jueves, diciembre 26, 2024

«El calor puede matar»: cómo los trabajadores agrícolas de Fresno afrontan el aumento de las temperaturas

Los trabajadores agrícolas de Fresno utilizan una variedad de estrategias para gestionar los riesgos del calor extremo, que puede haber influido en la muerte de un trabajador agrícola a principios de este mes.

Trabajadores agrícolas de Fresno
Arriba: Leonila Alvarado ha trabajado en los campos de Fresno durante más de dos décadas y dice que es fundamental que el trabajo se detenga cuando las temperaturas suben demasiado. «El calor puede matar», dice. (Crédito del autor)

«Aquí el clima ha cambiado dramáticamente. El calor es más intenso y eso nos pone en mayor riesgo», dice Martín Melchor, un trabajador agrícola que ha trabajado los mismos campos cultivando uvas, almendras y duraznos en Fresno, California, durante los últimos 34 años. «Tenemos que tomar precauciones rigurosas para protegernos».

Originario del estado de Jalisco, México, Melchor es el «mayordomo» ‒gerente‒ de un equipo de trabajadores agrícolas aquí. «Parte de mi trabajo», dice, «es controlar las temperaturas con regularidad. Cuando sabemos que va a hacer calor, intentamos empezar a trabajar más temprano».

Y ha hecho calor. Fresno no es conocido por su clima templado, con temperaturas ‒especialmente en los meses de verano‒ que a menudo se acercan o superan los tres dígitos. Pero con los impactos del cambio climático el calor se está volviendo más intenso y los últimos 10 años han sido los más calurosos registrados, según el Servicio Meteorológico Nacional.

Riesgos del calor extremo

Los riesgos del calor extremo para los trabajadores agrícolas en Fresno –ubicado en el Valle Central de California, donde se cultivan gran parte de las frutas y verduras del país– quedaron al descubierto a principios de este mes después de la muerte de Elidio Hernández, quien murió trabajando en temperaturas que excedieron los 100F.

Poco después de que se anunciara su muerte, una cuenta de Instagram popular por defender los derechos de los trabajadores agrícolas en el estado publicó un comunicado declarando que Hernández murió como resultado del «calor extremo mientras servía a este país en la primera línea de la crisis climática».

Un informe forense determinó que Hernández murió de una enfermedad cardiovascular, y señaló que no había evidencia que demostrara que el calor extremo haya jugado un papel en su muerte.

Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten que la exposición al calor extremo puede comprometer la salud de las personas con problemas cardiovasculares. Según un informe, «la variabilidad de la temperatura (grandes cambios en la temperatura promedio de una región determinada durante un período de tiempo particular) también puede influir en la morbilidad cardiovascular».

La muerte de Hernández ha provocado llamados del Sindicato Unido de Trabajadores Agrícolas y del senador estadounidense Alex Padilla para mejorar la protección de los trabajadores agrícolas a medida que las temperaturas continúan aumentando.

Melchor dice que trabajar con temperaturas superiores a los 90°F es «insoportable… es muy peligroso, y aquí recomendamos dejar de trabajar porque los síntomas (de insolación) pueden aparecer inmediatamente».

Mantenerse hidratado, mantenerse alerta

Leonila Alvarado ha trabajado en los campos de Fresno durante más de dos décadas. Originaria de Oaxaca, México, al igual que Melchor, dirige un equipo de trabajadores agrícolas y dice que es fundamental que el trabajo se detenga cuando las temperaturas alcancen los tres dígitos porque «el calor puede matar».

A las 6:15 am, al costado de la carretera frente a un rancho en Fresno, Alvarado está cargando voluminosos bidones de agua en su camioneta. El agua es para los campesinos a su cargo, explica, señalando que como gerente su responsabilidad más importante es velar por la salud de sus compañeros, asegurándose de que estén informados sobre los riesgos del calor intenso, y que se mantengan hidratados y «Sigue todas las recomendaciones para evitar problemas graves».

¿Y cuáles son esas recomendaciones?

«Todos los lunes tenemos reuniones con colegas y normalmente el tema principal es la precaución contra el calor», dice Alvarado. «Recomendamos que los trabajadores beban agua cada 15 minutos. Mucha gente dice que no tiene sed, pero eso no importa. Hay que mojarse los labios con uno o dos sorbos. Esperar hasta tener mucha sed antes de beber puede provocar deshidratación antes de que te des cuenta».

Martín Melchor (izquierda) campesino originario de Jalisco, México. «Parte de mi trabajo es monitorear constantemente la temperatura». Foto: Manuel Ortiz

Hay trabajadores, dice Alvarado, que por el calor beben grandes cantidades de bebidas energéticas o azucaradas. «Es importante recordar a los trabajadores que la opción más saludable es beber agua, sin azúcar».

En cuanto a la ropa, los trabajadores tienen que protegerse de los pesticidas y agentes químicos que predominan en muchas granjas industriales, «pero hay que usar la ropa más liviana que se pueda», enfatiza Alvarado.

La jornada laboral de Alvarado normalmente comienza alrededor de las 6 a.m. y termina alrededor de las 2:30 p.m. Ella dice que cuando saben que va a hacer calor, los trabajadores intentan terminar los trabajos más difíciles, como palear, lo antes posible.

Un problema que encuentra tiene que ver con los trabajadores que beben alcohol durante el fin de semana y llegan al trabajo el lunes con resaca. «Esto es muy peligroso, porque ya están deshidratados. Me doy cuenta enseguida y les digo que no me molesta, que me digan la verdad y prefiero que se queden en casa a descansar para que no se enfermen aquí».

Qué estar atento

¿Cuáles son las señales de que un trabajador podría no sentirse bien?

«Esto le pasó hace poco a una señora que se sentía mal por el calor. Los síntomas son sudoración, enrojecimiento de la piel, escalofríos en el cuerpo; sienten náuseas, a veces hay vómitos», explica Alvarado, pareciendo más un experto médico que un peón. 

Trabajadores agrícolas en un campo en Fresno, California. Alvarado dice que debido a las altas temperaturas, ella recomienda que, aunque no tengan sed, «la gente tome un poco de agua cada 15 minutos». Foto: Manuel Ortiz

Ella dice que la vigilancia y la decisión son claves cuando un trabajador muestra signos de insolación.

«Lo primero es quitarle algo de ropa y luego poner a la persona en un lugar lo más fresco posible. Disponemos de una tienda de campaña para protegernos del sol. Pero también podemos llevar a la persona a un coche con aire acondicionado. Es importante estar atento. Si la persona no mejora pronto, hay que llamar al 911».

Alvarado, una de las pocas mujeres directivas en el área, reconoce la dificultad del trabajo. «Intentamos desempeñarnos bien en el trabajo que nos piden», afirma, «es difícil pero no hay otra manera».

Esta historia fue producida como parte de una colaboración con la Oficina de Asociaciones Comunitarias y Comunicación Estratégica ‒ Office of Community Partnerships and Strategic Communication‒ para su campaña de concienciación pública y divulgación Heat Ready CA. Visite Heat Ready CA para obtener más información.

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Manuel Ortiz
Manuel Ortiz
Es periodista y fotógrafo documental mexicano radicado en Redwood City. Es co fundador y director de Península 360 Press. Tiene más de 20 años documentando asuntos sobre migración internacional y justicia social en varios países, incluyendo México, Estados Unidos, Colombia, El Salvador, Bolivia, Brasil, Honduras, Francia, Japón y Ucrania. Es licenciado en Sociología y maestro en cine documental por la UNAM.

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