lunes, noviembre 17, 2025

La normalización de la supremacía blanca avanza en Estados Unidos, advierten expertos

La supremacía blanca —antes confinada a los márgenes políticos— se ha filtrado en la vida pública estadounidense a una velocidad inesperada
La supremacía blanca —antes confinada a los márgenes políticos— se ha filtrado en la vida pública estadounidense a una velocidad inesperada. 

La supremacía blanca —antes confinada a los márgenes políticos— se ha filtrado en la vida pública estadounidense a una velocidad inesperada, e ideas antes confinadas a neonazis, milicias y grupos conspiracionistas hoy circulan con naturalidad en el debate público y en los pasillos del poder.

Así lo advirtieron académicos y periodistas durante una conferencia organizada por American Community Media (ACoM), donde señalaron que los discursos extremistas han ganado legitimidad en la política, la religión y la cultura del país.

Sanford Schram, politólogo y coautor de Hard White, señaló que la llegada de Barack Obama a la presidencia actuó como un catalizador, aunque recordó que “el terreno ya estaba preparado desde los años ochenta”. 

En ese sentido, refirió que fue entonces cuando figuras como Pat Buchanan comenzaron a deslizar dentro del Partido Republicano ideas que antes circulaban en el Ku Klux Klan y otras organizaciones abiertamente racistas. 

“Eso marcó el inicio de una política de identidad blanca que hoy es central en el movimiento MAGA”, dijo.

El periodista Heath Rosen coincidió en que el cambio no fue súbito, pero sí mucho más profundo de lo que parecía. Apuntó que el discurso de Donald Trump en 2015 —“traen drogas, traen crimen, son violadores”— abrió la puerta para que expresiones de odio racial dejaran de ser un tabú. 

“Lo que antes se decía en voz baja o se escondía tras eufemismos, ahora se grita en mítines y se replica en redes sin vergüenza alguna”, afirmó. 

Asimismo, advirtió que la radicalización en internet ha dado un salto generacional: “Usuarios muy jóvenes sienten que, detrás de un avatar de anime, pueden celebrar símbolos neonazis y hablar de violencia racial como si fuera un juego”.

A ese clima se suma el ascenso del nacionalismo cristiano, un movimiento religioso y político que, según el teólogo Matthew Taylor, ha dejado de ser periférico. Definió el fenómeno como una visión que fusiona identidad religiosa, poder político y una idea excluyente de la nación. 

“No estamos hablando del cristianismo en general, sino de una corriente que cree que Estados Unidos debe ser gobernado bajo principios cristianos estrictos, y que ese cristianismo tiene color: blanco”, explicó.

Taylor subrayó que el auge de redes carismáticas independientes, sin supervisión denominacional, ha favorecido la difusión de mensajes proféticos sobre la figura de Trump. 

“Es un ecosistema que mezcla teología, conspiración y política”, indicó. “Muchos de estos líderes enseñan que Trump no solo puede gobernar, sino ‘transformar el orden mundial’ por mandato divino”.

Los expertos también advirtieron que legisladores estatales y organizaciones de derecha radical han ayudado a llevar teorías conspirativas —como el llamado “Gran Reemplazo”— del internet marginal a los discursos públicos. 

Esa narrativa, coincidieron, sostiene que las élites estarían “sustituyendo” a la población blanca mediante migración masiva. Aunque su origen es abiertamente supremacista y antisemita, algunos sectores conservadores la han retomado con distintos matices.

“Cuando una teoría que antes solo escuchabas en foros extremistas llega a congresos estatales, se convierte en política”, subrayaron.

El resultado es un clima cada vez más hostil hacia las comunidades inmigrantes, las personas de color y las minorías religiosas. Para los especialistas, el desafío para periodistas y audiencias es doble: documentar estas tendencias con rigor y, al mismo tiempo, evitar que la cobertura normalice los discursos extremistas.

La advertencia final fue contundente por parte de los expertos: la normalización de la supremacía blanca y del nacionalismo cristiano no se detendrá sola, requiere mirar de frente un fenómeno que, aunque minoritario en número, ha ganado una influencia desproporcionada en la vida política estadounidense.

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Pamela Cruz
Pamela Cruz
Jefa de Redacción de Península 360 Press. Comunicóloga de profesión, pero periodista y escritora por convicción, con más de 10 años de experiencia en medios. Especializada en periodismo médico y científico por Harvard y ganadora de la beca International Visitors Leadership Program del gobierno de EE. UU.

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