa. Su subdirectora, Sofía S. Ríos Dorantes, relató a Península 360 Press cómo mediante su experiencia, espera que gente transgénero, intersex, y de género diversa, adquieran los servicios que necesitan y sobresalgan en lo que se propongan.
Los programas de TransLatinas están enfocados a la comunidad transgénero, intersex y género diversa, latinx de San francisco y el área de la Bahía. Cuentan con manejo de caso individual, acompañamientos, vinculación y referencias para recursos médicos y legales. Asimismo, promueven la salud, el uso de PrEP y programas de desarrollo profesional y liderazgo.
Ríos empezó en TransLatinas como participante, luego voluntaria, y actualmente es la subdirectora.
«Me dijeron en estos días: “Sofía tu eres la semilla y la visión que Translatinas siembra en cada participante”», recordó.
Sofía nació en 1979 el pueblito de San Gabriel, Chillax, Puebla en México. Cursó hasta la preparatoria y un poco de la universidad ahí mismo. A los 22 años emigró a Estados Unidos para apoyar a sus papás y darles una mejor calidad de vida.
Vivió en Carolina del Norte por 15 años, hasta el 2016, para luego mudarse a San Francisco y unirse como participante en TransLatinas.
«Vine ‒a San Francisco‒ buscando mi seguridad y el de poder cambiar mi nombre y genero legalmente, ya que sabía que en California lo podía hacer porque en Carolina del Norte no era posible», comentó.
En el 2018 fue seleccionada al puesto como primera administradora de datos de TransLatinas. También se le dio la oportunidad y entrenamiento para usar el programa de administración de datos Salesforce, del que se certificó en 2020.
«Fui aprovechando los programas de desarrollo profesional, clases de inglés, y cursos de GED que se les brindan a todes les participantes», compartió Ríos.
Antes, los participantes podían llegar a la oficina y esperar a que una manejadora de casos estuviese disponible para ser atendidos. Sin embargo, con la pandemia y porque se mudaron a un espacio más pequeño, tuvieron que cambiar la modalidad de sus servicios.
Ahora, sólo tienen que llamar al teléfono de la oficina para que se les asigne una cita en la cual las manejadoras de caso procederán haciendo un formulario para saber cuáles son las necesidades por el momento. Después, elles les harán las referencias correspondientes para los servicios que les participantes requieren o busquen.
«Ahora estamos recibiendo a más chicas que están emigrando por la violencia que está pasando en sus países y también porque muchas internamente se están mudando a California por leyes anti LGBTQ+ que están surgiendo en otros estados», dijo.
En los últimos años, estados como Texas, Florida, y Tennessee, han pasado por sus Congresos leyes que criminalizan el adquirir servicios de salud especializados para comunidades transgénero, intersexuales y género diversas.
TransLatinas recibe múltiples mensajes por su Facebook e Instagram de personas alrededor del mundo, pidiendo ayuda. Si están en otros estados de EE. UU., Translatinas hace referencias a organizaciones con las que tengan contacto o conozcan de otros estados que trabajen por las mismas causas. De no ser así, no les es posible brindar ningún servicio.
«Nos encontramos en un clima político que nos está atacando doblemente a la comunidad trans, intersex, y género diversa latinx migrante», recalcó Ríos. «Digo doblemente, porque no solamente se nos están atacando nuestras identidades de género diversas, sino que también se nos atacan nuestros estatus migratorios, y estos ataques toman la forma de políticas anti-derechos que se quieren implementar a nivel nacional».
Las políticas que se refiere Ríos no han llegado a California. Sin embargo, señala que, si siente que en comparación a otros lugares, hay más libertad en San Francisco. Por ejemplo, dijo, existe más libertad para vivir acorde a sus identidades, hay servicios que no existen en Latinoamérica y en otras ciudades de EE. UU., como acceso a cirugías y a médicos en cuidado de comunidades transgénero.
Sin embargo, no todo es color de rosa, y a pesar de que San Francisco es un lugar donde es más común que se les respeten sus identidades, sigue habiendo obstáculos que TransLatinas confrontan en su día a día.
«Los obstáculos más grandes han sido y siguen siendo la xenofobia y transfobia combinadas. Hemos podido sentir ambos de primera mano en todos los espacios de servicios públicos, teniendo dificultades para acceder a fondos; hemos navegado y servido, y a su vez cuidando a nuestra comunidad con muy bajo presupuesto, en comparación a otras organizaciones de comunidades que no son migrantes».
También Ríos comenta que, aunque San Francisco es abiertamente una ciudad diversa, hay entidades federativas sin educación hacia las comunidades trans, intersexuales y género diversas, como consulados de Latinoamérica en la ciudad.
Pero, aunque se les presenten dichos obstáculos, los objetivos de TransLatinas van a seguir en pie, tal es el caso de garantizar un espacio seguro que proporcione los servicios necesarios a la comunidad trans, intersexual y género diversa latina/e/x migrante.
Cuando el COVID-19 empezó a afectar el área de la Bahía de San Francisco, TransLatinas entregó en ayuda económica directa a sus participantes más de 450 mil dólares durante dos años y nueve meses.
«Nunca abandonamos a nuestra comunidad cuando nadie más velo por las trans latinas», enfatizó Ríos.
Ahora que está por terminar el mes del orgullo LGBTQ+, Ríos comenta que fue vital este mes para celebrar, mantenerse firmes y apoyarse entre estas comunidades y sus aliades ante las políticas que atentan contra la vida de estas comunidades.
Igualmente, refirió que la educación hacia el público no debe detenerse para seguir construyendo una sociedad más inclusiva.
«La educación es parte fundamental para erradicar ideas falsas de nuestras identidades», sugirió Ríos. «Pueden buscar una amistad que sea parte de la diversidad para aprender de nuestra experiencia de vida y de esa manera poder abrir caminos de educación y entendimiento».
Aunque junio termine, Ríos espera que se siga celebrando la vida, respetando los derechos humanos y promoviendo políticas públicas que protejan a estas comunidades.
«Debemos de recordar la historia para no repetir una llena de violencia que nuestres ancenstres vivieron, para abrir caminos que en esta época se nos quieren cerrar».
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