A sus cortos 6 años, Marcos Gutiérrez ya vendía limones de puerta en puerta, con una pequeña cubeta recorría calles de Ciudad Juárez, Chihuahua, sin imaginar que un día tendría la oportunidad de «darle voz a todo el mundo» a través de su programa de radio «Hecho en California» el cual ha logrado alcanzar una audiencia de más de 70 mil personas cada día en el estado dorado.
Si bien llegó con escasos 13 años a El Paso, Texas, el hoy famoso locutor nació en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde desde pequeño fue inquieto, «siempre buscando acción, me gusta moverme. Me comparo con un tiburón, es más, trabajo en mi casa y lo hago parado», dijo Marcos Gutiérrez en entrevista para Península 360 Press.
En bicicleta le gustaba agarrar camino para llegar tarde a casa, lo que le causó problemas, sobre todo con su papá, que, en palabras del propio locutor, era un hombre de gran disciplina «de los antiguos, de a deveras».
Marcos tiene 3 hermanos más grandes que él, dos mujeres y un hombre, pero a los 13 años «llega una hermanita que me quita la corona». Sus padres nacieron en EE. UU. pero se conocieron en Ciudad Juárez, lo que le permitió obtener ambas nacionalidades.
Aprendió inglés en una escuela católica, de la cual, junto con sus hermanos, fue expulsado debido al mal comportamiento, para luego acceder a una escuela en la mayoría eran afroamericanos, donde dice, se «la vio pesada», pues la discriminación por ser de Juárez ‒México‒ y no saber inglés, les ocasionó problemas y una vez más, tuvieron que salir de esa escuela.
Al fin, llegaron a una preparatoria técnica, donde la mitad de las clases eran teóricas y la otra parte práctica, ahí le atrajo la imprenta, su primer acercamiento con los medios de comunicación.
Para 1966 se había graduado, a su papá no le iba nada mal económicamente, cuenta Marco, sin embargo, quería que sus hijos comenzaran a trabajar al terminar la preparatoria, por lo que en el verano consiguió empleo, donde por seis semanas limpió canales de vagones de tren, sin embargo, no fue lo suyo y decide regresar a la escuela, idea que no había contemplado con anterioridad.
La Universidad Western Texas fue un parteaguas, sin saber aún que estudiar, «estaba yo por decidir cuál era mi carrera cuando estoy sentado ahí en una banquita y escucho una estación estudiantil, y hay una mujer entrevistando a alguien… y dije ¡guau!, yo puedo hacer eso… tengo una voz pasable y así es como inmediatamente digo, voy a ver de dónde sale esta estación», contó.
A sus 20 años comienza a trabajar en la estación estudiantil, donde, a la par, consigue un trabajo de DJ en un club de música llamado «The Zoo» en El Paso, Texas, en el cual uno de los dueños era vendedor de anuncios en una radio local popular, mismo que le ofrece trabajar para él.
«Estamos hablando de cuando no había un latino, mucho menos mexicano, en la radio de Estados Unidos».
Y es que, a pesar de que, en ese entonces, El Paso, Texas, tenía una población 60 por ciento latina, los medios de comunicación no los incluía en su programación, mucho menos en su talento.
«Él comprendía el mercado, tocaba la música que nos gustaba a los mexicanos y me ve en el Zoo, di unas cuantas palabras y tocaba la música, se toma un riesgo y me emplea. Era el primer latino en El Paso, Texas, como DJ en una estación en inglés».
Para 1970, Marcos ya se había desarrollado como DJ y tenía popularidad.
Sin embargo, a finales de los 60 y principios de 1970, habría llegado uno de los momentos importantes para Marco dentro de los medios, pues en las manifestaciones violentas que se dieron en diversas partes de la unión americana debido a ataques en contra de la comunidad afroamericana.
Hecho que provocó una revolución incluso en los medios de comunicación, pues hasta ese momento encubrían o no cubrían lo que en realidad sucedía en las calles con las comunidades minoritarias.
Así, se obligó a las estaciones de radio y televisión a estudiar los retos que tenían las comunidades, analizar los problemas y programar para ese grupo de residentes.
El 4 de enero de 1970 emprende el camino hacia San Francisco, donde comienza a buscar trabajo de lo que fuera. Tras pasar por varios empleos, llegó la oportunidad que lo llevó a la cima.
«En ese momento, como no había muchos latinos en los medios de comunicación, yo era una persona única porque ya había tenido no solamente clases y estudio en comunicaciones, sino que tenía experiencia, y uno de los distritos de La Misión en San Francisco hicieron audiciones entre un montón de gente para encontrar un productor y un anfitrión, y a mí me tocó. Y de ahí en adelante eso me da el lujo de ser uno de los primeros en tener un programa bilingüe para los latinos en San Francisco», precisó.
De ahí, a canal 4 en NBC con el programa «Alma de bronce», luego en canal 5 CBS con el programa «Sol es Vida», y pasaron 14 años donde se la pasó realizando televisión, para luego volver a la radio.
Decide volver a los estudios y termina la universidad, una maestría y un doctorado sobre medios de comunicación.
«Como latinos, nadie nos va a hacer la programación adecuada que necesitamos, si nosotros no nos movemos no va a ocurrir, no va a haber la programación que buscamos y que nos pueda ayudar a la comunidad, y basado en este programa se da la oportunidad de alquilar tiempo al aire en San Francisco para crear “Hecho en California”, con una programación que, creo yo, está sirviendo a la comunidad y encontrando a los patrocinadores latinos que trabajen con nosotros».
Marcos Gutiérrez tiene nuevos planes, pues ya prepara un libro sobre su vida y espera esté en librerías en 2023.
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