Supervisores del condado de San Mateo combatirá uso de opioides y fentanilo a través de su educación, ordenaron a su personal desarrollar un plan integral centrado en la educación pública, las opciones de tratamiento y un mayor acceso a medicamentos que salvan vidas y que pueden revertir las sobredosis, para combatir la creciente amenaza para la salud pública que representan los opioides baratos y el fentanilo.
«Como padre de un estudiante universitario de segundo año y recién graduado de la universidad, este es un tema que me parece muy personal», señaló Dave Pine, presidente de la Junta de Supervisores, durante una sesión que se realizó este martes 30 de mayo, en el que se analizó el daño que el fentanilo y los opioides están infligiendo a los residentes del condado de San Mateo.
«Creo que el énfasis en la educación debe ser destacado continuamente. Nuestro mejor enfoque es educar a los residentes, especialmente a los jóvenes y adultos jóvenes, sobre la letalidad de estas drogas», agregó Pine.
Los comentarios del funcionario local siguieron a un informe detallado del Departamento de Salud del Condado de San Mateo durante la sesión de estudio de la Junta titulado «La crisis de los opioides y el fentanilo: una descripción general». El informe incluyó presentaciones y debates de expertos locales en salud pública, así como de una madre de Pacifica cuyo hijo murió de una sobredosis de fentanilo.
Según los Centros para el Control de Enfermedades, 107 mil 375 personas en Estados Unidos murieron por sobredosis e intoxicaciones por drogas en el período de 12 meses que terminó en enero de 2022. Dos tercios, o el 67 por ciento, de esas muertes involucraron opioides sintéticos como el fentanilo, que a menudo se mezcla con otras drogas.
«Cualquier muerte es trágica», dijo el doctor Scott Morrow, oficial de salud del condado de San Mateo. Aunque los datos son imperfectos, dada la creciente prevalencia del fentanilo, puntualizó, «es seguro que aumentará el uso de los jóvenes y la muerte de los jóvenes».
Durante la sesión, los supervisores dijeron que quieren ver acciones incluidas en un plan integral como el lanzamiento de campañas de educación y concientización pública, incluidas vallas publicitarias y mensajes dirigidos a los jóvenes y las familias en varios idiomas, que se basan en los éxitos en otras áreas de la salud pública.
Además, la mejorar la recopilación de datos para ayudar a los expertos en salud pública a identificar áreas o poblaciones específicas en riesgo; así como ampliar el acceso a medicamentos que salvan vidas ‒naloxona‒, que pueden revertir las sobredosis y tiras reactivas que pueden identificar la presencia de fentanilo.
De igual manera, pidieron mejorar la comunicación y la cooperación entre una gran cantidad de organizaciones, incluidos los funcionarios de salud del condado y de seguridad pública, los representantes escolares y otros que medirían el problema y harían recomendaciones.
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