Con el incremento de reuniones y fiestas crece la propagación de la COVID-19, sobre todo por la variante Ómicron. Por esta razón, el secretario de la Agencia de Salud y Servicios Humanos de California, Mark Ghaly, urgió a los californianos a ponerse la vacuna de refuerzo y a continuar con el uso de cubrebocas.
«Cualquiera que haya recibido la segunda dosis de la vacuna Moderna o Pfizer hace 6 meses o más, o la Johnson & Johnson hace dos meses debe ponerse el refuerzo. Está disponible para mayores de 16 años», recordó el doctor en una conferencia con medios de comunicación realizada por Ethnic Media Services.
A un año de que fuera administrada la primera dosis de la vacuna contra COVID-19 en el estado, el funcionario destacó que a la fecha se han vacunado completamente más de 26 millones de californianos, mientras que 6 millones de residentes han recibido su vacuna de refuerzo.
Sin embargo, aún queda un camino por recorrer, pues, de acuerdo con sus propias cifras, quedan pendientes de vacunar 5.9 millones de latinos; 340 mil asiático-americanos y 920 mil afroamericanos.
Dichas cifras son preocupantes, sobre todo cuando la variante Ómicron ha tomado fuerza en el estado, con cada vez un mayor número de casos, y con la cepa Delta aún siendo la principal fuente de casos positivos en el estado.
«Hemos podido identificar muchos casos de la variante Ómicron no solo en individuos sino también en algunas de las aguas residuales de California, y tomamos muestras para identificar temprano la propagación y transmisión a la comunidad», subrayó.
Y es que, dijo, aún queda mucho por aprender sobre la variante Ómicron.
«Sabemos que es una variante preocupante, que es altamente transmisible, más que la variante Delta que nos ha preocupado. Pero, todavía Delta es la cepa dominante en California y la que está enfermando a la gente, mandándola al hospital, y tristemente todavía estamos perdiendo a muchos a lo largo del estado».
En ese sentido, explicó que las vacunas proporcionan un grado significativo de protección, aunque reconoció que existe preocupación del nivel de efectividad contra Ómicron, a diferencia de cómo ha sido contra Delta y otras cepas.
«Hay mucho más que aprender. Y eso es parte de la razón por la que entramos en este mes de celebración, con la familia en las fiestas, con viajes y huéspedes de fuera de nuestras comunidade, incluyendo condados y áreas del estado en donde actualmente no tenemos un requisito sobre el uso de mascarillas en interiores de lugares públicos».
Así, mientras seguimos aprendiendo de la variante Ómicron, el también pediatra llamó a no bajar la guardia y continuar con medidas de precaución como el uso de mascarillas.
«Esta es una oportunidad para mantener nuestra guardia en alto de una manera muy útil y significativa durante estas semanas críticas de celebración sin necesidad de hacer lo que algunos otros países han tenido que hacer, que es poner más limitaciones en las cosas que todos echamos de menos».
Llamó además a todos aquellos que viajan de regreso a California, a que se hagan una prueba de COVID-19, de 3 a 5 días después de llegar a su destino. Al mismo tiempo, recordó que actualizaron las reglas para que las personas que asisten a los mega eventos y no están vacunadas, se realicen un examen dos días antes si es una prueba de PCR, y si es de antígenos, el día anterior.
Aún falta mucho
En materia de vacunación, aún falta mucho, y existen brechas que deben ser cerradas para que todos reciban la protección necesaria, subrayó Mark Ghaly, quien detalló que se ha hecho un gran esfuerzo para que ello suceda.
«Estoy feliz y orgulloso del trabajo innovador que se ha hecho junto con las organizaciones comunitarias y de fe, y con el programa reciente de embajadores comunitarios para llegar a las comunidades que tienen preocupaciones sobre el sistema de salud y realmente sentarse con los vecinos para hablar de los beneficios de vacunarse».
Además de aquellos que les ha sido difícil acceder a la vacuna, existen quienes han decidido no vacunarse, a los que reiteró: «he conocido a muchas personas que se arrepienten de no haberse vacunado. De manera puntual, aún no he conocido a nadie que se arrepienta de haberlo hecho. La sensación de seguridad y protección es real».
«No dejaremos que todo esto determine nuestro destino. Vamos a seguir trabajando duro juntos, 40 millones de californianos, fuertes para mantener a California en la dirección correcta».
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