Pamela Cruz. Península 360 Press [P360P].
Hasta 2019, en EE. UU., el suicidio se ha convertido en la segunda causa principal de muerte entre niños de 10 a 19 años, y la pandemia por COVID-19 no ayuda, por lo que hoy, más que nunca, es necesario asegurar la salud mental de dicho grupo, quienes diariamente enfrentan los estragos de un mundo cambiante.
Ante ello, y con la finalidad de que las personas puedan detectar más fácilmente las señales de advertencia ante un posible suicidio, una familia de Anaheim compartió su historia, donde narran la pérdida de su hijo de 14 años.
Los californianos Adriana y Rodney Moore nunca imaginaron que su hijo de tan solo 14 años se quitaría la vida, pues el joven gozaba de plena salud, era muy social, activo, adoraba los animales y amaba tocar su saxofón, de acuerdo con el medio NBC Bay Area.
La pandemia por COVID-19 lo cambió todo, el aislamiento y el aprendizaje a distancia llevaron a que Rodney Moore Jr. bajara sus calificaciones. Lentamente el joven perdió la esperanza al no poder regresar a las clases presenciales este mes.
«Ningún otro padre debería tener que pasar por esto», dijo Adriana, madre de Rodney Moore Jr. «Nunca debería tener uno que despedirse de sus hijos. Uno debería ir antes que sus hijos».
«Cada vez que cerramos los ojos, vemos cómo lo encontramos», dijo.
Adriana recordó que su hijo constantemente decía: «No veo el punto. Nada va a mejorar»
Para el padre de Rodney Jr., las cosas que decía su hijo le hacían pensar que las cosas iban en otra dirección, sin embargo, dijo, nunca imaginaron que hasta ese punto.
«Aunque el coronavirus no se llevó la vida de mi hijo directamente, la tomó indirectamente, así es como me siento», destacó el Sr. Rodney Moore.
La psicóloga en jefe del Children’s Hospital of Orange County dijo al medio que actualmente recibe el doble de llamadas telefónicas por parte de familias que se encuentran preocupadas por la salud mental de sus hijos, quienes han presentado el mismo tipo de señales de advertencia.
Por su parte, la psicóloga Heather Huszti, de la misma institución, destacó señales en las que los padres deben poner especial atención, tal es el caso de irritabilidad creciente, el dejar de participar en actividades que solían gustarles, tener problemas de concentración, e inclusive cambios en patrones de alimentación y sueño.
La conversación debe iniciarse antes de que las señales avance, pues «a veces, cuando le preguntas a los niños sobre amigos, sobre otros, es una forma más fácil de entrar en el tema», dijo Huszti.
Finalmente, los padres de Rodney dijeron que esperan que el compartir su historia ayude a prevenir la muerte de otro joven, y llamaron a otros padres a no dudar en acercar a sus hijos con un experto en salud mental ante la mínima sospecha de peligro.