La transmisión del virus SARS-CoV-2 sigue siendo alto en el condado de San Mateo, lo que refleja el dominio continuo de la variante BA.5, por lo que es necesario avanzar en la vacunación contra la COVID-19 para proteger contra enfermedades graves y la muerte.
Así lo señaló Louise Rogers, jefa de Salud del Condado de San Mateo, quien a través de un mensaje destacó que a medida que muchas familias comienzan a pensar en que los niños regresen a las aulas mientras haya una alta transmisión y menos requisitos o restricciones, es necesario fortalecer la inoculación.
En ese sentido, la funcionaria local agradeció a los socios educativos por su trabajo para actualizar las políticas y los protocolos de prevención para permitir un aprendizaje presencial seguro.
«Valoramos el enfoque de los profesionales de la educación y las familias en estar al día con la vacunación y promover la ventilación, el enmascaramiento, las pruebas y quedarse en casa cuando se está enfermo», puntualizó.
Cabe destacar que el condado de San Mateo permanece en el nivel «alto» de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ‒CDC, por sus siglas en inglés‒, al igual que la mayor parte de la región del Área de la Bahía y el estado.
«Esta es una fase más larga de alta transmisión que la que hemos experimentado en períodos anteriores», dijo Rogers.
Hasta este martes, el número de pacientes hospitalizados en el condado de San Mateo con COVID-19 era 58 y ha fluctuado entre 30 y 60 durante la mayor parte de los últimos dos meses y medio, destacó en el comunicado.
Dicho número de pacientes hospitalizados es comparable al pico de la oleada de Delta de hace un año, pero menor que el pico de la oleada de invierno de Ómicron, que llegó a 160 pacientes.
En tanto, el nivel de hospitalización en la unidad de cuidados intensivos ha sido de un solo dígito. «Nuestros hospitales locales siguen siendo capaces de gestionar estos niveles de hospitalización».
Al respecto, destacó que se sigue recomendando «encarecidamente» usar una mascarilla de alta calidad en entornos interiores y aumentar la ventilación, por ejemplo, abriendo ventanas y puertas cuando sea posible, para ayudar a prevenir infecciones.
«Instamos a los residentes a que se hagan la prueba si presentan síntomas y que se pongan en contacto con su médico. Si es positivo, un médico puede evaluar si los tratamientos de COVID son adecuados para usted», subrayó Rogers.
En el frente de la vacunación, enfatizó que este es un momento de «alta transmisión», por lo que, de ser elegible para un refuerzo, es momento de actualizarse, ya que las vacunas COVID-19 existentes siguen siendo la herramienta más importante para prevenir enfermedades graves, hospitalización y muerte.
Para aquellos mayores de 50 años o inmunocomprometidos que recibieron un primer refuerzo hace más de cuatro meses, se recomienda obtener su segundo refuerzo lo antes posible. «Hay muchas vías en todo el condado a través de proveedores de atención médica y farmacias».
El gobierno federal transmitió el viernes que la elegibilidad para un segundo refuerzo permanecerá sin cambios, y se espera que para el otoño exista el lanzamiento de un refuerzo específico para la variante Ómicron, la cual estará disponible para mayores de 12 años.
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