El fiscal general de California, Rob Bonta, lideró este viernes una coalición de 22 estados en apoyo de la nueva política propuesta por la Administración Biden que facilitaría a la población LGBTQ la donación de sangre y plasma.
La política de donación de sangre actual recomienda prohibir que los hombres homosexuales y bisexuales donen sangre dentro de los tres meses posteriores a su contacto sexual más reciente, independientemente de si tuvieron un comportamiento de alto riesgo.
En enero de este año, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. ‒HHS, por sus siglas en inglés‒ y la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. ‒FDA‒, presentaron una nueva guía propuesta que abandonaría el enfoque discriminatorio actual y, en su lugar, utilizaría un análisis basado en el riesgo para todos los donantes, independientemente del género y la orientación sexual.
En una carta de comentario emitida la tarde de ayer, el fiscal general Bonta apoya la nueva política.
«Todos merecen respeto y nadie debería tener que soportar la discriminación, especialmente cuando trata de salvar la vida de otros», señaló Bonta.
«El enfoque anticuado de nuestra nación para la donación de sangre es un vestigio de un pasado vergonzoso e intolerante. Es hora de descartarlo y pasar a un enfoque de evaluación basado en el riesgo y en ciencia sólida para todos los donantes de sangre. No solo protegerá a las personas LGBTQ del estigma de ser señalados injustamente, sino que también ayudará a innumerables pacientes más al dar un gran impulso al suministro de sangre de la nación», agregó.
Según la Cruz Roja estadounidense, cada dos segundos, alguien en EE. UU. necesita sangre.
Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos son necesarios para cirugías mayores, para tratar enfermedades como la anemia de células falciformes y algunos tipos de cáncer, así como para tratar a víctimas lesionadas por accidentes, violencia o desastres naturales.
En los últimos años, a medida que la crisis del COVID-19 redujo la cantidad de eventos comunitarios y campañas de donación de sangre, las donaciones de sangre se redujeron significativamente. En enero de 2022, la Cruz Roja declaró su primera crisis de sangre nacional, su peor escasez de sangre en más de una década.
El peligro para la vida de los pacientes durante esta crisis podría haberse reducido significativamente si se levantaran las restricciones de donación en la comunidad LGBTQ.
Los datos del Instituto Williams de la Facultad de Derecho de Los Ángeles de la Universidad de California indican que eliminar las restricciones por completo, en comparación con un período de espera de 12 meses, produciría casi 300 mil pintas de sangre adicional donada anualmente, y podría ayudar a salvar la vida de más de un millón de personas.
Si las nuevas recomendaciones propuestas por la Administración Biden se vuelven definitivas, se instará a los bancos de sangre del país a descartar la política anterior y, en su lugar, preguntar a todos los donantes, independientemente de su género u orientación sexual real o percibida, si han tenido relaciones sexuales con una nueva pareja, o más de una pareja sexual en los últimos tres meses. Según sus respuestas, se les permitiría donar sangre o se les pediría que esperaran tres meses.
En su carta, el fiscal general Bonta llamó a aumentar la disponibilidad de sangre en todo el país, abordar problemas cruciales de escasez y salvar más vidas; y eliminar los aspectos discriminatorios de la orientación actual que violan los principios constitucionales de Igualdad de Protección.
Al presentar la carta de comentarios de hoy, el procurador Bonta se unió a los de Arizona, Connecticut, Delaware, el Distrito de Columbia, Hawái, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nevada, Nuevo México, Nueva York , Carolina del Norte, Oregón, Pensilvania, Rhode Island, Vermont, Washington y Wisconsin.
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