Luego de que Donald Trump ganara las elecciones del 5 de noviembre de 2024 y con ello se convirtiera en el presidente número 47 de Estados Unidos, ha nombrado a varios personajes para su próximo gabinete, el cual entrará en funciones el 20 de enero de 2025; entre sus nombramientos esta Stephen Miller, a quien nombró como su jefe de despacho adjunto para políticas de La Casa Blanca.
Con 39 años de edad, Miller obtiene este nuevo fichaje, luego de ser asesor de Trump durante su primer mandato en la Casa Blanca.
El activista político de derecha ha sido el ideólogo de la estrategia migratoria de Trump y ha sido el arquitecto de las deportaciones masivas realizadas en el primer mandato del presidente republicano, conocido, entre otras cosas, por su política migratoria y fronteriza.
Este nuevo cargo le da un rol superior al ejercido con anterioridad, permitiéndole estar más cerca del presidente y con ello apoyarlo en sus nuevas estrategias.
Además de escribir varios discursos de Trump, Miller también fue el director de comunicaciones del entonces senador de Alabama, el fiscal general Jeff Sessions, además de ser secretario de prensa de la congresista Michele Bachmann y del congresista John Shadegg.
Entre sus “creaciones”, Miller fue quien ideó la prohibición de viajes de Trump, la reducción de la aceptación de refugiados en Estados Unidos y de la política de Trump de separar a los niños inmigrantes de sus padres.
Miller creció en una familia judía en Santa Mónica, California. Sus padres eran de inclinación demócrata, pero Miller optó por el conservadurismo y se fundió en el ala republicana, encontrando en Donald Trump su perfecto elemento para su radicalización.
“Tenemos un poder judicial que ha tomado mucho poder y se ha convertido, en muchos casos, [en] una rama suprema del gobierno … Nuestros oponentes, los medios de comunicación y el mundo entero pronto verán como comenzamos a tomar nuevas medidas, que los poderes del presidente para proteger a nuestro país son muy sustanciales y no serán cuestionados”, dijo Miller en 2017 durante el programa de entrevistas de carácter político Face The Nation de la cadena CBS, donde criticó a los tribunales federales por bloquear la prohibición de viajes de Trump.
A Miller también se le relaciona con declaraciones falsas, como cuando hizo acusaciones infundadas de que hubo fraude electoral significativo en las elecciones presidenciales de 2016 y que «miles de votantes ilegales fueron transportados en autobús» a Nuevo Hampshire.
Como esa declaración hizo múltiples sobre fraude electoral, todas ellas falsas o sin fundamento.
En 2017, el New York Times informó que Miller impidió que la administración Trump mostrara al público un estudio interno del Departamento de Salud y Servicios Humanos que encontró que los refugiados tenían un efecto neto positivo en los ingresos del gobierno, insistiendo en que solo se publicitaran los costos de los refugiados y no así los ingresos que estos aportaban al país.
A todo ello, Miller es conocido por su retórica xenófoba, sobre todo con países de origen musulmán y latinoamericano; en este último, los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) han sido objeto de sus ataques.
Stephen Miller ha hecho de su carrera una fiel a mensajes y políticas que apelan al miedo, presentando a los inmigrantes como una amenaza para la sociedad estadounidense, cosa que Trump ha replicado una y otra vez en sus cientos de discursos.
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