Por Península 360 Press [P360P] con información de Radio Progreso
La Empresa Nacional de Energía Eléctrica de Honduras (ENEE) está al borde de la quiebra. Paga 990 millones de dólares anualmente a generadoras privadas, que representan cerca del 70 por ciento de su presupuesto operativo, y tiene un déficit acumulado de 2 mil 300 millones de dólares.
Así lo informó Radio Progreso, que destacó que mientras el Estado genera cada Kilovatio a 2 centavos de dólar, a nivel privado lo paga arriba de 12 centavos: es la segunda energía más cara de América Central, sólo por debajo de Nicaragua.
Con la idea de saber qué empresas con vínculos políticos o familiares, e incluso con el narcotráfico, suelen beneficiarse de estos contratos lucrativos o por qué el Estado ha permitido acumular dicha deuda millonaria, Radio Progreso ha realizado un reporte especial para responder a dichas preguntas.
Así, a través de una exhaustiva investigación de los mecanismos y redes empresariales y familiares que están detrás de los contratos con el Estado, este especial da cuenta de quiénes lucran con la producción energética que conforman empresas y maniobras financieras para tratar de ocultar sus verdaderos nombres.
Los reportajes destacan que en Honduras hay tres grupos empresariales que sacan las mayores ganancias de la producción energética privada: Grupo Terra, propiedad del empresario Fredy Nasser; Grupo Iresa y Lufu Quessa, vinculado a empresas de miembros de la familia Larach y Kafie; y sociedades mercantiles en las que tienen participaciones integrantes de la familia Canahuati. Cada año la ENEE debe pagar a estos tres grupos 642.1 millones de dólares en total.
De acuerdo con el medio de comunicación, vender energía al Estado no es delito siempre y cuando se respete la ley, pero en Honduras la institucionalidad ha sido vulnerable a la influencia de élites empresariales, políticos y hasta personas vinculadas al narcotráfico.
El resultado es que el Estado paga más de lo que necesita y las empresas obtienen más beneficios a costa de endeudar a la ENEE y llevarla al borde de la quiebra.
Y es que el Estado no tiene capacidad para producir la energía que el país necesita, por eso está obligado a contratar empresas privadas. Juan Carlos Rodríguez, coordinador de la Coalición Patriótica de los Combustibles, manifestó que el problema radica en las condiciones en las que se contrata este servicio ya que no se rige por los valores del mercado y, además, porque las administraciones gubernamentales nunca han visto el fortalecimiento de la generación estatal como un mecanismo de desarrollo estratégico.
Según Rodríguez, para sacar a la ENEE de la crisis bastaría con revisar los contratos privados y fortalecer la energía estatal: «recordemos que las hidroeléctricas de la ENEE producen la energía más barata, que anda en 2 centavos de dólar por kilovatio generado, mientras que a nivel privado se paga a 12 centavos. Eso nos sirve para balancear la tarifa alta de las generadoras privadas y ayudar a que baje para el usuario final».
La ENEE empezó a comprar energía privada desde la década de los 90, pero a partir de 2007, los costos de contratación se encarecieron debido a reformas que incentivaron el cambio de matriz hacia la producción energética con recursos renovables, a través de exoneraciones fiscales, pago de bonos y precios de generación, que no pueden ser asumidos por la estatal. De ello se beneficiaron empresarios, políticos y personas vinculadas al narcotráfico, como ejecutivos de confianza de «Los Cachiros», que también se convirtieron en proveedores de energía.
Mario Rubén Zelaya especialista en temas energéticos, explicó que la política del Estado fue: «pagar más por kilovatio hora a los generadores privados, lo cual es irracional». Zelaya lamentó que, a nivel centroamericano, la ENEE sea la única estatal eléctrica deficitaria.
Por su parte, el economista Claudio Salgado detalló que, ante la incapacidad de la ENEE para pagar la energía privada que contrata, el Estado tiene que «pedir préstamos para pagarle a las generadoras. Esos créditos los cancelará el pueblo a través de impuestos y tarifas energéticas altas».
Una responsabilidad compartida
Todos los contratos energéticos pasan por el Congreso Nacional, pero antes deben ser suscritos por la gerencia de la ENEE, analizados por la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE) y ratificados por el Poder Ejecutivo. Es una responsabilidad compartida, precisó el medio.
Familiares de funcionarios públicos firmaron contratos de energía mientras estos estaban en el ejercicio del cargo, violando la Ley de Contratación del Estado. Es el caso, entre otros, de la exvicepresidenta del Congreso Nacional, Gladis Aurora López.
Según auditorías del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), gran parte de los contratos de generación se han firmado violando la ley, en el caso de la energía fotovoltaica, se firmaron al precio más alto de América Central.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó, en 2018, que se debían revisar los contratos con empresas privadas como condición ineludible para el rescate financiero de la ENEE. Esa revisión no tuvo éxito porque las empresas no aceptaron bajar los costos de generación.
Luego de las recomendaciones del FMI, el presidente Juan Orlando Hernández creó una comisión interventora, dirigida en primera instancia por la ministra del Servicio de Administración de Rentas (SAR), Miriam Guzmán, quien informó que en la actualidad hay 98 contratos de alto costo que están ahogando financieramente a la ENEE.
Y agregó que para salvar a la empresa del déficit financiero habría que recuperar las pérdidas técnicas y no técnicas, y renegociar los contratos con las generadoras: “el costo de la generación es altísimo, Honduras necesita volverse competitiva”. Sólo a las empresas térmicas, la ENEE paga al año más de 495 millones de dólares.
Según fuentes consultadas, la mayoría de contratos energéticos que se aprueban en el Congreso nunca se socializan, no se discuten y se desconoce la forma en que fueron negociados. Aun así, el Estado sigue endeudándose con préstamos millonarios para pagar a las generadoras privadas.
Radio Progreso puntualizó que las piezas que componen este especial es un servicio de información pública que desgrana la red de quienes están detrás de este negocio y de cómo se hacen con los contratos energéticos.
Para consultar los reportajes, puedes acceder al sitio https://radioprogresohn.net/ o dar click aquí.
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