El presidente de EE.UU, Joseph Biden, anunció este lunes la compra y donación de 500 millones de vacunas Pfizer contra COVID-19, que serán entregadas a 92 países de ingresos medios y bajos.
El anuncio, realizado durante su primera visita como presidente al Reino Unido para la Cumbre del G7, el mandatario detalló que con «estas vacunas de Pfizer se salvarán millones de vidas en todo el mundo y se producirán gracias al poder de la fabricación estadounidense».
De igual manera, detalló que las donaciones de vacunas «no incluyen presiones para favores o posibles concesiones» con ningún país.
Biden indicó que para su gobierno la donación de vacunas es «una responsabilidad» y tiene «la obligación humanitaria» de salvar todas las vidas que pueda; e indicó que mientras la pandemia continúe todavía existe el riesgo de que haya nuevas mutaciones del virus.
Ante ello, recordó el impacto a nivel mundial del COVID-19 en la economía, lo que aumentó la inestabilidad y debilitamiento de los gobiernos.
De acuerdo con un alto funcionario del gobierno estadounidense, la unión americana está bien posicionada para liderar los esfuerzos de respuesta global contra el COVID-19, luego del éxito del «esfuerzo de la administración del presidente para responder a la pandemia en casa».
A través de una conferencia de prensa vía telefónica con diferentes medios de comunicación, el funcionario detalló que tras poco más de cuatro meses, se ha vacunado al 64 por ciento de los estadounidenses adultos con al menos una dosis y, «lo que es más importante, hemos vacunado completamente al 53 por ciento de los estadounidenses adultos. Ya hay 13 estados que tienen el 70 por ciento de los adultos con al menos una vacuna».
Agregó que como resultado, en comunidades y estados de todo el país, la pandemia está disminuyendo. «De hecho, desde que el presidente Biden asumió el cargo, los casos se han reducido en más del 90 por ciento y las muertes en más del 85 por ciento.
«Nuestro exitoso programa de vacunación no sólo está salvando decenas de miles de vidas, sino que está ayudando a que nuestra economía se recupere con fuerza y está permitiendo que decenas de millones de estadounidenses vuelvan a vivir sus vidas», subrayó.
En ese sentido, destacó que a medida que la situación mejora en la nación, el gobierno se puede centrar, cada vez más, en impulsar el progreso para ayudar a acabar con la pandemia en todo el mundo a través de la donación de vacunas.
«En primer lugar, es lo correcto. Estados Unidos ha perdido trágicamente a más personas a causa del COVID-19 que cualquier otro país del mundo: casi 600 mil muertes. Los estadounidenses han experimentado el trágico coste humano de este virus, y queremos hacer todo lo posible para evitar más pérdidas trágicas de vidas en todo el mundo», destacó.
De igual manera, recordó que bajo el liderazgo del presidente Biden, EE.UU. ya ha contribuido a la iniciativa de la ONU, COVAX, más que cualquier otro país.
«Hemos trabajado con Japón, India y Australia para apoyar los esfuerzos de fabricación, y hemos compartido 4 millones de dosis de AstraZeneca con Canadá y México».
El funcionario puntualizó que se prevé enviar 200 millones de estas dosis de Pfizer en agosto, y los 300 millones restantes se entregarán a lo largo de la primera mitad de 2022.
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