A todos quienes disfrutamos de los videojuegos como pasatiempo favorito, nos ha interesado en algún momento trabajar en esta industria. No puedo negar que ha sido también un sueño personal cuando era más joven poder participar en la creación de los mundos que tanto disfruté. Desafortunadamente, para muchos jóvenes (y no tan jóvenes) en Latinoamérica, este no es más que un sueño inalcanzable.
Para Ramón Zárate, ingeniero de gameplay en Uncapped Games, con base en Los Ángeles, el camino que lo llevó a desarrollar videojuegos también fue difícil, como nos lo comparte en entrevista para P360.
Battle Aces, es un título de estrategia en tiempo real con influencia de clásicos como Starcraft, y es que el equipo de Uncapped Games está conformado por veteranos de Blizzard, Relic, entre otros.
Aún sin fecha de lanzamiento, pueden agregarlo a su lista de deseados en Steam y buscar más información en su página oficial Battle Aces.
Lo que sabemos hasta el momento es que va a ser un título free to play en que iremos desbloqueando unidades mientras más juguemos contra otras personas en el multiplayer. Personalmente, me emociona el lanzamiento de un juego que cuenta con la experiencia de la gente responsable de joyas de la estrategia en tiempo real como Company of Heroes (un título muy cercano a mi corazón), Starcraft o la serie de Dawn of War.
De Cuernavaca para el mundo
Originario de Cuernavaca, Morelos, en México, Ramón Zárate pasó su infancia en el estado de Tabasco, donde recuerda leer en la revista “Club Nintendo” artículos sobre desarrolladores mexicanos.
“Siempre me han gustado los videojuegos… han sido muy importantes en mi vida, pero la percepción que yo tenía es que no era realista (trabajar en videojuegos) en México, entonces no lo consideré seriamente”, compartió Zárate a Península 360 Press.
Decidió estudiar matemáticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y como él mismo admite “curiosamente las materias que tomé me hicieron creer que no quería ser programador”. Al terminar su carrera universitaria se había dado cuenta de que lo que en verdad quería, era hacer videojuegos, aunque admite que lo sentía como un riesgo. La carrera académica era “un futuro garantizado”, pero no era lo que a él le apasionaba.
“Hay mucho prejuicio, como que estás abandonando (la carrera de matemáticas) y te estás yendo por el camino fácil”. Ramón comenta que aunque no se decía abiertamente, existía un desdén por parte de sus pares hacia los videojuegos, lo que incluso le llevaba a no expresar su interés en dedicarse a la industria.
Con mucha dedicación y constancia logró una beca para estudiar un doctorado en Vancouver, Canadá y también así comenzó su viaje a través del continente americano. Con muchas inseguridades, pero con una sola meta en la mente.
“Empecé con trabajos muy pequeños, mi primera chamba era de salario mínimo, literalmente, y ni siquiera programaba”, recordó. Y es que Ramón pronto se dió cuenta que estudiar para especializarse en el desarrollo de videojuegos en Canadá hubiera representado tomar una deuda enorme que hubiera cambiado su vida, tenía que dar un salto de fe al campo laboral y dejar que su trabajo hablara por él.
¿Cómo empezar a hacer videojuegos?
Ramón contó a Península 360 Press que el mayor contraste entre trabajar en la industria de los videojuegos y la academia, es la diversidad.
“Trabajas con gente de todos lados, de todo tipo de carreras y no carreras, todo tipo de educación, con gente que ha hecho de todo y eso es increíble… es mi parte favorita del trabajo”.
Crear un videojuego es un esfuerzo colaborativo de muchas personas: artistas, diseñadores, escritores, programadores, actores de voz, animadores; incluso, nuestro entrevistado nos relata: “he trabajado con gente que se dedicaba al cine o a comerciales y fueron contratados para ciertos proyectos en partes muy específicas”.
“Yo no creo que haya un camino hacia la industria, lo más importante es el interés en hacer, subrayó Ramón. Claro que para programar se necesitan habilidades en el campo, pero la industria de los videojuegos es tan grande que ese no es el único camino. Puedes perseguir una carrera como artista, diseñador, actor, o muchas otras cosas adyacentes. Pero, por sobre todas las cosas, el interés de hacer, el valor para aventurarse y buscar participar en la creación de videojuegos es lo más importante.
Para Ramón, México está en una muy buena posición para entrar en la industria de desarrollo de videojuegos porque “hay mucha madera”. Desafortunadamente, lo que hace falta, son las empresas y el financiamiento, porque hacer videojuegos cuesta dinero.
“Lo más difícil de hacer un juego es reunir a un grupo de personas talentosas y darles los recursos que necesitan”, destacó el programador mexicano.
Migrar para alcanzar un sueño
Ramón Zárate también reconoció que ha tenido muchísimos privilegios en su viaje hacia el norte de nuestro continente: “el poder migrar, para mi, fue estudiar, que me admitieran en una universidad, tener una beca, aunque aún así hay muchos retos”.
El llegar a donde no hablan tu idioma, estar lejos de la familia y luchar por una visa para trabajar, entre otras muchas cosas, son obstáculos que tuvo que superar. Para él, tener un plan, apreciar la situación en la que te encuentras antes de tomar pasos apresurados, es fundamental para atacar los retos de migrar.
Después de vivir 18 años en Canadá, admite que aún se siente extranjero; a pesar de que sus hijos nacieron en el país del norte, no deja de sentirse “ni de aquí, ni de allá”.
Al respecto, refirió que siente una “culpa rara” porque a veces se siente ajeno. Frente a esto se repite a sí mismo: “aquí vivo, de aquí soy, tengo acento, me gustan cosas diferentes y no hay bronca, está chido”. Al mismo tiempo, cuando visita los cuarteles generales de Uncapped Games, en Los Ángeles, California, se siente en casa “todo el mundo es mexicano, todo el mundo habla español”.
Ramón, como muchos otros latinos, entiende que migrar es normal para los humanos, está en nuestra historia como sociedades y nunca dejará de existir. Como él dice en sus propias palabras; “como humanos, nadie es de ningún lado, todo mundo ha migrado, todo mundo vino de otro lado”.
La historia de Ramón es como la de muchos inmigrantes latinos que recorren el continente en busca de un sueño que los impulsa a luchar contra viento y marea.
Estén pendientes del lanzamiento de Battle Aces, pueden estar seguros que tendremos más noticias de este juego en el futuro.
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