La temporada navideña, aunque llena de alegría y festividades, puede representar un desafío emocional para muchas personas. La presión social, las expectativas poco realistas y las demandas financieras pueden contribuir a la depresión y al estrés.
Con la llegada del invierno, un fenómeno psicológico conocido como “depresión blanca” o “depresión estacional” tiñe los días más cortos y las noches más largas con sombras emocionales. Esta condición, a menudo vinculada al trastorno afectivo estacional (TAE), afecta a un número significativo de personas durante los meses más fríos, alcanzando su punto álgido en diciembre.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), un estudio en 2020 reveló que casi 1 de cada 5 adultos estadounidenses fue diagnosticado con depresión, siendo los de 25 a 44 años los de mayor prevalencia, y afectando en mayor medida a las mujeres.
El análisis, también mostró que, por raza, los caucásicos son los que mayormente presentan esta condición, seguido de los latinos y luego los afrodescendientes.
Un informe diferente publicado por Gallup en mayo de este año, refiere que el porcentaje de adultos estadounidenses que informan haber sido diagnosticados con depresión en algún momento de su vida ha alcanzado el 29 por ciento, casi 10 puntos porcentuales más que en 2015.
Asimismo, precisa que el porcentaje de estadounidenses que actualmente tienen o están recibiendo tratamiento por depresión también ha aumentado, hasta 17.8 por ciento, unos siete puntos más que en ese mismo período.
Ante ello, es que se debe estar atentos de cualquier señal presente en nuestro día a día que nos indique un desajuste en nuestro estado de ánimo, señaló José Alfredo Contreras Valdez, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La depresión es un conjunto de indicadores de diferentes tipos (cognitivos, afectivos, conductuales y fisiológicos) que se pueden manifestar en múltiples formas. Las características principales de la depresión son dos y son las más sencillas de notar: el estado de ánimo triste, melancólico, anhedónico, apagado, o sea las afectaciones se ven en el estado de ánimo principalmente representado por una tristeza constante. Es decir que la tristeza, aunque no signifique que todo el día estés llorando, sea el estado de ánimo más representativo o el que más se presenta en comparación con los demás. Por otro lado, está la pérdida de interés y de placer hacia las cosas que regularmente uno tiene interés, gozo y disfrute”, refirió en una entrevista para la gaceta de la magna casa de estudios.
La psiquiatra y paidopsiquiatra Gina Chapa Koloffon, precisó que “en esta época, el fenómeno de la ‘depresión blanca’ se caracteriza por sentimientos de melancolía, tristeza y ansiedad que pueden afectar significativamente el estado emocional de las personas. Aunque el término ‘depresión blanca’ no es un diagnóstico clínico, describe una serie de síntomas emocionales que se manifiestan comúnmente en esta época del año”.
¿Cómo detectar si estás sintiendo “Depresión blanca”?
- Tristeza Persistente: Sentimientos de tristeza o desesperanza que persisten durante la temporada invernal.
- Fatiga y Falta de Energía: Sensación constante de cansancio y falta de motivación para participar en actividades cotidianas.
- Aumento del Sueño: Mayor necesidad de sueño, a menudo acompañada de dificultad para despertar por la mañana.
- Cambios en el Apetito: Aumento del apetito, especialmente de alimentos ricos en carbohidratos, que pueden llevar a cambios en el peso.
Pero, ¿Qué se puede hacer?
El primer consejo del doctor en psicología, José Alfredo Contreras Valdez, para evitar caer en un estado depresivo severo está relacionado con la “autoevaluación” de nuestro estado de ánimo y aceptar lo que ésta nos indique.
“Hay que aceptarlo, porque si lo negamos y evitamos, no vamos a tener herramientas para hacer nada al respecto. Con la autoevaluación de nuestro estado de ánimo y de cómo vamos a terminar el año, vamos a tomar decisiones. El reconocimiento y la aceptación son fundamentales, si notas que algo anda mal con tu estado de ánimo, acércate a un profesional, habla con alguien de tu confianza, busca actividades agradables para ti; evita el consumo de sustancias y las conductas de riesgo, pues esto sólo va a empeorar la situación. Hay que empezar por lo básico y eso, son las necesidades que tenemos como seres humanos”, sugirió.
A ello, suma que es necesario cuidar la alimentación y enfocarla hacia lo saludable.
“La alimentación debe estar orientada a la nutrición y lo saludable, por supuesto la hidratación y el ejercicio físico tienen un papel destacado porque producen neurotransmisores que nos hacen regular nuestras funciones orgánicas. La actividad física no tiene que ser de alto rendimiento, pero debe ser constante, eso nos ayudará a pasar mejor las fechas”.
De igual manera, explicó que es importante regular el sueño y buscar que éste sea placentero.
El apoyo social también es importante, y si bien no es necesario que nuestro círculo de apoyo social sea numeroso, basta que nuestras interacciones sean con personas que consideramos positivas, productivas, adecuadas y que dan contención, destacó el especialista.
“Una relación de apoyo social está en constante fortalecimiento. Si la familia está en otro sitio, hay que propiciar el contacto con videollamadas y videoconferencias. Esas llamadas no tienen que ser improvisadas, no se trata de marcar y platicar un minuto porque no sabemos qué hacer. Podemos programar actividades con nuestros seres queridos, aunque sea a distancia”.
Una cosa muy importante para cada uno, adviertió, es identificar qué le da sentido a su vida: “no se trata de hacer por hacer, debe tener sentido. Por ejemplo, si me hace sentido regalarle algo a mi familia, quizá sea la manera de conectar con ellos, pero si no soy de regalar cosas, tal vez sea mejor salir a cenar, hacer ejercicio, ver una obra de teatro, hacer alguna actividad dentro de casa con la familia o sencillamente decirles algo que deseemos transmitirles. Podemos hacer lo que sea con la familia, pero que tenga sentido para nosotros; que lo que hagamos genere una verdadera conexión entre nosotros y nuestros seres queridos”.
10 tips para sobrevivir a la “depresión blanca”
- Autoevaluación de nuestro estado de ánimo.
- Reconocer y aceptar lo que nos indica ese examen.
- Si algo anda mal con tu estado de ánimo, acércate con un profesional.
- En caso de no contar con uno, habla con alguien de mucha confianza.
- Busca actividades agradables para ti e identifica qué le da sentido a tu vida.
- Suspende el consumo de sustancias, como alcohol y drogas.
- Evita conductas y factores de riesgo.
- Mantén una buena alimentación e hidratación.
- Haz ejercicio.
- Duerme bien.
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