La grieta que parece estar formándose entre dos grupos de concejales de East Palo Alto se hizo más notoria esta semana, cuando el miércoles 10 de septiembre, tres de ellos votaron por “reprender” a Carlos Romero por sus “comentarios despectivos” contra otro legislador local en una reunión que fue a comienzos de mes.

La reprimenda no quedó en las puras palabras, sino que a Romero le impiden ahora participar en comisiones de agencias regionales en las que representaba a East Palo Alto.
Es decir, el latino continúa en su puesto de concejal, pero sus pares le quitaron la posibilidad de ser el representante de EPA en juntas –por ejemplo– de Peninsula Clean Energy, Commute.org o Re-Think Waste, organismos que él integraba.
A favor de esa moción de censura y del castigo votaron la alcaldesa Martha Barragán, el vicealcalde Mark Dinan y el concejal Webster Lincoln. Se manifestaron en contra los legisladores Rubén Abrica y el propio Romero.
Todo comenzó el pasado 2 de septiembre cuando se estaba debatiendo en el Concejo el pedido de una empresa constructora de reducir, en un proyecto de casas, el número de viviendas con precios accesibles para familias de ingresos muy modestos.

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La compañía Sand Hill quiere construir un barrio que se llamaría Cuatro Esquinas en la avenida University y la calle Bay. Ese día Barragán, Dinan y Lincoln votaron a favor de otorgar una excepción a las leyes de vivienda locales para permitirle a la constructora que no incluyera departamentos para la gente de recursos muy limitados, sino para salarios de moderados a bajos, y que la cantidad de casas tipo “townhomes” asequibles fuera reducida a la mitad.
Según explicó el concejal Rubén Abrica a Peninsula360Press, en el pasado el concejo aprobó ordenanzas muy estrictas en cuanto a la cantidad de viviendas al alcance de asalariados de menores recursos que debe ofrecer cualquier constructor a los residentes de EPA . Estas leyes buscan proteger a las familias de la ciudad, que son en su mayoría latinas y afroamericanas, compuestas por trabajadores de ingresos mucho más bajos que en otras áreas de la península.
Otorgarle a Sand Hill esta excepción sería sentar un precedente “peligroso”, alegaban tanto Romero como Abrica. En el calor de la discusión, Carlos Romero llamó al concejal afroamericano Lincoln “deaf and dumb”, lo que tradicionalmente significaba sordomudo en inglés. Pero es una expresión que ya no es “políticamente correcta” porque con el paso del tiempo la palabra “dumb” pasó de ser un sinónimo de “mudo”, a tener la connotación de estúpido o tonto.
Sea como fuese, inmediatamente la alcaldesa Barragán pidió a Romero que se disculpara por el comentario “inapropiado”, pero este último se negó.
Llegada la sesión del miércoles 10, Carlos Romero sí pidió disculpas al público y a Lincoln. Pero eso no cambió las cosas. Es importante señalar que la de ese día no era una junta regular del concejo, y por eso los tiempos se vieron muy acortados, porque a determinada hora debía reunirse en el mismo salón una comisión del gobierno local. De hecho, mucha gente que quería opinar se vio impedida de hacerlo, y cuando ya quedaba poco tiempo comenzaron a solicitar a viva voz que se les permitiera hablar, lo que fue imposible.
En el tiempo en el que sí se pudieron hacer comentarios, la mayoría de los que se expresaron dijeron que no coincidían con una sanción tan fuerte a Romero.
De acuerdo con la opinión del concejal Abrica, la alcaldesa está sometiendo al concejo a un “double standard”, lo que puede traducirse como aplicar una misma norma pero con dos criterios distintos. Según Abrica, el vicealcalde Dinan lo llamó una vez a él “perro rabioso” en una publicación de Facebook, lo cual aparentemente no tuvo consecuencias.
Recién en junio del año que viene el concejo reconsideraría levantarle las sanciones a Carlos Romero.
Qué dicen las leyes de vivienda en EPA
- 20 por ciento de las unidades de renta de los nuevos complejos de apartamentos deben destinarse a vivienda accesible.
- Esto significa que debe tenerse en cuenta a los residentes que ganan el 35, 50 y 60 por ciento del salario promedio.
- En el caso de departamentos o casas que se ofrezcan a la venta, el 20 por ciento se tiene que reservar para familias que tienen ingresos de medianos a moderados.
- Un departamento de una recámara debe rentarse como mínimo por mil trescientos dólares y como máximo por dos mil doscientos.
Con información de Bay City News (BCN)
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