Cristian Carlos. Península 360 Press [P360P].
En Texas se ha avivado, nuevamente, el debate que podría imponer nuevas barreras para las personas votantes debido a las propuestas de legislación promovidas por el partido republicano en el estado del sur de los EE. UU.
El poder de la democracia de los ciudadanos estadounidenses que residen en Texas podría verse en retroceso si se eliminan, por ejemplo, los centros de votación que funcionan las 24 horas o si se terminan por imponer más requisitos para emitir el sufragio vía correo. Se trata de una de las fórmulas más restrictivas en la historia de la democracia moderna para los EE. UU.
La nueva legislación, que ha sido detenida por el partido demócrata en varias ocasiones, agregaría más filtros para que una persona pueda identificarse a la hora de acudir a un centro de votación lo que podría poner en riesgo los avances en materia de equidad hacia las minorías y, por el contrario, impulsaría una nueva ola de racismo y desestimación hacia los sectores más vulnerables de la población estadounidense que, durante toda su historia, ha luchado por sus derechos, entre ellos, el derecho a un voto libre y democrático.
Por ello, Ethnic Media Services, ofreció una reunión informativa para evidenciar el problema al que se enfrenta la democracia estadounidense y cómo los diferentes sectores de la población han reaccionado ante la amenaza de la imposición de medidas restrictivas que dificultarían la libertad de las minorías en expresar su voluntad.
Elizabeth Hira, asesora política del Programa de Democracia del Centro Brennan, apuntó que, en Dakota del Norte, se avisó a los votantes que requerían una «dirección residencial» para que fuese válida su identificación para votar, lo que impide el acceso al voto a los nativos estadounidenses, ya que el gobierno está incapacitado para brindarles una dirección.
«El 90 por ciento de las mujeres cambian su nombre al casarse o al divorciarse», indicó Hira. Esto supone que sus documentos no reflejen su situación actual y, por tanto, se encuentren desactualizados. Y denunció que «378 mil personas transgénero no cuentan con una identificación que muestre correctamente su género». Apunta Hira que «desaparece su derecho al voto» cuando la persona votante no tiene posibilidades de identificarse; como por ejemplo, el hecho de que la identificación no pueda mostrar el estado actual de las personas.
«Hay muchos estadounidenses que está siendo dejada del lado y urgen cambios que se apliquen de manera práctica. Es un momento sin precedentes en la historia de los EE. UU.».
Entre tanto, Alex Gulotta, director Estatal de Arizona de All Voting is Local, refirió que se tiene que educar a la población estadounidense, así como sus nuevas generaciones y movilizarlas «para que sepan que el voto es el acto final de un proceso de compromiso cívico». Destacó que, en las elecciones generales de 2020, la participación ciudadana aumentó en el estado de Arizona 11 por ciento en el sector afrodescendiente, 17 por ciento en el sector asiático-estadounidense, 8 por ciento en el sector nativo estadounidense y 5 por ciento en el sector de descendencia latina.
Gulotta refirió que debe hacerse un llamado al sector empresarial, a líderes de la comunidad y sociedad civil de ambos partidos, tanto demócratas como republicanos a «defender la democracia, la verdad y la justicia, que todas las voces sean escuchadas y se cree una democracia que nos represente a todos»
Mimi Marziani, presidenta del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, dijo que el proyecto de ley del senado «hace que votar sea más difícil para mucha gente de Texas; especialmente, para los sectores de la población más vulnerables: personas de otras etnias, personas con discapacidad y personas que hablan inglés como segundo idioma».
Si bien el nuevo proyecto de ley trajo consigo una nueva división, también trajo aspectos positivos, señaló Marziani. Más de 100 organizaciones, dice, se han unido en defensa de los derechos para los votantes. Y advirtió que el estado de «Texas es un gran ejemplo de por qué tiene que existir una revisión a nivel federal» en materia de derecho electoral. Apuntó a que la mayoría de los afrodescendientes prefieren ir a votar muy temprano el domingo de las elecciones; sin embargo, la nueva legislación propone restringir dicho horario.
Las voces de los expertos coincidieron en que las pasadas elecciones generales de EE. UU. son un sinónimo del ánimo de la ciudadanía a involucrarse en los procesos electorales y la vida política de los EE. UU. «Hemos tenido las mejores elecciones desde hace mucho tiempo y, en tanto celebremos la creciente participación ciudadana, continuaremos adelante para no perder la esperanza», finalizó Alex Gulotta.