Un juez federal de San Francisco anuló el lunes un fallo de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. que habría permitido el dragado –limpieza y el ahondamiento de un cuerpo de agua, a partir de la remoción de rocas y sedimentos– y llenado de los estanques salados de Redwood City sin obtener los permisos de las agencias federales correspondientes.
En una revisión de 21 páginas, el juez de distrito de EE.UU., William Alsup, determinó que la EPA ignoró sus propias regulaciones y malinterpretó la jurisprudencia relevante. Por tanto, el juez anuló la determinación y devolvió el caso a la EPA para que lo reconsiderara bajo la norma vigente.
En 2019, la EPA determinó que las lagunas salinas de Redwood City –un área que comprende 1 mil 365 acres (cerca de 552 hectáreas)– adyacentes a la bahía de San Francisco llena donde también se operan pozos de marea, pantanos y operaciones comerciales de minería salina; estos últimos no formaban parte de los acuíferos de los Estados Unidos.
La determinación tuvo consecuencias importantes: Si las lagunas saladas no eran consideradas como aguas de los Estados Unidos, no estaban sujetas a la Ley de Agua Potable; esto significa que el desarrollo privado podía proceder sin cumplir la ley; en conclusión, las normas exigen permisos antes del llenado y el dragado.
Los estanques salinos son propiedad de una filial de Cargill, Inc., una gran empresa de alimentos multinacional de propiedad privada. Xavier Becerra, Procurador General de California, y un grupo de organizaciones ambientales, entre ellas Save the Bay y San Francisco Baykeeper, demandaron a la EPA para impugnar el fallo.
Los estanques salinos están llenos de diques para su uso en operaciones de extracción de sal. El agua salinizada llena una serie de estanques de evaporación que dan lugar a depósitos de sal que, en última instancia, pueden ser extraídos y lucrar con su producto.
La controversia giraba en torno a si el hecho de que los estanques salinos se separaran de la propia bahía mediante el desarrollo de un sistema de diques y presas hacía que dejaran de formar parte de las aguas navegables de la bahía y, por tanto, del territorio estadounidense.
«Las salinas de la zona no se han secado y han tenido conexiones continuas con la Bahía», dictaminó el juez. Basándose en eso, la EPA se equivocó al determinar que no formaban parte de las aguas navegables de la Bahía.
El tribunal anuló la determinación y envió el caso de nuevo a la EPA para que su reconsideración, esta vez aplicando las normas legales adecuadas.
[Con información de BCN]