Investigadores de la Universidad de Oxford hallaron en los Países Bajos una nueva variante del virus de inmunodeficiencia humana, llamada VB, que se estima es más contagiosa y altamente virulenta.
El estudio publicado por la revista Science detalla que las personas infectadas con esta nueva cepa mostraron diferencias significativas antes del tratamiento antirretroviral en comparación con las infectadas con otras variantes del VIH.
Y es que la investigación sugiere que las personas con la variante VB mostraban una carga viral entre 3.5 y 5.5 veces mayor que con otras variantes del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Hasta el momento, un equipo internacional de científicos refirió que se han detectado 109 casos; el 82 por ciento en los Países Bajos, en su mayoría en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
La variante VB triplica o incluso quintuplica la cantidad habitual de virus en la sangre, y puede desencadenar el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) con mucha mayor rapidez de no ser tratada.
El documento destaca que las personas con esta cepa también mostraron un mayor riesgo de transmitir el virus a otras personas; sin embargo, la buena noticia es que después de comenzar el tratamiento, los portadores de la variante VB tuvieron una recuperación del sistema inmunitario y una supervivencia similares a las de las personas con otras cepas.
Resaltaron además que la variante VB disminuye más rápidamente al sistema inmune, por lo que es necesario que sea diagnosticada y tratada con prontitud.
El doctor Chris Wymant, autor principal de la investigación del Instituto de Big Data de la Universidad de Oxford y del Departamento de Medicina de Nuffield, detalló que el VIH afecta de maneras muy diferentes.
En algunos individuos el virus provoca el sida en apenas unos meses, en otros tarda décadas.
«Antes de este estudio, se sabía que la genética del virus del VIH era relevante para la virulencia, lo que implica que la evolución de una nueva variante podría cambiar su impacto en la salud. El descubrimiento de la variante VB lo demostró, proporcionando un raro ejemplo del riesgo que plantea la evolución de la virulencia viral», comentó.
Wymant recordó que actualmente los pacientes con VIH pueden vivir con normalidad gracias a una simple pastilla diaria de tratamiento antirretroviral, que hace que el virus sea indetectable e intransmisible. Sin embargo el VIH no para de mutar.
«El escenario más desfavorable sería la aparición de una variante que combine una mayor virulencia, una mayor transmisibilidad y una resistencia al tratamiento. La variante que hemos descubierto sólo tiene las dos primeras propiedades», subrayó.
El estudio destaca que la cepa VB presenta más de 500 mutaciones, casi el 6 por ciento del genoma del virus, por lo que es difícil determinar cuáles son los cambios responsables de su mayor virulencia.
Una de las posibilidades contempladas por la comunidad científica es que la propia terapia antirretroviral favorezca la aparición de nuevas versiones del VIH más agresivas, pero Wymant lo descarta.
«La gente no tiene por qué preocuparse. Encontrar esta variante enfatiza la importancia de las recomendaciones que ya estaban en vigor: que las personas en riesgo de contraer el VIH tengan acceso a pruebas periódicas que permitan un diagnóstico temprano y un tratamiento inmediato», señaló.
Cabe destacar que el riesgo de contraer VIH es 35 veces mayor entre quienes se inyectan drogas, 34 veces mayor para las mujeres trans, 26 veces mayor para los trabajadores sexuales de ambos sexos y 25 veces mayor en los hombres que tienen sexo con hombres, según las estadísticas del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida.
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