Por Pamela Cruz. Península 360 Press [P360P]
Luego de que Texas sufrió las inclemencias del huracán Harvey en agosto de 2017, Myrtala Tristan, residente del poblado Lakewood por más de 35 años, conoció la importancia de la voz latina en su comunidad. Una voz que hoy se puede elevar a través de la redistritación.
Myrtala y su esposo fueron víctimas del Huracán Harvey en 2017. En ningún momento fueron advertidos de evacuar. Para cuando el meteoro los alcanzó ya era demasiado tarde: «tomamos pertenencias como la licencia, un poco de dinero, lo pusimos en una bolsa y salimos a pedir ayuda».
Luego de que el huracán se degradara, tanto ella como su esposo y miles de afectados llenaron solicitudes para recibir apoyo del gobierno, específicamente la que otorga la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, pero nunca llegó.
Todo ello empujó a Myrtala a unirse a grupos y colectivos que les ayudara a no ser una cifra más de los segregados, aquellos que solo son recordados en las elecciones.
Redistribución de distritos. El poder de la voz trazada en líneas
Para Nina Perales, vicepresidenta de Litigios del Fondo de Educación y Defensa Legal México-Estadounidense ‒MALDEF, por sus siglas en inglés‒, «la redistribución se trata de dibujar líneas en un mapa para representar quién va a votar por ciertos funcionarios electos».
La especialista detalló que los barrios se agrupan de igual manera para crear grupos de votantes.
Pero, ¿por qué y cómo se hacen estas líneas? «El mapa es un acto muy político. Es un proceso muy político en el que es muy importante involucrarse», dijo durante una conferencia de prensa realizada por Ethnic Media Services.
Y es que algunos de nosotros vivimos en suburbios, otros en la ciudad, y otros más en áreas exteriores, pero todas estas comunidades se agrupan en los distritos. Y de vez en cuando esos límites de los distritos son redibujados y justo ahora «estamos entrando en ese proceso».
Pasadena, por ejemplo, es una ciudad muy segregada racialmente. Perales mostró un mapa con la muy dividida concentración latina y la anglosajona en la ciudad-
Sin embargo el lado norte de Pasadena, en donde viven tantos méxico-americanos que pueden votar tiende a recibir menos servicios que el lado sur, en donde vive la mayor parte de anglosajones, los cuales han controlado la ciudad por muchos años.
Lo anterior, explicó, ha implicado que el lado norte siga sin los servicios necesarios para solventar algunas situaciones, tal es el caso de las inundaciones en temporada de lluvias, o incluso buenas escuelas, lo que conlleva una educación de calidad para niños y jóvenes.
Perales recordó que luego de que la comunidad latina empezó a tomar en serio la redistritación, en 2010 las líneas fueron redibujadas como resultado de ir a la corte y decir que el lado norte de Pasadena debe mantenerse junto.
El cambio se dio de inmediato, precisó. Pues el representante para esa área, el cual era anglosajón y conservador, cambió por una mujer latina y progresista en la Cámara de Representantes.
Ello, dijo, se debe a que la «Comunidad Latina está aumentando su registro y votación. Este es el cambio en Texas».
«La redistribución de distritos es un momento en el que tenemos que estar muy involucrados y muy vigilantes sobre lo que está pasando para que podamos asegurar que nuestro crecimiento y nuestro registro se reflejan de manera justa en las líneas políticas».
La situación también ocurre en la población asiático-americana y de isleños del Pacífico ‒AAPI, por sus siglas en inglés‒, la cual en palabras de Nina Perales, está creciendo a un nivel más rápido que la latina en Texas.
La combinación de la inmigración y el crecimiento familiar natural está impulsando el aumento de la comunidad AAPI. Esto se traduce en que la gente se está moviendo de barrios, pues tienen familias más grandes que llegan de otros países, se naturalizan y se convierten en ciudadanos y votantes, y tenemos que preguntarnos ¿cómo se pueden dar estos límites políticos más justos?».
«Es realmente importante participar en la redistribución local de la ciudad, de la Junta Escolar del Condado, porque las decisiones que se toman por nuestros funcionarios locales puede ser tremendamente importante para la calidad de vida que tenemos en nuestra comunidad».
Todos cuentas en la redistritación. TODOS
Debbie Chen, abogada en OCA-Greater Houston ‒ organización nacional de defensores de la comunidad dedicada a promover el bienestar social, político y económico de los habitantes AAPI en EE. UU.‒ puntualizó que no se tiene que ser un ciudadano o un votante registrado para participar en la redistribución de los distritos.
Durante su intervención resaltó que todos, ya sean ciudadanos o indocumentados, pagan impuestos, por lo que deben ser considerados al momento de tomar decisiones que influyen en su localidad.
«No se trata sólo del poder electoral, se trata de quién recibe el dinero que todos pagamos y quién determina cómo se gasta. Así que cuando hablamos de quién se gasta el dinero que se distribuye hacia abajo, entonces realmente se reduce a pensar ¿van a ser justos y equitativos?».
Y es que, detalló, en lugar de tener un grupo consolidado, en un área determinada, donde podrían tener una mejor oportunidad de representación, se toma a ese grupo y se les divide. «Así que sólo comprenden el 10 por ciento aquí, el 15 por ciento allá. Y entonces nunca tienen una verdadera oportunidad de tener una persona elegida que represente a su comunidad».
Finalmente, detalló que en Texas se busca un mapeo justo, inclusivo y transparente. Que la redistritación sea a puertas abiertas, púbicos y con servicio de traducción, lo que permita a los inmigrantes poder tomar una decisión consciente e informada sobre sus comunidades.
Todo es «El Sistema»
Roshawn Evans, co-fundador y director de la organización «Pure Justice», aseguró que se necesita una gran cantidad de reformas dentro de un sistema de justicia más allá de lo penal.
Como en el sistema, nuestra voz es solo una opinión. Y eso necesita ser reformado. Una cosa que tenemos que tener en cuenta, como cuando se trata de la redistribución de los distritos y dibujar mapas, es que hay una delgada línea entre los deseos y las necesidades», refirió.
«Sé que hay muchas opiniones diferentes cuando se trata de dibujar mapas porque todo el mundo tiene su propia idea. Pero hay que mantener juntas a las personas con las mismas preocupaciones, las mismas necesidades, en lugar de los mismos deseos», agregó.
Evans llamó a que todos se involucren en la redistritación puesto que solo se da cada 10 años, y es lo que dará equidad a las zonas en donde se vive.
En español, por favor
Muchas veces, el idioma dificulta explicar en qué consiste la redistritación y qué es.
Miguel Rivera es el becario de Redistribución de Distritos en el Proyecto de Derechos Civiles de Texas, y explica que no hay un equivalente en español para el término redistritación, quien se encontró por primera vez con este enigma o desafío al tratar de explicar a sus padres ‒mexicanos‒, lo que hacía para vivir.
«Mis padres y yo nacimos en el México rural. Yo llegué de dos años, y mis padres tenían más de veinte años, pero toda su educación y su formación política la hicieron en México. Así que cuando empecé a trabajar en la organización de la comunidad en torno a la redistribución de distritos me di cuenta de que no tenía la nomenclatura específica para transmitir plenamente el mensaje, el «gerrymandering» y el trabajo que estábamos tratando de hacer, y que habría una justicia cuando las líneas se dibujen».
Explicó que para definir la redistribución de distritos en español, hay algunas frases clave.
Está la primera que creo que es más usada actualmente, Redistribución de Distritos Electorales y Rediseño de Distritos Electorales.
Básicamente, se busca unificar el mensaje para asegurarse de que para fines educativos y campañas, se usen términos específicos y entender de qué se trata la redistribución de distritos en la comunidad de habla hispana.
«Quiero reconocer que esto no es un idioma específico o esto no es un problema específico de los hispanohablantes en Texas. Supongo que este es un desafío que enfrentan muchas comunidades no angloparlantes dentro del estado de Texas. Así que esto requiere una nueva comprensión de las comunidades sobre el terreno para saber qué términos son más eficaces con el fin de transmitir el mensaje y permitir que la gente participe en este proceso, ya que está a punto de tener lugar».
Una joven causa
Casandra Martínez es una estudiante que está a punto de entrar a la universidad de Columbia para estudiar ingeniería mecánica, sin embargo, está fielmente comprometida con que los jóvenes se preocupen y tomen acción en la redistritación.
Durante su intervención detalló que gracias al activismo se dio cuenta de la importancia del Censo y de su impacto en la comunidad. Sin embargo, también notó la apatía de los jóvenes por el tema.
Ante ello, hizo un llamado a conocer las necesidades del otro, a ser empáticos y hacer que los derechos de todos valgan por igual, pues solo así se llegará a una verdadera equidad.