Empresarios ganan miles de millones de dólares amasan más capital conforme se desenvuelve la pandemia por COVID-19 en Silicon Valley.
Cristian Carlos. Península 360 Press [P360P].
La prensa internacional y organismos como el Banco Mundial señalan un fenómeno focalizado en las empresas multimillonarias que, contrario a la clase trabajadora, junto con los dueños de pequeñas y medianas empresas, no resistieron el embate de dos olas de contagios por SARS-CoV-2; sin embargo, empresas multimillonarias amasan más capital conforme se desenvuelve la pandemia por COVID-19.
La enfermedad por COVID-19 fue declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud desde el 11 de marzo de 2020 –hace más de un año–. Esto supuso medidas extremas de cuidado en la población, lo que llevó a detener actividades económicas a gran escala; lo que, a su vez, se tradujo en desempleo, hiperinflación, inestabilidad en el mercado bursátil y, más recientemente, las exportaciones.
Por un momento, se creyó que los países asiáticos serían los primeros en ver los efectos más fuertes de la pandemia debido a que al foco de infección del SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que causa la enfermedad COVID-19– se encontró en la ciudad central de Wuhan, en China, gigante de la economía en Asia; sin embargo, la economía asiática comenzó a recuperarse rápidamente durante el Q3 de 2020.
Entretanto, los economistas pronosticaron tempranamente un aumento en las tasas de desempleo, cierres de negocios y la bancarrota de pequeñas y medianas empresas; lo cual, terminó por suceder en Europa –principalmente en Reino Unido, Francia, España e Italia– en el Q3 de 2020. El mismo panorama se vislumbraba para el continente americano en el Q4 de 2020.
Recientemente, Business Insider señala que los multimillonarios aumentaron su capital en un 44 por ciento, mientras que 80 millones de estadounidenses perdieron sus trabajos –cifra a febrero de 2021–. Cabe destacar que, de acuerdo al informe, poco más de 600 personas tienen una fortuna de más de mil millones de dólares.
La mayoría de las grandes empresas del mundo se encuentran no sólo tienen una sede en los EE. UU., sino que se encuentran en el corazón del Silicon Valley, que pareció «inmune» ante los efectos del nuevo coronavirus.
Jeff Bezos, creador y director ejecutivo de Amazon, aumentó su fortuna en 79 por ciento durante la pandemia; es decir, 90 mil millones de dólares; con ello, varios medios estiman que su fortuna neta ronda los 200 mil millones de dólares.
Le sigue Elon Musk, director general de SpaceX y Tesla Motors, quien recién invirtiera en Bitcoins –criptomoneda fundada en enero de 2009–, aumentó su fortuna neta en 277 por ciento; es decir que, durante la pandemia, su capital aumentó en más de 68 mil millones de dólares.
A pesar de las críticas que ha recibido Facebook en los últimos dos años debido a sus nulas prácticas de privacidad, el cofundador y director ejecutivo de la red social, Mark Zuckerberg, aumentó su fortuna en 85 por ciento; es decir, 46 mil millones de dólares más antes de la pandemia por COVID-19, lo que suma un total aproximado de 101 mil millones de dólares.
Si bien Daniel Gilbert es un magnate del sector inmobiliario, cabe señalar que el dueño de los Caballeros de Cleveland aumentó su fortuna en más de 656 por ciento, lo que lo deja en un total estimado de 49.2 mil millones de dólares.
Mackenzie Scott, que posee el 4 por ciento de las acciones de Amazon, vio aumentada su fortuna en más de 82 por ciento cuando las acciones de la empresa costaban más de 3 mil 400 dólares en el Q4 de 2020, dándole un total, tras los estragos de la pandemia por COVID-19, de 65 mil millones de dólares.
Steve Ballmer, antiguo director ejecutivo de Microsoft y dueño de los Clípers de Los Ángeles, vio cómo su fortuna comenzó a crecer en medio de la pandemia poco más del 42 por ciento, dejándolo con una fortuna neta estimada de 75 mil millones de dólares.
Las personas que lograron mantener sus empleos, están viéndose obligados a trabajar remotamente –teletrabajo–, por lo que plataformas en la nube son cada vez más populares. Y así logró capitalizarlo el cofundador y director ejecutivo de Oracle Corporation, con sede en California, que creció más del 36 por ciento durante el punto más crítico de la pandemia por COVID-19; su capital neto se estima en más de 80 mil millones de dólares.
Después de que Bill Gates dispusiera de la mayoría de sus acciones, se quedó, finalmente, con el 1 por ciento de las acciones de Microsoft; sin embargo, un aumento de 20 mil millones de dólares –es decir; el 20 por ciento–, deja su capital neto en un estimado de 118 mil millones de dólares.
Alphabet, Inc., filial de Google, tuvo un crecimiento importante durante los meses más crudos de la pandemia por COVID-19; eso se vio reflejado en las fortunas de Larry Page –director ejecutivo– y Sergey Brin –cofundador–, cuyo incremento promedio fue del 37 por ciento, lo que significa que ambos, vieron incrementado su capital en 19 mil millones de dólares; ambos, suman una fortuna neta estimada de 140 mil millones de dólares.
Como se puede apreciar, los gigantes tecnológicos –Amazon, Google, Facebook– no padecieron los efectos de la pandemia, contrario a las decenas de millones de estadounidenses que perdieron sus empleos un año después de comenzada la emergencia sanitaria.
Los economistas, sin embargo, no pudieron predecir que se encontrarían con un aumento de más de 270 por ciento –como en el caso de Elon Musk– en las fortunas de los ya multimillonarios. Tampoco pudieron predecir la independencia de acciones como las de $GME –GameStop– a manos de accionistas individuales, lo que ocasionaría una clara inestabilidad en Wall Street. Y, por último, la fiebre del Bitcoin, que se posiciona, por tercera ocasión, como la criptomoneda de preferencia luego de tener el respaldo de Tesla y Elon Musk.
Pero empresas extranjeras como Sony, Nintendo y Samsung, comienzan a atravesar por periodos difíciles a consecuencia del teletrabajo: la sobredemanda de semiconductores; y, por otro lado, Apple –gigante de origen estadounidense–, ha acaparado el mercado de los mismos para preparar los lanzamientos de sus productos previstos para el Q4 de 2021.
Si bien los servicios por internet son, de alguna forma, ilimitados, los electrónicos para llevar a cabo dichas tareas están por convertirse en bienes de acceso limitado debido a la escasez de semiconductores. Esto explicaría, por ejemplo, la nula disponibilidad de consolas de videojuegos de reciente generación fabricadas por Sony: la PlayStation 5, cuyo precio está fijado en 399 y 499 dólares, pero cuya capacidad de procesamiento no es precisamente la de ejecutar videojuegos, sino que se utiliza como una manera barata para minar diferentes criptomonedas.
El fenómeno de por qué empresas como Apple, Amazon, Google y Facebook se mantuvieron crecientes durante la pandemia por COVID-19, se explica gracias a la migración al teletrabajo y, con ello, el traslado del estilo de vida de muchas personas a sus hogares, lo que provocó el aumento en el consumo de servicios y bienes conectados a internet.