Texto Próspero Martínez
Cortesía de El Molino Informativo
¡Adelante! ¡Adelante! ¡Que la lucha es constante! Era una de las tantas consignas que el pueblo, el digno pueblo, coreaba con entusiasmo.
Después de una larga travesía desde la ciudad de Nueva York hasta la capital del estado, Albany, el pueblo llegó junto con aquellos hermanos de lucha que realizaron la caminata, para seguir exigiendo el derecho al seguro de desempleo, al fondo de los trabajadores excluidos y un seguro médico.
En el lugar de la concentración para iniciar la marcha, en lo que los dirigentes organizaban el orden de los contingentes, una ciudadana ejerció su derecho a la seguridad llamando a la fuerza pública por la inusual movilización.
Con tambores, trompetas improvisadas, instrumentos de cuerda y una banda de viento que estaba en medio de las organizaciones, mostraban la algarabía del pueblo organizado.
Algunos compañeros, al principio tímidos, mientras otros tantos bailando y coreando, poco a poco la marcha se tornó una lucha festiva. El sordo puente se volvió escenario de una lucha de los pueblos y, al arribar entre los edificios, pronto vimos el imponente edificio donde despacha la gobernadora Hochul. Lo sorprendente eran las vallas metálicas colocadas estratégicamente, a manera de advertencia, que ese edificio no era accesible para el pueblo trabajador que llegaba con mucho esfuerzo hasta ese lugar. Pero de manera simbólica e improvisada, los oradores repitieron una y otra vez las peticiones al pie de una estatua y el parque pronto se volvió acogedor.
Pero eso no era todo: la marcha siguió su ruta y de repente nos topamos con frágiles puertas de vidrio aseguradas. El contingente aún así pudo entrar en una estrecha puerta y nuevamente el pueblo abrazaba su lucha a través de los oradores, al interior del edificio en donde los señores de almas y sombreros grises ya no nos dejaron avanzar.
Los pueblos, siempre respetuosos, nuevamente protestamos. La banda de música estaba lista y los compañeros de la Red de Pueblos Transnacionales, estaban contentos al lograr su objetivo.
A manera de despedida, la banda salió tocando “El son del coyotito”.
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