Luego de una pandemia que nos ha dejado en claro que nuestra salud debe ser prioridad, las escuelas de Redwood City se han unido al esfuerzo de millones de personas por mejorar su estilo de vida con una alimentación más sana.
Sin embargo, mientras que algunos distritos escolares del condado de San Mateo han superado la calidad de los alimentos servidos a cientos de estudiantes en el área, otros como los de Redwood City han sufrido a lo largo de varios años deficiencias en su servicio de alimentación.
Marcelene Luna, abuela de un estudiante de la escuela Sylvie Lane, sabe bien que su nieto, al igual que otros cientos de estudiantes, no reciben los alimentos adecuados durante su estadía en sus centros de estudios, pues estos carecen de propiedades nutricionales adecuadas para que su cuerpo y mente trabajen adecuadamente a lo largo de su día.
La situación se agrava, cuando es sabido que una mala alimentación por un periodo prolongado podría provocar graves problemas de salud a mediano y largo plazos.
Así lo señaló durante el programa semanal «La voz de nuestras raíces», conducido por la fundadora de la organización Casa Círculo Cultural, Verónica Escámez, en donde expuso la necesidad urgente de mejorar la comida que se ofrece a cientos de niños en diversas escuelas de San Mateo.
Dijo que en varios planteles del Distrito Escolar de Redwood City existe un alto índice de comidas procesadas altas en contenidos calóricos.
«Sabemos que el azúcar nos da un levantón, pero después nos da un bajón, entonces ¿cómo es que nuestros niños pueden aprender y enfocarse en su educación cuando la comida que está recibiendo no es saludable?», cuestionó.
Actualmente,informó, existe un Comité de Comidas Saludables de Redwood City, el cual cuenta con 200 miembros, y que ha logrado que en tres escuelas del Distrito Escolar ‒Taft, Orion y Henry Ford‒ inicie un programa piloto que elimina las leches chocolatadas y los jugos saborizados de los menús, con la finalidad de disminuir la ingesta de azúcares elevados en la dieta de los niños.
Sin embargo, aún faltan voces que se sumen en nombre de las escuelas a donde van sus hijos, para empujar programas y proyectos de mejoras alimenticias en todo el distrito, precisó Marcelene.
«Hemos notado que la mayoría de las personas que están involucradas en este comité son de las áreas donde la mayoría son anglosajones, y donde necesitamos más ayuda e involucramiento de la comunidad son en escuelas como Garfield, Hoover, y Taft, que son en las que más impacta este tipo de comida», subrayó.
Recordó que hace unos meses, se puso en marcha una encuesta digital, en la que los padres de niños en escuelas del Distrito Escolar de Redwood City pueden opinar acerca de los alimentos que reciben sus hijos en sus centros de estudios.
Los resultados han revelado que los padres de familia consideran que los alimentos dados a sus hijos en las escuelas no son buenos, por lo que muchas veces los estudiantes pasan todo su día escolar sin comer pues, dicen, tampoco tienen buen sabor.
«Cuando visité la escuela Hoover en dos ocasiones era triste escuchar a los padres decir que sus hijos preferían no comer nada a comer lo que la escuela les brindaba», puntualizó.
Y es que, refirió, los menús de la mayoría de los centros escolares incluyen alimentos como banderillas de salchicha, pizza, roles de canela, nuggets de pollo, leche con chocolate y jugos.
Así, dijo, los niños han comido a lo largo de mucho tiempo, comida rápida ‒fast food‒, las cuales tienen un alto contenido calórico y no así nutricional.
Dicha comida, puntualizó, está creando en los niños malos hábitos. Pues al llegar a casa, les cuesta cambiar a una comida con verduras, frutas y procesos adecuados de cocción.
Para lograr dicho objetivo, precisó, es necesario que haya más comidas preparadas diariamente en las propias escuelas. Sin embargo, aclaró, solo una de las escuelas en todo el Distrito Escolar cuenta con cocina central para preparar y elaborar alimentos adecuados y saludables.
Los avances que ha logrado el Comité de comidas saludables no han sido sencillos, pues, explicó, se han encontrado con «bastantes obstáculos».
«No ha sido tan fácil convencer al Distrito escolar que en realidad es mucho mejor para nuestros estudiantes tener comidas saludables», subrayó.
Los obstáculos los ponen desde directivos, hasta otros padres de familia.
«Lo que está pasando no es lo que esperamos de los líderes de nuestras escuelas, pues algunos han mencionado que las familias deberían de estar agradecidas de recibir este tipo de comida, que es mejor que recibir nada. Otros han mencionado que la familia latina no está tan enfocada en comer saludablemente, y sabemos que no es cierto».
Durante el programa que es transmitido en vivo cada jueves en punto de las 20:00 a través de los canales de Casa círculo cultural en Facebook y YouTube, una madre de familia escribió que en la escuela que va su hija, maestros no le permiten que coma los alimentos que lleva desde casa, argumentando que deben comer los que la escuelas les proporciona.
«Como padres tenemos mucho poder, no solamente con los directores de cada escuela, tenemos la voz para hablar con el superintendente, él trabaja para nosotros, y nosotros debemos saber que tenemos ese poder como padres, como familiares de estudiantes de Redwood City y que tenemos que usar nuestra voz, si hay algo con lo que no estemos conformes podemos mandar un correo electrónico», explicó.
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