jueves, diciembre 19, 2024

Trabajo forzado ligado a la producción de consolas

trabajo forzado

Por Hans Leguízamo Romero. Península 360 Press [P360P]

Durante una reunión general con inversionistas a inicios de julio, se cuestionó a Nintendo sobre un reporte de la BBC basado en una investigación del Instituto de Estrategia de Políticas de Australia (ASPI), en donde se les relacionaba con el supuesto uso de trabajo forzado en su cadena de producción en China. 

A respecto,  Shuntaro Furukawa, director de Nintendo, confirmó que alguna de las fábricas mencionadas en el reportaje son parte de la cadena de producción de su compañía, pero reiteró que “no tienen conocimiento de que se use trabajo forzado en la fabricación de sus productos.” Aseguró que su compañía tiene protocolos de supervisión para asegurarse de que esto no ocurra y agregó que en caso de que existiera un riesgo de uso de trabajo forzado por alguno de sus contratistas, dejarían de hacer negocios con ellos inmediatamente. 

El problema del trabajo forzado no se limita a Nintendo, una investigación realizada al respecto por el ASPI, menciona a 82 marcas internacionales, incluidas Sony y Microsoft creadoras de las consolas Playstation y XBox, respectivamente. El documento también señala que estos emporios pueden no estar enterados de tal situación; en algunos casos, han declarado haber terminado las relaciones con los proveedores de quienes se sospecha incurren en esta práctica. Sin embargo, la investigación señala que ninguna compañía pudo asegurar que no existen casos de trabajo forzado en los eslabones más profundos de sus cadenas de producción.

¿Qué tan grande es el problema del trabajo forzado?

Según la investigación del ASPI realizada en fuentes locales y registros de solicitudes de trabajadores de las mismas empresas Chinas, se estima que alrededor de 80,000 uigures fueron trasladados desde la región de Xinjiang a distintas fábricas en todo el país. Esto es parte de un programa de reeducación ideado por el Partido Comunista cuya finalidad es la “asimilación” de minorías y “extremistas religiosos” a la cultura y los valores impuestos por el partido.

Estos trabajadores tienen limitados sus derechos de tránsito, tienen prohibidas prácticas religiosas, viven en dormitorios segregados y son sujetos a entrenamiento ideológico fuera de sus horas de trabajo.

¿Cómo están involucradas las empresas de videojuegos?

Las investigaciones del ASPI señalan a empresas chinas que solicitaron o tienen registros de trabajadores “financiados” por el Estado. De la misma manera, estas empresas exhiben públicamente sus relaciones con empresas internacionales a las que manufacturan partes o productos completos.

Tal es el caso de Hubei Yihong Precision Manufacturing Co. Ltd,  subsidiaria de Dongguan Yidong Electronic Co. Ltd, que señala en su página web proveer partes electrónicas y coberturas de batería para distintas empresas entre las que destacan Sony, Microsoft y Nintendo. ASPI registra que 105 trabajadores provenientes de Xinjiang fueron transferidos a las fábricas de Hubei Yihong el 17 de mayo de 2018. Después de la publicación de esta investigación, Hubei Yihong borró su página Web y emitió un comunicado negando su involucramiento con el uso de trabajo forzado.

Otro caso es el de la compañía Foxconn Technology que es una de las más grandes empresas de manufactura de electrónicos en el mundo. Foxconn provee a marcas de electrónicos en las cuales aparecen de nuevo Sony, Microsoft y Nintendo. En 2019, ASPI reporta que 560 trabajadores provenientes de Xinjiang fueron transferidos a las instalaciones de Foxconn.

O-Film Technology Co. Ltd es una empresa dedicada a producir módulos compactos de cámaras, pantallas táctiles, componentes para smartphones y laptops. En la página oficial de O-Films se lista a Microsoft y Sony como asociados. En mayo de 2017, 1,200 personas fueron sacadas de la prefectura de Hotan, a las afueras de Xinjiang, y 700 de ellos fueron llevados a Jiangxi para trabajar en O-Film.

Las pruebas que aporta el ASPI son bastante claras: las empresas que producen las consolas en las que jugamos ignoran que exista la posibilidad de que se use trabajo forzado en sus productos, o que lo sepan y decidan ignorarlo. Los abusos contra minorías en China son reales y se encuentran relacionados en la producción de nuestros productos favoritos.

¿No debería ser suficiente la sospecha de uso de trabajo forzado para cortar relaciones comerciales con estas fábricas y con China? Aparentemente para los grandes de la industria de los videojuegos es más importante recortar unos centavos en la producción de electrónicos, que la dignidad y libertad de los seres humanos.

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Hans Leguízamo
Hans Leguízamo
Coordinador de audio y video de Península 360 Press. Sociólogo e investigador especializado en entretenimiento electrónico, videojuegos y derechos del consumidor.

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